OH, HERMI

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—Alumnos, tenemos la filmación de sus obscenidades. Y el hecho de que no le veamos las caras no quiere decir que no vayamos a identificarlos. En estos precisos momentos la película va camino al Ministerio de Magia en donde hay aurores especializados en este tipo de delitos. Si se entregan ahora mismo, podrán evitar enfrentarse a cargos penales.

Era la voz de la Directora McGonagall quien hablaba por los altoparlantes del castillo. Los muchachos, Theo y Blaise, se hallaban en el taller de escobas revisando por última vez al Fusilazo Estelar, cuando la escucharon. Trataron de no mostrar temor, pero solo de pensar lo que sus padres le harían o que tal vez no pudiesen graduarse, los hacía analizar lo que habían hecho.

—¡Ey tranquilo, Zabini! Tu culo salió tan blanco como el mío...—dijo Theo a su amigo, tratando de tranquilizarlo.

—Suerte lo del hechizo... pero..

—Así que los graciosos habían sido ustedes, ¿no? —Harry Potter salió desde una de las puertas laterales del taller y los miró atentos. Luego rió y los chicos entendieron que él no los iba a delatar.

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Bien, animales mártires del estudio, a pesar del escándalo del sábado pasado, en donde lejos de ser el ejemplo del mundo mágico, salimos como los más «cara pálida» del occidente gracias a tres culos que se mostraron en las pantallas...

(Todavía algunas preguntan por ahí, que quién era el dueño del culo de la derecha... ¡Ja, ja, ja!)

Nuestra querida Directora ha dicho que no pueden pagar justos por pecadores y les ha regalado una nueva actividad, muy al estilo muggle. Ya saben, por eso de crear lazos y de que conozcamos su mundo. Así que hoy viernes y mañana sábado, tendremos un espacio en el estadio de Quiddich en donde se instalará, como lo llaman los muggles, un «autocinema»... Bueno aquí le llamaremos algos así como «escoba-cinema», pues están autorizados a usar escobas para poder ir... aunque yo les aconsejo que usen una buena manta hechizada y así podrán estar más cómodos. Verán la película que tiene fascinados a las semillas de maldad muggle, llamada «American Pie»... ya saben, una trama relacionada con chiquillos estúpidos buscando su primera vez... Sí, ya sé... algo similar pasa por estos lares...

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Astoria, Daphne y Ginny llegaron juntas al campo deportivo. No iban en escobas, ni siquiera pensaban ver la película, la idea era pasarla bien un rato. Junto a ellas iban, Theo con Luna y Goyle. Detrás venía Harry a buscar a su novia, a quien tomó de la mano y se la llevó. Goyle, haciéndose pasar por el seductor del año, se acercó a Astoria, pero está dio un sonoro bufido y rodó los ojos.

—¿No te das cuenta? ¡Acá no hay nada para ti! —bastante molesta tomó del brazo a su hermana y se alejó del lugar. Goyle resignado miró a Theo como preguntando qué hacer. Este último no dijo nada y se sentó en el suelo con Luna.

—Es un agrado estar acá. Si bien estamos afuera... la nieve no nos toca y tampoco nos congelamos —dijo Goyle sentándose al lado de la pareja.

—Un excelente hechizo, nada habría resultado si estuviéramos con la nieve hasta el cuello —opinó Theo, no de muy buena gana. Goyle estaba haciendo corto circuito... si no se iba dentro de unos minutos, haría aparecer un violín y se lo pasaría para que le tocara la serenata...

—No entiendo por qué antes no aplicaban este hechizo cuando se jugaba quidditch —añadió Luna y los chicos se quedaron pensativos.

Un poco más alejados, estaba Hermione junto a Draco sentados en una manta, intentando ver la película. Draco, que no pretendía poner atención al film, le tomó la mano y le besó el cuello suavemente. Ella se alejó y él sintió que Hermione todavía estaba enfadada.

Grease in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora