Sus Errores

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Oí el molesto sonido de las cortinas corriéndose. Nana estaba en casa... Eso era un maldito y completo hecho.

-¡Despierten!- dijo y noté a ambos chicos a mi alrededor abrazarme aún más. Podía sentir con claridad la pausada respiración de Hoseok en el hueco entre mi cuello y hombro, me apretó entre sus brazos y yo me acurruqué aún más en el pecho de Nam.

-¡Arriba!- dijo Nana y abriendo las demás cortinas de la casa.

-Ay... Ya voy- me quejé y noté las suaves caricias de Nam por mis brazos.

-Ya la oíste princesa, arriba- Susurró con la voz ronca y queda, depositando un suave beso en mi frente. -Vamos bonita, arriba~-  volvió a repetir y yo no pude más que abrir los ojos. La luz me dió de lleno a los ojos, cegandome momentáneamente.

Cuando al fin pude acostumbrarme a la claridad, levanté mi mirada y miré al chico de piel morena a mi lado. Me sonrió y yo no pude más que sentirme derretir.

-Si no fueras gay, te besaría ahora mismo- comenté y el río.

-Yo no soy gay, besame a mi- oí la voz de Seok a mis espaldas, justo sobre mi cuello.

-No.- respondí y oí la risa de Nam una vez más. -Y no empieces con tu aegyo, Ho, por favor. Te golpearé...-

El chico me obligó a girarme entre sus brazos, despegandome de Nam. Me miró a los ojos y comenzó a hacer ese maldito aegyo...

-¿No entiendes lo que es No, Jung Hoseok?- pregunté antes de estirar sus mejillas tanto, que se tornaron rojas.

Me levanté finalmente tras unos minutos de tortura para aquel chico. Me encaminé a mi dormitorio y tras asearme, me vestí para ir al colegio. Ya saben, el maldito típico uniforme.

-Deja de mirarte al espejo o lo terminarás rompiendo~- Sonrió Nam, apareciendo detrás de mi en el baño.

-Me encanta como pasas del amor al odio- respondí con sarcasmo. El chico dejó un beso en mi mejilla y finalmente, tomando mi mano, me guió al comedor.

Nana, al verme, me abrazó con fuerza.

-Preciosa, como siempre- sonrió la mujer y yo alcé una ceja antes de mirar a Hoseok. El chico me dió una sonrisa burlona y me echó la lengua.

Infantil de mierda...

-Me amas, admitelo- sonrió una vez más antes de morder la gran tostada plantada frente a él.

Nana los veía como mis hermanos, otros dos de sus cuatro hijos. Era una mujer simplemente encantadora, con una sonrisa preciosa y una positividad contagiosa, tanto como J-Hope/Hobie/El idiota sentado justo frente a mi.

Desayunamos  entre pequeñas risas y comentarios de ambos chicos sobre sus planes del fin de semana. Todo parecía bien, hasta que... salimos hacia el colegio.

-¡Cuidado!- avisó aquella tan conocida voz y Nam me atrajo a su cuerpo una vez más.
Mi mochila bajó hasta mi brazo y miré al chico en la bicicleta.

-Vaya... Un nerd pisa tu puerta, _________- sonrió Nam sin pizca de buen humor en su voz.

-¿El chico de la otra noche?- preguntó Hoseok, mirando al asustado chico.

-¿Se puede saber que mierda haces aquí?- preguntó Nam tomando el manillar de la bicicleta. Jimin pareció hacerse aún más pequeño sobre el asiento de la bicicleta.

Cuando vi que Nam se acercó un centímetro más al chico, apreté mi agarre en su abrazo. Mi mejor amigo me miró anonadado y se alejó de él.

-¿Qué?- preguntó sin entender el más alto.

-Dejalo ya...- dije sin ganas antes de mirar al chico de grandes mejillas redondas, se acomodó las gafas nervioso e intentó sonreírme. -Buenos días, Jimin...-

-Hola...- sonrió tímido.

-Es un error el que hayas venido hasta aquí, ¿lo sabes, verdad?- dije, sonando más amable de lo que intenté sonar...

-Lo sé, solo... Emm- tartamudeó nervioso, apretando los agarres de la bicicleta. -Me preguntaba si quieras que te llevara...-

Estuve a punto de responder cuando Nam gruñó por lo bajo. Lo miré sin dar crédito y el no se quedó atrás.

-¿De verdad te juntas con esta rata de biblioteca? Me decepsionas.-

-Si al menos hubieras intercambiado dos palabras con este niño, sabrías que no es tan malo. ¿Sabes?-

Ay no.
Eso sonó como si lo estuviese defendiendo...

Mierda.

Mierda.

Volví mi mirada a Jimin y, sin emitir una palabra más, caminamos los 4 hacia el colegio. El chico de cabellos negros y mejillas grandes sonreía en silencio mirándome,sin embargo, esa sonrisa se borraba al notar la mirada de Nam sobre él.

Hoseok nos observaba curioso a mas no poder. Era todo un teatro para él.

En cuanto llegamos al colegio, todos nos miraron sin creer lo que veían. Seok se encaminó a su clase mientras que Nam no dejaba de fulminar con la mirada a Jimin.

-No quiero volver a verte cerca de ________.- amenazó Nam con la voz más profunda que pudo crear. Jimin lo miró asustado, más no dijo nada, bajó la mirada y dejó su bicicleta en el estacionamiento...

-Dejalo ya, Nam. Jimin no es un mal chi- comencé a decir antes de que el de piel morena me interrumpiera.

-¿Sabes que? Quedate con él, juntate con los más débiles- bramó Nam y yo sonreí al verlo actuar de esa manera. Era realmente infantil cuando quería.

-¡Te quiero!- dije lo suficientemente alto como para que él me escuchase. Levantó su derecha y enseñó su dedo medio, claramente hacia mi.

Jimin se acercó a mi cabizbajo una vez más.

-Se fue por mi culpa, ¿No es así?-  preguntó, formando un mohín en sus labios.

-No, no es tu culpa. Simplemente es un idiota, no le hagas caso- palmee su hombro y lo acompañé a clase.

-Tengo Historia ahora...- sonrió de tal forma que sus ojos se transformaron en dos media lunas y agitó su mano en símbolo de despedida.

No se por qué, pero...

Tomé su mano por instinto y, lo guié hacia a algún lugar.

-¿A donde vamos?- preguntó, acomodándose las gafas de pasta, intentando seguirme el paso.

-Serás por primera vez un, Bad Boy- le Sonreí y, juntos, subimos las escaleras hacia la azotea.

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No odien a Nam D':

Bais ❤

Mila

You are my Bad Girl -Jimin x Fan- (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora