Al besar una princesa

#5: Besa una princesa adormilada

—Así que… ¿Dónde estuviste?—la voz de Adam no suena ni un poco furiosa de no saber de su prometida en todo un día, es más bien curiosa.

Y Charlotte se siente culpable, por supuesto que se siente culpable. Sin embargo no va a contarle la verdad. Contarle la verdad la haría ver como una irresponsable idiota y no necesita eso.

—Con Susie, hicimos un trabajo de historia y me quede a dormir—dice tratando de sonar convincente, aunque bueno, evitar su mirada puede dar el efecto contrario.
Adam tararea con una sonrisa, desplazándose más cerca de ella en la cama. Ambos en la habitación de Charlotte con puertas cerradas, sin moros en la costa y ella sabe que no intentará nada indebido.

¿Por qué? Porque nunca lo hace.
Y es como si el oliera sus mentiras.

—No. te. Creo—murmura con una sonrisa divertida, como si lo supiera todo. Charlotte no hace más que alzar una ceja con altanería.

—¿Y por qué no? Sabes que yo nunca miento.

Esa es una mentira.

Adam no deja de sonreír. Charlotte quiere golpearlo un poco.

—Bueno, ayer llamé a Susie y ella dijo que su proyecto era de literatura así que… ¿Dónde estuvieron realmente?

—Eran dos—Charlotte dice en un rápido intento de salvar su trasero—Matemáticas y Literatura.

—¿No era historia?

Bueno, demonios.

—Estaba con Rae—responde rendida y molesta con Adam y consigo misma por ser tan estúpida.

Es…una verdad a medias, claramente ella no va a contarle sobre la fiesta.

—¿Rae?—el frunce el entrecejo—¿La misma chica con la que construiste una gran amistad en el lodo? ¿La novia de James?

Charlotte solo puede captar “la novia de James”

Porque ella conoce a James, es uno de los amigos más íntimos de Adam, pero ella no ha hablado con el más que las veces necesarias y sabe que él no tiene novia, o bueno, que no tenía. Además, James no es el chico con el que ella recuerda ver a Rachel besándose una noche antes.

Así que no la culpen por repetir:

—¿Novia de James?

—Sí, han estado saliendo por un par de semanas.

Charlotte se siente un poco mal por James, él es un buen chico. Y ella sabe que su novia esta engañándole (si, ella lo vio con sus propios ojos) y  no va a decir nada.

No lo hace por el bien de Rachel eso es claro, pero no es como que le encante meterse en cosas ajenas, no si implica esfuerzo y ella odia el esfuerzo y la presión.

—Ella luce como una persona interesante, escuché a James decir que se bebió dos tarros grandes de cerveza seguidos y no le movió ni un pelo, podríamos salir todos juntos algún día.

Por supuesto que Charlotte no se esperaba que ese “algún día” fuera esa misma tarde, en los bolos.

A Charlotte no le gustan los bolos, de hecho, a ella no le gusta nada que incluya un esfuerzo físico, es tan holgazana que sufrió un poco con la hermosa sonrisa de Adam y su propia cabeza asintiendo.

Otro punto malo es que ahí huele a Hot dog y las personas no dejan de gritar cuando hacen una buena chuza.

Así que apenas entra a ese boliche y ya se quiere ir.

Pero finge, porque  a Adam le encanta hacer ese tipo de cosas y a ella le encanta verlo feliz.

Se pasan los próximos minutos esperando a que la otra pareja llegue con Adam explicándole cómo funcionan los bolos.