Siempre que me dispongo a prologar un libro me viene a la memoria mi primera monografía, que
versó sobre una nueva técnica, la laparoscopia, que por entonces era prácticamente desconocida en
nuestro país. La prologó mi propio padre.
La principal razón que me impulsó a divulgar la técnica fue la cantidad de intervenciones en las
que se abría el abdomen tan sólo para dilucidar la causa de los trastornos que padecía el paciente. En
un alto porcentaje, la intervención era inútil, y nada se encontraba. Fue una divulgación dirigida a
médicos que pronto marcaría un antes y un después en nuestra práctica clínica.
Desde entonces me he dado cuenta de la importancia de dar a conocer nuevos procedimientos de
intervención o prevención en salud.
Este libro, como el resto de los publicados por Rafael Santandreu, cumple con este cometido
fundamental en medicina y psicología y creo que puede ser útil no sólo a la población en general sino
también a los profesionales médicos. Pero empezaré explicando cómo conocí al autor.
Hace un par de años, operé a una joven paciente —llamémosla X— cuya madre había sido
intervenida por mí de un tumor maligno de ovario. La madre fue tratada muy agresivamente y superó
el cáncer, pero en la mente de su hija supongo que quedó grabada la imagen de un ser querido
sufriendo los efectos secundarios de la cirugía, con un postoperatorio tormentoso y la quimioterapia.
Procuré informar debidamente a X de que su problema nada tenía que ver con el de su madre ya
que se trataba de un proceso benigno, como se confirmó por el análisis de la pieza operatoria.
Pero a las 48 horas del postoperatorio, X desarrolló un cuadro doloroso abdominal de gran
intensidad. Descartamos cualquier fallo o complicación de la cirugía, pero la paciente seguía con
dolores que se complicaron con un extraño rechazo a ingerir cualquier alimento. En realidad, la
paciente, como vimos después, había desarrollado un trastorno psicógeno: fobia a cualquier
intervención médica y a ingerir alimentos.
Hubo un momento en que la paciente estaba allí, ingresada en nuestro centro, pero luchaba
irracionalmente contra su propia recuperación: no comía y no se dejaba ayudar.
En un destello de racionalidad, la paciente decidió consultar telefónicamente con un psicólogo que
había conocido tiempo atrás. Tras una charla de cuarenta minutos, el estado de la enferma mejoró
radicalmente. El psicólogo, que no era otro que el autor de este libro, completó su actuación con un
par de visitas a la paciente ingresada, que fue dada de alta en el tiempo esperado y en perfectas
condiciones.
«Todo está en la mente», suele decir Rafael Santandreu. Pero sin duda hay que saber tocar las
teclas de ese increíble instrumento para producir efectos tan rápidos y radicales como los que vimos
con esta paciente. Así es como conocí al autor y, más tarde, su obra escrita.
Sin duda alguna, la mente se halla detrás de todas nuestras realizaciones, comportamientos, deseos
y aversiones. Una buena salud mental —o mala— puede multiplicar los beneficios —o arruinarlos—
de cualquier procedimiento médico. Y lo mismo sucede con el resto de las facetas de nuestra vida. Por
eso es tan importante promover la salud emocional.
El trabajo de Rafael Santandreu se basa en la psicología más moderna y científica y se halla respaldado por numerosos estudios. Sus libros tienen el mérito de hacer llegar ese difícil contenido al
gran público de forma que el lector podrá llevar a cabo una correcta psicohigiene mental, algo esencial
para todos en nuestros días.SANTIAGO DEXEUS, médico miembro honorario de la Real Academia de Medicina de Cataluña,
profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, presidente de la Sociedad Española de
Citología, Creu de Sant Jordi.
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Los lentes de la felicidad
RandomMi relación con la psicología es como una pequeña historia de amor y confieso que, cuando me licencié en el año 1992, no creía mucho en su poder para cambiar a las personas. No fue sino hasta que volví a estudiar el trabajo del famoso psicólogo Albe...