Cinderella (Martin Garrix)

IV. Jordan

La velocidad,el sentir a Martijn en mis brazos,y el saber que llegaríamos pronto me relajó un poco. Sobre todo lo último,porque lo demás era un consuelo de tontos.

Escuché el sonido de la música,pero sin distinguir ni una sola nota,sólo un atronador ruido que recordaría el resto de mis días. Martijn aparcó cerca,y creo que olvidé como caminar,mis piernas eran chicle,me quejé mentalmente,mientras con el poco glamour que tenía,bajé de la moto y le tendí el casco al holandés .

Caminé en silencio junto a él,con la mirada en el suelo,encontrando de lo más interesante mis zapatos. Pero para cosas extrañas lo que vi a continuación.

Marie,besándose con un chico,mis ojos iban de la incredulidad a la duda,pero dentro de mi cabeza rubia empecé a atar cabos: Marie + Chico malo Martijn esta tarde vendiendo hierba + ser un cabrón integral= problemas. La suma no tenía mucho sentido,pero ese era el resultado que tenía,problemas. Tanto Martijn como el novio de Marie eran chicos malos. Los típicos bad boys que todas las chicas quieren en su vida. ¿Yo? Bueno,tengo planeado comprarme un unicornio por Amazon y nadie me va a quitar la ilusión.

No quise saludarla,por no estropear el momento de pareja tan Tumblr pero su mirada por un momento se dirigió a mi,y luego al chico al que acompañaba y así repetidas veces. Y es que era para no creérselo,yo no pertenecía a este mundo y Marie lo sabía. Le dirigió dos palabras a su chico y en un abrir y cerrar de ojos se acercó a mi.

—¿Tienes fiebre?—la miré con ojos de no preguntes y ella hizo un puchero demasiado adorable.

—¿Os conocéis?—preguntó el chico de Marie

—Es mi mejor amiga—aseguró la morena.

—Por desgracia —puntualizé con sarcasmo.

Después de esa breve conversación y de que los dos machos alfa se saludasen,Martijn me dijo que nos teníamos que ir,según él tenía planes más ambiciosos esa noche. Sabía perfectamente que mañana le tendía que dar demasiadas explicaciones a mi amiga y que sería una noche inolvidable.

A varios metros de dónde nos encontrábamos había un grupo de chicos—si se pueden llamar así porque daban el pego de asesinos en serie — que llamaron a mi acompañante, entre ellos se reían y se empujaban como si alguien hubiese contado el chiste más gracioso del mundo.

Por mi mal Karma Martijn me llevó hacia ellos,en mi cabeza pasaban mil maneras de salir corriendo,y podría ganarles de hecho,aunque fuesen más rápidos que yo,tenía la suficiente adrenalina en el cuerpo como para derribar un tanque.

—Esto está muerto sin ti imbécil —gritó uno por encima de la estridente música,no la olvidemos,porque yo no lo haré hasta la mañana siguiente,en el instante en el que salga de mi cabeza,con un par de pastillas y muchos ovarios.

—No podéis vivir sin mi—dijo Martijn con arrogancia.

—¿Estás aquí por algún show?—preguntó el que más me llamó la atención,un chico de mediana estatura,rubio con ojos verdes,y labios gruesos. Tenía tatuados los brazos y por la camiseta sobresalían algunos que tenía en el cuello. Este tipo de chicos siempre me ha llamado la atención no preguntemos por qué porque no hay una razón especifica.

—Creo que me quedaré algún tiempo—respondió dubitativo

—Hombre si es por esta belleza,creo que es razón suficiente—exclamó. Yo sorprendida por el halago y aceptándolos de pena me vi en la obligación de responder. Porque sí,porque me habían dado la vela en el entierro y porque me encanta joder.

—Um si,que pena que sea lesbiana —todos el grupo de ...idiotas giraron el cuello mirándome directamente,creo que había llegado el momento de regalar autógrafos. El más sorprendido era Martijn que me miraba como si no entendiese que significaba esa palabra.