Capítulo Uno

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En la National Gallery of Arte de Whashington Dc. predominaban los techos altos, el suelo de madera y la arañas de cristal que impregnaban de luz el lugar. Todo era elegante. Sobrio. Y sumamente aburrido. Aquel lugar era un monasterio que solo lo salvaba las pinturas esparcidas en las paredes. Según Dylan, que estaba absorto en ellas ignorando a las mujeres que se quedaban mirándolo con la boca abierta.

No todos los días se veía por ahí al arquitecto de un rascacielos muy famoso en New York. O el creador de una residencia de celebridades.  Dylan gozaba de aquella fama que para el era una forma de vida. Y que para ser sincero, poco le importaba. Él, era de las perdonas que trabajaba para ser alguien y subsistir. La fama era algo que iba y venía. Aquello no duraba para siempre. Y como todo en la vida, de nada servía aferrarse a algo que escaparía de entre sus dedos.

Dylan continuo caminando con una mano en el bolsillo de su pantalón negro y con la otra sosteniendo una copa de champán. Hubo un momento en el que se detuvo y contemplo una de las pinturas que estaban en el centro de tres y tenia como nombre "ENTREGA" en italiano "COSEGNA". Era una pintura fantástica. Muy acorde al tema de todas las obras.

El Erotismos sin reservas.
En esa pintura se veían a tres personas en un acto sexual. Un hombre alto sostenía en sus brazos a una mujer que tenia las piernas alrededor de su cintura y que tenia la espalda arqueada al máximo para alcanzar con la boca el sexo de un segundo hombre que tenía la manos sobre un abdomen. La pintura era hermosa y lo que capturaba tu atención, sin dudarlo, y que te hacia volar la imaginación era el efecto de espejos detrás de ellos. Y no solo se reflejaban ellos tres. En el espejo había dos hombres mas y una mujer que los miraban sin expresión dado que el rostro de ningún participante era visible.

Dylan respiro profundamente sin dejar de mirarla y decidió que esa pintura se iría con el a casa.
-Hay personas  que no respetan el arte erótico.- dijo una voz femenina con un suave acento italiano. Dylan se giro en busca de la voz y se encontró con una alta y hermosa morena igual o incluso mas erótica y sensual que el cuadro que antes admiraba. La mujer, alta y pelinegra de suaves facciones tenia la vista fija en la pintura  mientras se llevaba la copa  aquellos labios rojos y apetecibles.- Creen que es un insulto a la sexualidad cuando es todo lo contrario. Es...veneración.- Dylan que tenia la vista fija en ella sintió como se erizaba y se le secaba la boca cuando ella ladeó su rostro y fijo sus oscuros y fascinantes ojos azules en el.-Soy Margaret, por cierto.

-Yo soy Dylan Collins.
-Mmm. Si. -Respondió visiblemente ajena a su reconocido nombre.- Como te decía, Dylan. El erotismo es negado en todo acto sexual cuando el sexo es erotismo. Entrega. Pasión. -Dijo y sonrió.- Nos cohibimos de sentir. Ellos...- Señalo el cuadro.- ...sienten y disfrutan. Mucho.- añadió.

-Eso...parece.
-Es obvio a simple vista.
-Eres tu.
-¿Que?- Ella sonrió o simplemente inclino hacia arriba la comisura de sus labios; daba igual. Dylan lo tomo como una sonrisa

- Tu...eres de las personas que se cohíben de sentir por miedo a la critica.
-Eso no es cierto.
-Lo es. Pero ¿Sabes que? hay personas te ayudarían a abrirte.
-Usted...
-De eso hablo.- le interrumpió.-Cohibición. Respeto. Cosegna.- dijo en un suave y suave italiano.- Capirai. Un assagio, Dylan.-  Después, la mujer llamada Margaret se giro y se fue, como había venido. Cuando Dylan se dispuso a seguirla  la encargada de la galería, la Señora Heather Learjet llego hasta el y con una sonrisa le entregó un folleto negro cerrado y atado con una cinta de seda roja. Muy acorde.
-Señor Collins, nos honra tenerlo aquí y nos gustaría contar con su presencia en la próxima exposición de nuestra fabulosa artista.

-Veré si tengo tiempo.- dijo distraído buscando con su clara mirada a Margaret, pero esta había desaparecido haciendo que la decepción de Dylan creciera y se alojara en sus estomago.

-Ya que la a conocido de seguro se sentirá atraído tanto de ella como de sus fabulosos obras. -Dylan se giro se hacia ella y le fruncio el ceño.

-¿Ahora que la e conocido?- pregunto.

-A la artista. A Margaret. Lo e visto charlando con ella. Si quiere adquirir algún cuadro puede hablar conmigo. Margaret aborrece las negociaciones y solo viene a exhibición y a colocar cada cuadro en su lugar.- Después de esto, la Sra. Learjet se disculpo y lo dejo a solas para atender a  otras personas.

Cuando Dylan se quedo solo con su confusión sintió en sus manos el folleto que antes le habían entregado y lo abrió encontrándose con la mujer que lo había capturado.

Margaret I. Nicolasi.
Tela di Cosegna.
Nacional Gallery Of Art.

Hola, soy una nueva escritora y utilizo la cuenta de mi hermana para subir esta, mi primera historia. Espero que les guste y si hay algo que creen que se puede cambiar COMENTEN, acepto las criticas constructivas, siempre que sean bien dichas.
Gracias por leer.
ATTMELI BOLAÑO.
10:24PM.

EL SUSURRO DEL SUMISO-PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora