Cap 24 Brebaje y Calor.

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Lectores continuamos ¿que pasara esa noche tan calurosa con nuestros protagonistas?.

Se supone que ese jugo debía hacernos dormir como piedra, cual, estoy sintiendo un bochorno. Y mi mente que no colabora porque tengo que estar pensando en él y más en esas condiciones.

- Sam - su voz se escuchó tan melosa y seductora.

- Kerim - cuerpo reacciona hazle caso al cerebro.

Se adentro a la habitacion mientras rascaba su nunca y yo hacia todo lo posible para no mirar hacia su torso pero los ojos no colaboraban.

Abrió su boca pero no dijo nada y cuando caí en cuenta, con mi mano derecha estaba levantando su mentón y conectando nuestras miradas, el puso sus manos en mi cintura y yo en su mejilla y la cordura desapareció de esa habitación.
No era un beso robado, tampoco suave, me estrecho más contra su cuerpo y el deseo reinó, me encendía que hiciera hoyuelos en mi vientre con la yema de sus dedos mientras me besaba. Esto era lo que tanto deseaba sentirme así, me subió sobre sus pies para acomodarme y me fue imposible no sonreír al acordarme del día de nuestra boda.

El beso se intensificó más y yo me quedaba sin aire, nos separamos un momento y al instante seguimos, mis manos bajaron al cierre de su short y rápidamente lo desabroche estaba ardiendo por dentro, el dejo mis labios y su puso a succionar mi cuello cuando su short desapareció se separo y se deshizo de mi blusa de pijama quedando mis pechos al aire libre.

Sentía un resplandor en mi cara y al estar mas despierta caí en cuenta que era la luz del sol, ya era de día, poco a poco abrí los ojos, pero el dolor de cabeza me despertó enseguida. El cuerpo me dolía a horrores, como si un camión me hubiese pasado por encima, que hice anoche.

Me talle los ojos y hice una mueca al sentir una fuerte picada al lado derecho de mi cerebro, la textura de la cama era diferente así que termine de abrir mis ojos a pesar del dolor y me di cuenta que no estaba sobre la cama estaba sobre un Kerim dormido.

Esperen porque estoy sobre Kerim, mis ojos se abrieron como platos y me baje de un brinco quedando al lado derecho de la cama lo que provocó que el medio abriera sus ojos al parecer también tenía dolor de cabeza, masajeo sus cienes mientras hacia una mueca.
Yo me quedé anodada observándolo se recargo en la cama quedando sentado, lo que hizo que su torso quedará al descubierto.

- Buenos días - sonrío mientras miraba mi torso.

Lo que mi hizo dirigir mi mirada hacia allí.

- ¡Ahhh!- mi torso estaba al desnudo pero eso no era lo peor tenía chupetes por doquier.

-¿¡Qué me hiciste!?¿¡Qué hiciste!? Violador - me subí sobre el mientras daba golpes en su pecho, mala idea ya que el tomó mis manos deteniendome y haciéndonos caer en cuenta en la posición que estábamos, estaba sentada sobre su miembro.

Me baje pero al hacerlo no puede evitar hacer una mueca de dolor, este hombre me había violado, creo que estaré caminando como escaldada por una semana.

- Te aseguro que esto no lo hice yo solo, en esto participamos los dos.

Las lágrimas empezaron a salir sin permiso, había perdido mi virginidad y ni siquiera lo recordaba, quería que fuera especial pero ni siquiera lo recuerdo. El se acercó y me rodeo en sus brazos al tiempo que acariciaba mi espalda lentamente y me susurraba que todo estaría bien.

- Quería que fuera especial - el secaba mis lágrimas que seguían cayendo.

- Se que lo fue, solo debemos recordarlo - sonrío y me dio un beso en la frente.

- Oye, sueltame estamos desnudos- se que dañe la atmósfera pero ya estaba incómoda.

Se separo y volvió a mirar mi torso, carrespie y el reaccionó.

-Iré a tomar una ducha primero - salió de la cama.

Ahora me tocaría esperar, desenvolví
mi cuerpo y salí de la cama muy despacio, dolía, me puse la pijama y recogí las sábanas, había que lavarlas ya que tenía una mancha roja en todo el centro, las envolví y las lleve al cuarto de lavado, las introduje, agregue detergente y encendí lo bueno es que era automatica ella misma se llenaba de agua y secaba.

Al terminar las puse a orear y salí hacia la habitación.

- Nos puede traer el desayuno a la habitación .... muchas gracias - colgó.

- Ya puedes usar la ducha.

- Gracias.

- Perdóname por ser tan brusco.

- Porque lo dices - lo mire con cara de confusión, el se rascó lo nunca antes de responder claramente incómodo con la situación.

- Lo digo por lo espacio que caminas - mi cara se encendió de la vergüenza y camine más rápido hasta desaparecer en la habitacion.

Entre al cuarto de baño me deshice de la ropa, mi intimidad dolia y estaba manchada y no sólo tenía chupetes en los pechos también en el vientre y el cuello este hombre parecía un caballo.

Después de ducharme me sentí tan liviana y un descanso, era muy relajante estar bajo la ducha, pasado casi una hora salí, me envolví en una toalla mientras buscaba que ponerme cabía la posibilidad que entrará y me encontrará como mi madre me trajo al mundo, me maquille un poco con base y brillo y salí hacia la cocina, desayunamos sin cruzar palabras, algo que necesitaba.

- Voy a comprar unas pastillas para el dolor- dijo tomando su chaqueta del perchero.

Deje de mascar al escucharlo, que le pasaba, que actuara así me hacía sentir muy incómoda.
Termine de desayunar y decidí salir a la piscina, donde me encontré a Susan, a la niña, toda la familia estaba ahí.

- Buenos dias- la salude.

- Buenos días, porque no bajaron a desayunar.

-Ehhh.

- Hasta caminas diferente.

- Oye, esto fue tu culpa, no lo recuerdo, pero por como despertamos me doy cuenta de que paso.

- Y por que dices que fue mi culpa que tengo yo que ver ahí.

-No te hagas la inocente, tu nos diste el brebaje ese.

- Yo te dije que eso era para dormir allá ustedes y sus hormonas.

- Si aja y yo nací anoche.

- Hiciste de todo anoche menos nacer.

- ¡Susan!.

- Buenos días.

- Buenos días Kerim - no puede ser creo que nos escucho, no quería darle la cara pero el se paro enfrente y me extendió una botella de agua y las pastillas, le agradecí casi en un susurro que no se si escucho. Se despidió y se fue hacia donde estaba mi padre.

- Ujumm y después lo negamos.

- Ya déjalo vamos a la playa.

- Vamos.

El Socio De Mi PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora