Capítulo 9

939 47 0
                                    

9.

"Tal vez te acostumbraste demasiado a tenerme siempre a tu alrededor..."

-¿Puedes explicarme qué pasó?
-Estoy aún molesto _____.
-Christian, dimelo ya.
-De seguro él ya te lo dijo, déjate de rodeos -me respondió con molestia y me encamino hacia la cocina.
-Si, pero si es pasado ¿por qué te empeñas en recordarlo?
-Porque Katherine fue especial en mi vida.
-¿Lo sigue siendo? -pregunto tomando algo del refrigerador.
-Te he dicho que fue.
Le sonrío nerviosa y me mira.
-Quiero que vengas a Holanda.
Sus palabras me aturden los oídos. No puedo viajar a Holanda y dejar todo aquí a medias. Mi trabajo, mi vida... Guillermo.
-No puedo.
-Si puedes ___. ¿no tienes ganas de ver a nuestros padres?
-Si pero tengo trabajo.
-Mira, me quedare hasta el próximo Domingo. Hoy es sábado, piénsalo.

Traté de comprender con el paso de los días si era buena idea huir de Guillermo durante un tiempo. No me apetecía querer probar la absurda idea pero sinceramente él me saca de quicio siempre que puede. Le quiero tanto que le perdonó pero no siempre puede ser así.
Ahora que ha dejado a Katherine nuestra relación ha sido de lo más maravillosa. Pero desde que Christian llegó ha sido un problema.
Bebo de la taza de té que está sobre la mesa y me limpio la boca con una servilleta. Guillermo me sonríe sin quitarme la vista de encima, me muero por reírme a carcajadas por su preciosa mirada. Me encantan sus arrugas.
-¿De qué te ríes? -me pregunta.
-De nada, tranquilo -le doy un mordisco a la galleta.
-¿Tú hermano ya se fue?
Al escucharlo mi mandíbula se tensó. No sabía que hacer... Que responder. No le he contado sobre mi posible ida hacia Holanda. Detecto problemas que causarán daños.
-Se va el jueves.
-Vaya, le quedan tres días.
-Lo sé. Guillermo... -pone toda su atención en mi y me pongo más nerviosa-: me iré un tiempo a Holanda.
-¿Qué? -me mira anonadado-. No te puedes ir ____.
-¿Quieres venir? -las palabra salieron de mi boca.
-¿A tu hermano le agradará la idea?
-A la mierda Christian -resoplo- quiero que conozcas a mis padres.
-Claro, ___. Por mi encantado pero tengo un trabajo muy importante que necesita consultarse todos los días sin salir de la ciudad. Aprecio tu oferta y desearía conocer a mis suegros pero... No.
-Está bien.

*

Me despido de Alex besándole la mejilla. Al final llegamos a un acuerdo sobre cuidar mi boutique. Al final lo abrazo y alguien me espera en el coche negro que está a las afueras del lugar. Sonrío al verlo. Guillermo con sus camisas blancas de lino me tienen loca. Lo extrañaré demasiado aunque tenga que esperar una semana para volverle a ver.
Subo y él conduce.
Llegamos al aeropuerto y está Christian esperándome juntó a sus maletas. Christian lleva mi equipaje con el brazo izquierdo y con la mano derecha me lleva de la mano.
Mi hermano al vernos, gira sus ojos poniéndolos en blancos. Quizás sean celos de hermanos o probablemente coraje. Espero y sea la primera.
Beso a Guillermo muchísimas veces sin contarlas. Patético pero de verdad, así es.
-Te voy a extrañar, cariño -dice entre besos. Podría apostar que toda la gente nos está viendo.
-Yo también -le tomo con los dedos: índice y pulgar los cachetes para aplastarlos.
Sonríe y sus ojos se arrugan.
-¿Te he dicho que me encanta que tus ojos se arruguen? -le digo sonriendo.
-Diría que más del millón.
-Me alegro que te quede claro.
-Hey ___. Ya es hora -me grita Christian a lo lejos.
-Creo que es hora -dice y me vuelve a besar- te voy a esperar.
-Me parece bien -le respondo y le vuelvo a besar.
-Saludame a tus padres, amor.
-Lo haré.
Mientras más me alejaba más se acercaba.
-Llámame cuando llegues -dice y se acerca completamente a mi para besarme. Me estaba besando.
Cuando me soltó el rostro volví mi vista hacia Christian que nos miraba con ojos de recelo. Le dije adiós con la mano a Guillermo y se quedo parado ahí mientras me alejaba.

*

Horas después estábamos en Holanda. Mi trasero adolorido se levantó del asiento del avión.
Al ir buscando la salida del aeropuerto me topo con mi madre. Sorprendidas nos abrazamos y le digo:
-¡MAMÁ! -grito con felicidad.
-¡Hija mía donde te habéis metido!
Aún viviendo muchos años en Holanda mi madre conserva su acento español.
-Donde me he criado madre, donde más.
Ella sonríe.
-¿Y papá? -pregunta Chistian abrazándola.
-Está afuera cariño. Os esperamos durante un largo tiempo para la hora que diste Christian.
-Madre, ya me había acostumbrado a la diferencia de horario.
-Sh, sh. No me rezongue.
Le calló mi madre y el obedeció.

Cuando por fin encontramos la salida mi madre tenía razón. Papá nos esperaba en su auto afuera del aeropuerto. Mamá subió adelante y Christian y yo atrás. Ambos le saludamos sonrientes pero llegando a casa le soltaríamos un abrazo grande. Yo más.
Durante el camino parecíamos pericos cantores. Nada nos hacia callarnos.
-Adivina con quién está saliendo ____.
Le dice Christian a mamá y papá.
-¿Con quién? -Pregunta mi padre y le da un bocado a su gran estofado?
-Guillermo Díaz. ¿se acuerdan?
-¿Guiermo? -pregunta mi padre.
-Él chico que le robó la novia a su hermano -dice con repudio
-Guardad tus absurdos comentarios hermanito. Dejad el tiempo pasado fuera de tu vida. Vive el jodido presente.
-¡Pero cariño que haces con ese sujeto! -pregunta mi madre.
-Le quiero.
Le respondo y queda anonadada.
Le hago una leve llamada. A Guillermo diciendo acerca de mi llegada y mi recibimiento. Sonríe mucho al tocar el tema sobre él y lo ignora.
Con un poco de sueño de tanto viaje, mi trasero adolorido busca un cuarto con pintura y decorados color rosa. Por fin lo encuentra y ahí estamos. Durmiendo sin más pensar.

Eres mi mayor recuerdo (willyrex y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora