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Frío

Las canciones de amor conforme pasa el tiempo se vuelven indedicables. La mayoría son hechas para encajar con todos, porque al final, ¿quién no ha sentido amor? Es universal, por tanto, sus canciones deben serlo. Al principio, todas las relaciones son similares, te enamoras, pero no entiendes bien de qué o por qué, sólo sientes y las letras de "me haces sentir en el cielo" o "late mi corazón tan rápido" son clichés. Luego pasan los meses, los años y vas entendiendo que lo que te hace amar a alguien son las particularidades, eso que no encontrarás en nadie más: la temperatura de sus manos cuando te toca, el lunar que estás segura que sólo tú has besado, su manera de tomar las cosas, de qué color son sus ojos cuando está triste. Cada quién tiene una particularidad que se vuelve un todo. El amor duradero es eso, un conjunto enorme de detalles únicos. Por esto, conforme pasan los años las canciones de amor, no son para ustedes porque no entienden los detalles que te hacen amar a esa persona.

Las canciones de amor son anticuadas para nosotras, cuatro años de asirnos una a la otra con los dientes, de acumular detalles que nos volvieron un todo. Después de esta travesía que he recorrido a su lado, sólo una canción de amor fue válida, porque fue una promesa que se dijo bajo la luna de México.

Bajo la luz del sol radiante, como si estuviera receloso de dárselo a alguien más, la arena de Cancún se parecía demasiado al lugar "dónde pasé las vacaciones de invierno". Después de que ella se fuera del grupo teníamos que parecer polos opuestos, y fue cuando le propuse a Lucy ir a esquiar. El hielo perpetuo de las montañas de Nevada seguía pegado a mis huesos. Los primeros movimientos en el clima cálido del sur de México parecían forzados, estaba todo mi cuerpo congelado, podía sentir que mis articulaciones dejaban un pequeño rastro de nieve sobre los músculos. Tomé un taxi y le di la dirección.

Fueron seis horas de vuelo sintiendo que había más ojos de lo normal observándome, viendo que rompía las reglas, era como si ellos tuvieran la posibilidad de llamarle a Tara y decir que estaba escapando. Había tomado las fotos necesarias para que fuera creíble la distancia, estos climas dispares, alejados uno de otros, polos opuestos; como el Sol y la Luna.

El taxi pronto dejó la ciudad atrás, tomando una carretera que bordeaba el océano, dentro del coche seguía haciendo frío, y es que estaba dentro de mí. Se había instalado entre mis huesos desde que la fecha se acercaba y ella tenía que irse, lejos de mí, de las chicas, de Fifth Harmony, que ahora era un nombre estúpido con cuatro integrantes. Todo iba a cambiar, ahora yo iba a ser la cara de este grupo con nombre irónico, y es que el simple hecho de que me mencionen a lado de él, es como si me recordaran que ella ya no está conmigo. Sabíamos de antemano que inevitablemente iba a pasar, con la llegada de Roger sólo se acentuó el hecho, pero vivir el día, imaginar que la fecha límite nunca llegaría, que moriría Fifth Harmony como nació, era mejor. La esperanza nacida de la estupidez.

Recuerdo bien el día en el que me dijo la fecha en la que se iba. Fue el ocho de septiembre. La tarde entera me la pasé observando un punto fijo, sin creer que teníamos fecha de caducidad, esa noche no me pude controlar y lloré en No Way, me destrozó pensar que podía ser nuestra canción de nuevo. La distancia ficticia que estábamos forzadas a mostrar frente a las cámaras se haría real. No más noches riendo hasta la madrugada, no más besos sobre los lunares de su espalda, no más ella siendo ella frente a mí. Iba a ser más complicado, lo sabíamos. Ella escribió: "even when we're not together, scars on my body so I can take you wherever", sabía que esto era cierto, porque las relaciones largas no sólo dejan detalles, dejan cicatrices imborrables. Pero con la vida que tenemos, giras, entrevistas, promociones, crearían de la distancia un auténtico calvario. Tenía miedo, no estaba segura de nada, sólo sentía el puto frío en los huesos. Y así continuaría, ¿por qué escogimos esta jodida vida?