Tenía 10 años cuando su mentor su guía y amado padre lord Rupert Graham duque de Weilburg murió de un problema cardíaco que había padecido desde que era solo un niño, pero que jamás había nublado las esperanzas de cumplir con sus sueños más profundos y que con anhelante fe pedía a dios le dejara conocer la dicha de amar y ser amado prometiendo ser el mejor de los hombres hasta que su alma volara al cielo, y así lo cumplió pues esa esencia tan característica de él la heredo su más grande logro y orgullo su amado hijo, ó al menos era el consuelo que le quedaba a Edmond al morir su progenitor con esa idea, pues ahora, solo el veneno de la desgracia corría por sus venas y sobre la tumba de su padre juro que NADIE se burlaría de él, que NADIE lo vería débil y que NADIE jugaría con el ahora duque de Weilburg .
Con lo que no contaba era la cruel jugarreta que le tenía deparado el destino:
28 de agosto de 1795
-A petición de mi muy estimado y querido lord Rupert Graham Duque de Weilburg y siendo yo su abogado sir Alistar Connor procedo a lectura del testamento del hoy occiso:
1°TODOS LOS BIENES MATERIALES GENERADOS EN VIDA Y HEREDADOS A SU EXCELENCIA PASAN A MANOS DE SU ÚNICO HIJO LORD EDMOND GRAHAM AHORA DUQUE DE WEILBURG.
2°LORD EDMOND PODRÁ HACER USO DE TODO HASTA CUMPLIR LA MAYORÍA DE EDAD, DEJANDO COMO TUTOR A SU MÁS ESTIMADO COLEGA Y AMIGO DE LA FAMILIA, EL CONDE MAURICE DE PORTMORE.
3°EL CONDE ADMINISTRARA LOS NEGOCIOS HE INSTRUIRÁ A SU EXCELENCIA EN TODO LO REFERENTE AL TEMA Y BRINDARA DE LA MEJOR EDUCACIÓN POSIBLE.
1°LADY LILIAN DE WEILBURG SOLO HARÁ USO DE LA DOTE QUE SE OTORGÓ EN LOS CONTRATOS PRENUPCIALES Y CONTARA CON UNA PENSIÓN MENSUAL DE 2.000 LIBRAS.
(Sigue hablando el abogado)...
Quien habría imaginado que ahora él dependería de las dos personas que más aborrece en este mundo SU MADRE y SU AMANTE...
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El Duque de Hielo (1° Saga corazones traicionados)
Tarihi KurguEL DUQUE DE HIELO La vida del duque de Weilburg no había sido nada fácil desde que murió su padre; había descubierto que no podía confiar en nadie, ni siquiera en la persona que se suponía debía protegerlo y amarlo. Desde ese momento se obligó a con...