-¡Mierda!- desperté bruscamente, hacía rato que mi despertador había sonado pero yo simplemente lo ignoré y seguí durmiendo ¡y ahora llegaba tarde! Desesperado, traté de vestirme como pude tropezando con mi pantalón mientras me dirigía a la cocina con el cepillo de dientes en la boca.
Antes de salir de casa me miré en el espejo de cuerpo entero que había en el recibidor. Estaba presentable pero mi cabello era un gran problema. Siempre he tenido el pelo revuelto pero hoy los finos cabellos rubios se desparramaban hacia cualquier dirección y no había manera de colocarlos de vuelta en su sitio confiriéndome un aspecto desaliñado a pesar de todos mis esfuerzos por lucir bien en mi primer día de trabajo.
Cogí un taxi que me llevaría hasta Amaterasu corp. Mis ojos se abrieron con sorpresa al ver a través de la ventanilla el enorme e imponente edificio que era la sede de la multinacional tecnológica más importante del país. Tragué saliva tratando de adoptar una actitud serena y me apeé del taxi dispuesto a dar lo mejor de mí.
Mis ojos azules observaban todo lo que me rodeaba con curiosidad. La gente andaba ajetreada a mi alrededor. Ni siquiera se molestaban en despegar sus cabezas de sus quehaceres.
Me dirigí a la recepción algo cohibido. Ahí una chica de más o menos mi edad me recibió sonriendo. Llevaba el pelo rubio recogido en una larga coleta. Su blusa blanca holgada y la falda negra de tubo que llevaba le daban un aire elegante, digno de su puesto en tan importante empresa. Sus ojos azules notaron mi presencia.
-Hola, ¿en qué puedo ayudarte?
-Me llamo Naruto Uzumaki y a partir de hoy empezaré a trabajar aquí- contesté.
-Claro, sígueme. El señor Sabaku no querrá hablar contigo.
Nos metimos en el ascensor que nos llevaría a mi lugar de trabajo.
No me podía quejar de mi suerte. A mis 22 años y nada más haber terminado la carrera de empresariales, me encontraba trabajando para una de las empresas más importantes a escala global. La verdad es que mi padre tenía años de amistad con la familia Sabaku no aunque yo no les conocía. Mi padre habló con Rasa-dono sobre mi gran talento y capacidades y le ofreció un puesto para mí en su empresa.
-Por cierto,- dijo la chica rompiendo el silencio- me llamo Ino. Cualquier cosa que necesites no dudes en preguntarme- dijo con una sonrisa.
-Gracias, Ino- le devolví el gesto.
-¿Eres un doncel?
-S-sí- contesté algo descolocado.
-Lástima, eres muy mono- me guiñó un ojo y salió del ascensor dejándome atrás.
Ino abrió una puerta y, todavía perplejo por su comentario, me adentré en el despacho del que a partir de ahora sería mi jefe.
-Buenos días Naruto- saludó Rasa-. Por favor, siéntate.
Rasa-dono me explicó en qué consistiría mi trabajo y tras aquella breve charla, Ino me acompañó a mi puesto con mis nuevos compañeros.
Había realmente mucho trabajo por hacer, las tareas eran realmente interminables pero me gustaba mi trabajo. Me encontraba llevando una enorme pila de papeles a mi compañera Sakura quien trabajaba en el departamento de ventas cuando tropecé con alguien y todos los papeles volaron por la oficina. Me agaché desesperado a recogerlos. ¡Iba a ser completamente imposible volver a ordenarlos!
-Tsk parece que ahora solo contratan a incompetentes- dijo la persona con la que tropecé.
Levanté la cabeza y ahí estaba la persona con la que tropecé. Lo miré con el ceño fruncido pero mi expresión cambió a una embobada cuando le miré. Era realmente apuesto: un hombre de cabellos del color del carbón y ojos del mismo color sostenía algunos de mis papeles y los escudriñaba con una agria expresión. Sus pálidos dedos estrujaron los documentos en sus manos y los arrugó, formando una bola de papel con ellos.
-¿Qué crees que estás haciendo?- le grité furioso.
Él simplemente cogió un trapo que había sobre uno de los escritorios, se lo echó al hombro y se fue de ahí sin mediar palabra. Entonces me fije en su indumentaria: ¡Era un empleado de la limpieza! Y lo peor de todo, ¡había arruinado todo mi trabajo!
-¿Adónde crees que vas? ¡Espera!- le perseguí-. ¿No piensas pedir disculpas?
Él simplemente hizo su camino en silencio hasta que desapareció de mi vista.
-¡Maldito teme!- grité agarrándome los pelos. No había mejor manera de estrenarme en la empresa de esta manera.
Continué mi trabajo en silencio realmente enojado por lo ocurrido.
-Hola, ¿eres Naruto?- preguntó una chica pelirrosa acercándose a mí.
-Sí, encantado.
-Soy Sakura- explicó- me dijeron que estabas al cargo de traerme unos informes y como todavía no te has pasado por mi departamento he decidido pasarme por aquí a ver si tenías algún problema.
-Lo siento, Sakura-chan- dije rascándome la cabeza-. Un teme ha venido y ha arruinado todo mi trabajo- me queje fastidiado.
-¿Un teme?- preguntó ella.
Le conté lo sucedido y, por suerte, ella no pareció enfadarse conmigo, es más, se mostró comprensiva.
-Debes estar hablando de Sasuke Uchiha.
-¿Sasuke Uchiha?
-Sí, él siempre ha sido así, altanero y engreído y el trato con sus empleados no era el mejor como te imaginarás- suspiró-. Verás, él era el heredero de la compañía Amaterasu junto a su hermano mayor pero cuando Fugaku-sama murió hace ya dos años, dejó la empresa a manos de la familia Sabaku no, esto estaba escrito en su testamento y dejó a sus hijos sin nada. De su hermano mayor, Itachi, no sé nada pero Rasa-dono fue "amable" con Sasuke y le dio trabajo en la que todos suponíamos que algún día iba a ser su empresa. En el fondo- añadió Sakura- creo que se lo merece. No me hubiera gustado que él fuera mi jefe- confesó.
Me quede mirando al chico que ahora entraba a la estancia para limpiar. ¿Qué habría pasado? De todos modos que no hubiera tenido buena suerte recientemente no quería decir que pudiese pagarlo con los demás. Si quería tener un alto rango en la empresa tendría que esforzarse como los demás empleados.
Salí de la oficina tras la larga jornada de trabajo. Esperé al borde de la acera a que apareciera un taxi vacío que pudiera llevarme a casa. Me arrebujé en mi abrigo, la noche estaba volviéndose fría. Oí unos pasos detrás de mí y cuando giré la cabeza me encontré a Sasuke esperando a mi lado. Me sentía incómodo cerca de él. El enojo comenzó a invadirme y cuando iba a reclamarle por lo que había hecho esta mañana se metió en un taxi, ¡en mi taxi!
-¡Ey!- grité corriendo detrás del taxi-. ¡Ese es mi taxi, maldito imbécil!
En ese momento estuve seguro de que Sasuke Uchiha me iba a causar muchos problemas.
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Destronado
FanfictionNaruto Uzumaki, un joven de 22 años lleno de sueños e ilusiones entra a trabajar en Amaterasu corp. pero su trabajo se verá complicado por Sasuke Uchiha, quien iba a ser el heredero de esta empresa pero fue destronado misteriosamente por la familia...