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a ñ o s d e s p u é s


Era el cumpleaños número seis de Ariel.

Lydia decoraba la casa con ayuda de Allison ya que enseguida llegarían los amigos de su hija y aún le faltaba el pastel.

¿Adivinen quien era el encargado de buscar el pastel? Sí, Stiles.

-Maldita sea, voy a asesinarlo -gruñó Lydia dejando en la mesa los cupcakes que había hecho.

-Te dije que con Scott iba a distraerse, era de esperarse -dijo Allison.

Ariel apareció de la nada con su disfraz de sirena y modeló para ellas.

-Te ves hermosa, cariño -suspiró Lydia, emocionada.

-¿Abuela, tía? ¿que dicen? -preguntó la pequeña moviendo sus rizos.

-Preciosa -contestaron las dos al mismo tiempo.

El sonido de la puerta captó la atención de Ariel, quien volteó la cabeza en esa dirección y corrió al ver a Stiles junto a Scott.

-¡Papi! -lo abrazó.

Stiles la cargó en sus brazos y le dio un beso en la mejilla.

-Tu tío y yo acabamos de cocinar un pastel para ti, princesa.

-Mentiroso, lo compraron en la pastelería de la esquina.

-Shh, es un secreto -susurró el castaño y ella asintió soltando una risa.

Lydia miró la escena con ternura y se acercó a ellos con una sonrisa. Depositó un beso en los labios de Stiles y tomó el pastel que Scott traía en sus manos.

El timbre de la casa sonó y la pelirroja se apresuró a dejar el pastel en la mesa de dulces. Por poco tropezaba y caía encima de todo.

Ariel recibió a los invitados acompañada de Allison. Isaac y Kira atravesaron la puerta con unos grandes paquetes con regalos.

-¿Donde está la cumpleañera? -preguntó la castaña sonriente.

Ariel comenzó a dar saltitos de la emoción y abrazó las piernas de la chica.

-¿Y para mí no hay abrazo? -preguntó Isaac fingiendo estar ofendido.

La pequeña lo miró con una ceja alzada se acercó a él, quien la levantó del suelo haciendola volar.

-¡Isaac! -gritó Lydia alarmada.

-¡Lydia! -se burló y plantó un beso en la mejilla de Ariel -. Feliz cumpleaños, hermosa.

Volvió a dejarla en el suelo y le entregó su regalo. La niña lo recibió dando saltitos para luego guardarlo en el "baúl de regalos" que ella misma había decorado.

-Gracias, tío -sonrió y luego se dirigió a Kira -. Gracias a tí también, tía.

Miró entre las piernas de esta y gritó.

-¡Mis amigos! -salió disparada hacia la puerta.

Esta vez fue Lydia quien recibió a los niños, saludando a las madres incómodamente, ya que la gran mayoría era diez años más grande que ella.

En menos de cinco minutos la casa estaba repleta. Hayden, la compañera de trabajo de Lydia, había llevado a su novio para presentarselo, ya que la pelirroja insistió.

Liam no tardó en unirse al grupo donde los chicos debatían si echar o no al niño que hablaba animadamente con Ariel.

-Está invadiendo su espacio personal -dijo Stiles sin quitar los ojos del pequeño.

-El mocoso le tomó la mano -alertó Scott señalándolo -. Stiles, trae el bate.

Isaac no pudo evitar soltar una carcajada.

-Entonces... ¿tú eres el padre de Ariel no? -preguntó Liam. Hayden lo había obligado a ir a la fiesta sin explicarle nada y estaba algo perdido.

-Si -contestó el castaño sin quitar los ojos del niño. Scott sonrió mirando a su amigo.

-Es muy simpática, cuando llegué me abrazó. Ni siquiera sabe quien soy pero ya me llama tío -agregó el rubio.

-Ella tiene un serio problema con eso -rió Isaac -. Le dice tío a todos los que vienen a la casa, incluso al repartidor de pizzas.

Los cuatro rieron y de pronto las chicas aparecieron a su lado.

-Veo que ya se amigaron con cara de bebé -dijo Hayden, ganándose una mala mirada de Liam.

-Te dije que no me llames así -susurró molesto.

Kira le entregó un cupcake a cada uno y enseguida se sentó junto a ellos.

-La fiesta es perfecta... -sonrió y los demás asintieron concordando.

Ariel se veía feliz enseñándole su disfraz de sirena a todos y jugando con sus amigos.

Allison se acercó a ellos con una expresión preocupada.

-Hay alguien afuera, ¿invitaron a alguien más?

Stiles y Lydia negaron. La pelirroja se levantó para dirigirse a la puerta, la abrió y se quedó congelada. Un chico bajaba de una moto al mismo tiempo que se quitaba el casco.

-¿Y ese quién es? -preguntó Stiles.

Lydia trató de contestar, pero no le salían las palabras. Se encontraba boquiabierta, contemplando al chico que se acercaba con una sonrisa de oreja a oreja.

Allison soltó un pequeño grito ahogado al reconocerlo.

-Mierda.

guerra de papás | twDonde viven las historias. Descúbrelo ahora