- ¿Algún problema mi niña? - preguntó Tiz con una sonrisa despreocupada.
- S... No, nada - Selene retomó la compostura y esbozó una sonrisa.
-¿Estás segura? Te ves algo pálida - la rubia puso su mano en la frente de su contraria - Deberías comer algo, o dormir, no luces nada bien -.
- Emm... ¿gracias? - dijo mientras daba un paso hacia atrás alejándose de Tiz - pero yo me siento bastante bien, aunque si tengo algo de hambre y... muchas preguntas -.
- Con que muchas preguntas ¿eh? Podría ayudarte con eso, pero primero vamos a comer - pasó su mano por la espalda de la adolescente y la empujó, guiándola hacia el comedor - Dime, ¿cuál es tu comida favorita? -
- Oh, emm... me gusta mucho el sushi - miró incredulamente a su acompañante y siguió caminando.
- ¡Ay! - Tiz dió un pequeño salto - Aquí no comemos sushi pero tenemos otras cosas que se asemejan y puede que te gusten - se quedó unos segundos en silencio pensando y siguió caminando empujando a la chica a su lado, mientras J iba detrás de ellas.
- Ustedes dos me hacen sentir ignorado - Dijo Joaquín alcanzandolas rápidamente y situándose al lado de la joven Selene.
- Bueno, cariñosito. Ya sabes que vas a comer con nosotras así que no debes sentirte así - lo miró con una sonrisa sin parar de caminar.
Selene soltó una carcajada imposible de evitar - ¿cariñosito? - volvió a reír mientras pequeñas burbujas se divisaban frente a su boca, y así siguió, intentando calmarse hasta llegar al comedor. Ya le dolía el estómago de tanto reír pero hacía mucho no había reído de esa manera.
- Oie, calma. No soy tan tierno como parezco - J alargó su cara y le dió suaves palmadas a Selene para que se calmara y respirara.
- Es que es inevitable - comentó la castaña tocándose la barriga mientras la risa se iba extinguiendo.
- ¿Si ves mamá?, Ocasionas que una linda chica se burle de mi - respondió negando con su cabeza el pelirrojo.
- No te quejes mi amor, de pequeño te encantaba que te llamara así - Tiz miró a su hijo con cara de "no te quejes".
- Alto, alto, alto - Selene formó una "X" con sus manos y las situó frente a ella, deteniéndose - ¿ustedes son Madre e hijo? - preguntó confundida mirando a ambos personajes.
- Si, lastimosamente ella es mi madre - J dió un suspiro y se acercó a los cajones, del cual sacó implementos para la mesa. Los organizó sobre esta y entró por otra puerta que figuraba era la de la cocina.
- ¡Hey! - Tiz le pegó en el brazo a su hijo un tanto indignada - Todo lo que tienes te lo he dado yo - tomó una silla y la alejó de la mesa para que Selene se sentara, está accedió a sentarse un poco desconfiada, Tiz la empujó y luego ella se sentó en la silla frente a Selene.
- En un momento mi cariñosito traerá la comida, pero ¿puedo preguntar algo antes de que comiences a preguntar? - la rubia miraba fijamente a la chica de ojos grisáceos.
- Supongo que si - respondió indecisa la joven - adelante, pregunta - dijo después, con más seguridad.
- Es una pregunta un poco tonta, pero me llena de curiosidad - Tiz soltó una pequeña risa - ¿por qué llamas a mi hijo Joaquín? - su mirada era profunda y su cuerpo lucía relajado.
- Bueno, la verdad, el me dijo que lo podía llamar "J", pero para mi sonaba raro, entonces el primer nombre con J que pensé en ese momento fue Joaquín - respondió sinceramente la castaña.
-¿Por qué ese fue el primer nombre que recordaste? - Preguntó la rubia nuevamente, intentando saber sobre Selene.
Los labios rosas de la chica de ojos color plata se quedaron estáticos un par de segundos, cuando por fin se abrieron para pronunciar palabra alguna, llegó J interrumpiendo la conversación de las dos mujeres.
Se acercó con dos bandejas que contenían elementos raros para la pequeña chica, ella observó curiosamente la comida sobre la bandeja que habían dejado frente a ella, también vio una hermosa flor junto a la comida decorando la bandeja color aguamarina.
Cuando J trajo su comida y se sentó junto a su madre, Selene esperó a que alguno de los dos comenzara a comer para ella iniciar a comer también.- Ya puedes comenzar con tus preguntas, pequeña colorida - Dijo Tiz al terminar de masticar su primer bocado y miró a Selene esperando que esta comenzara con su sesión de preguntas.
- La primera pregunta es estúpida, pero aun así no puedo evitar no preguntar. ¿Como podemos comer bajo el agua sin que la comida salga volando o se mueva? -preguntó Selene abriendo los ojos emocionada por la respuesta, le llenaba de mucha curiosidad la razón.
Tiz rió un poco - Esas preguntas mi niña, sin duda eres alguien especial, la razón es que la casa tiene un sistema especial. El agua de aquí dentro no es como el agua que encuentras al salir de la casa. El agua se mantiene más quieta, más estática, es mas tranquila y no tiene tantas ondas como las que puedes encontrar fuera. Ocasionando que la comida se mantenga en su plato y no se descomponga ni nade por cualquier lado. Además de que lo que comemos es producido aquí, bajo el mar, de esa manera los ingredientes no se descomponen dentro del agua, pero fuera de ella si, por supuesto, si sobrepasa el tiempo establecido. Para la mayoría de alimentos, son unos minutos y se descomponen como si metieras una hoja de papel en el agua - Explicó Tiz tranquilamente a su invitada.
- WOW, me esperaba algo más resumido pero entendí bien de todas formas. Y es genial como sucede eso, dónde yo vivo no sucede nada de ese estilo, creo - guardó silencio unos segundos y tomó un pedazo de comida; algo que parecía algún fruto dentro de algún alga con un complemento "Como un sushi submarino" pensó al verlo detalladamente. Se veía raro para la chica nueva, pero, a la vez le daba curiosidad. Masticó y tragó - Esto sabe muy bien - dijo terminando de saborear - pero no me digan que es porque quizás luego ya no me guste - tomó otro bocado y repitió la acción, eso sabía delicioso y a su paladar y estómago les resultó exquisito, sin contar el echo de no haber comido durante más del tiempo del que estaba acostumbrada.
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La verdad detrás de los ojos
FantasiNo soy una niñita, no soy una ingenua, no soy una idiota y mucho menos una cualquiera. Cada quien es único, no escogí mi ADN, tampoco quién ser, simplemente nací así, con esta familia y con todo esto. No soy la misma persona que conociste aquel día...