Capitulo12

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-Pues es una pena-

Harry contuvo el aliento.

-¿Te gustaría eso?- 

-¿Que si me gustaría producirte tanto deseo como para arrancarme del lomo de un caballo y hacerme el amor en el suelo? Por supuesto que sí. Pero como tú has dicho, sólo era un sueño. En la vida real...-

-En la vida real te deseo más que eso-

Ella dio un respingo.

-¿De verdad?-

Harry alzó una mano temblorosa hasta su mejilla y la acarició.

-En la vida real, deseo arrancarte ese vestido ahora mismo. Pero no lo haré. No sería justo para ti-

-¡Pues claro que sería justo!-

Harry lanzó una carcajada nerviosa.

-No, no lo sería-

-Pero reprimirte no sería justo para ti-

Harry deslizó la mano por la parte trasera de su cuello con una suave caricia.

-La justicia no tiene nada que ver con todo esto. Nunca imaginé poder estar así echado a tu lado. Es como conseguir un regalo que no has tenido el sentido de saber que deseabas - le rozó un tirante del vestido-. ¿Qué te ha hecho ponerte esto esta anoche?-

-Me pareció adecuado-

-Lo es- Murmuró él antes de buscar sus labios y besarla hasta llevarla al límite.

Pamela no se había dado cuenta de que Harry había empezado a desabrocharle el vestido hasta que la tela se aflojó sobre sus senos y él se retiró un poco acabando el beso. Entonces, abrió los ojos. La cara de Harry estaba en sombras, pero podía notar su pecho agitado mientras le bajaba la cremallera del todo.

-Párame cuando quieras-

-No quiero pararte-

El corazón le palpitaba como si se le fuera a salir del pecho.

-Quiero que sepas que puedes- Deslizó con cuidado un tirante entre sus dedos arrastrando el vestido hasta exponer sus senos. Entonces se quedó sin aliento-. ¡Oh, Pamela!-

La tendió de espaldas con suavidad y le bajó el vestido hasta la cintura. Entonces lanzó un gemido y sacudió la cabeza.

-¿En qué estás pensando?-

-En que eres más bonita que en mi sueño. Y has estado ahí todo el tiempo...-

A ella se le secó la boca de deseo.

-Toda tapada-

-Sí. Maldición. Todos estos años...-

-¿No vas a... tocarme?-

-Estoy fascinado sólo con mirarte-

Pero por fin dibujó la aureola de su pezón haciendo que se erizara aún más antes de abarcarlo con tanta ternura y cuidado como si fuera una porcelana preciosa. A Pamela le encantó que la tratara así, pero deseaba más. Quizá necesitara demostrárselo. Se arqueó hacia delante llenando su palma con el seno.

-¡Ah, Pamela!-

Inspirando jadeante, Harry bajó la cabeza y se metió el pezón en la boca.

Sí. Pamela le atrajo la cabeza y se alzó hacia su caricia. Oh, sí. Aquella era la caricia por la que había estado esperando, el movimiento de su lengua, la punta de su lengua, la suave presión al chupar que le encendía aquel sensible punto entre las piernas. Sin ninguna vergüenza, le ofreció el otro pecho y él le dedicó la misma atención amorosa que al primero mientras seguía tocándolo.

Cuando ella se retorció sobre la manta, la falda se deslizó hacia arriba. O quizá él la hubiera subido con aquella manera tan sutil que tenía de despojarle de la ropa. Entonces, deslizó la mano entre sus muslos apretándola contra la seda mojada de sus bragas. El dorso de su mano encontró el punto que palpitaba y apretó. Pamela se estremeció y Harry volvió a besarla en la boca antes de apartarse un poco de sus labios.

-¿Quieres que pare?-

-No - Susurró ella jadeante-. Pero yo no... nunca...-

-¿Ningún hombre te había puesto la mano ahí antes?-

-No se habían atrevido-

Harry frotó la frente contra la de ella.

-Pero debes haber hecho esto... tú misma-

-No, lo he leído-

-No es lo mismo-

-Ya lo sé, pero... Prométeme que no te reirás, pero no quería estar sola cuando sucediera-

-¡Oh, cariño! - La besó con ternura en la frente, la nariz, los párpados y por fin en los labios-. No estás sola ahora-

Y entonces, en medio de aquellos besos hechizantes, deslizó la mano por la cinturilla de sus bragas. Cuando ella sintió sus dedos deslizarse por sus húmedos rizos, dio un respingo.

-¿Es eso un "no"?-

Ella empezó a temblar para contener la necesidad de apretar los muslos. Su mano allí era maravillosa, pero la asustaba también.

-Ha sido sólo una reacción-

-¿Debo parar?-

-No, pero esto es tan personal...Harry-

-Sí señora. Lo más personal del mundo-

Deslizó la mano hacia abajo y empezó un lento masaje. A Pamela le costaba respirar cada vez más por el efecto de su caricia.

-Al menos... está completamente oscuro-

-Eso puede ayudar. Al menos a primera vez-

Pamela se sentía como si la estuviera transformando en una masa líquida y caliente.

-¡Oh, Harry!-

Se apretó a sus hombros cuando la tensión aumentó.

-No tardará mucho ahora - Dijo él inclinándose para darle un suave beso en los labios-. Déjate ir, Pamela-

-No sé cómo se hace-

-Tu cuerpo lo sabe. Abandónate y siente - La apretó un poco más-. Justo ahí-

Ella gimió cuando la presión se hizo insoportable y el cuerpo se le arqueó y tembló bajo su mano.

Harry se acercó a su oído para susurrarle:

-¿Te acuerdas de mi sueño? Tú montabas desnuda hacia el río tan excitada que tuviste un orgasmo y entonces yo te arranqué del caballo, te tiré al suelo, te abrí las piernas y...-

Ella gritó cuando las convulsiones la asaltaron oleada a oleada hasta el delicioso alivio. Y todo el tiempo, sin dejar de apretarse contra Harry, el hombre que le había llevado a aquella tierra de magia y había conseguido que pasara aquel milagro. Y él la apretó con la misma fuerza cubriéndole la cara de besos y riéndose con suavidad triunfante.

Harry mantuvo abrazada a Pamela y escuchó con orgullo sus suspiros de satisfacción mientras descansaba en sus brazos. Él estaba tenso, pero podía aguantar la presión.

-Así que te ha gustado-

-Me ha encantado - Su voz era perezosa, sensual y muy diferente de la Pamela que él conocía- Harry, has usado la fantasía, después de todo-

-Tenía que conseguir que pasaras esa barrera- 

-¿Lo ves? La fantasía puede funcionar-

-Me has convertido en un fiel creyente-

Ella suspiró de nuevo.

-Me alegro tanto de que hayas sido tú, Harry-

Proyecto de Verano (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora