Cap II

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Era sábado por la mañana, habían pasado varios días desde esa tarde que vio a Lena y ya no volvió a hacerlo, no porque no tuviera la posibilidad, tal cual expresó la pelirroja, dos días después de ese encuentro volvió al restaurante, lo hizo al mediodía acompañada de Borya, Daniel se lo hizo saber, pero Yulia decidió no salir de la cocina.. ¿Estaba molesta? quizás, tal vez prefería pensar que así era y no abrir viejas heridas o asumir que así era, que a pesar de todo ese tiempo seguía sangrando por un pasado nada fácil. Una parte de ella sabía que Lena no era completamente culpable de lo ocurrido, fue ella.. o él quien apagó el móvil, incapaz de revelar lo que estaba atravesando, no era sencillo cuando apenas tenía trece años, temía que el mundo la viera como un bicho raro, como un error de la naturaleza; por eso mismo se fue de Rusia con sus padres, para tener una vida normal donde nadie la conociera, no pudieran señalarla y murmurar a sus espaldas. Siempre creyó y vio en Lena a alguien diferente, la pelirroja era alegre, curiosa, sociable, muchos querían estar cerca de ella, aún así no era creída, era humilde, sencilla, sensible e increíblemente tierna.. todo ese combo que era Elena Katina logró en parte derribar el muro que Iván construyó en torno a si mismo, lo desarmó por completo haciéndolo bajar la guardia.. y aunque algo en su interior le decía que no estaba bien lo que sentía y no lograba aún entender el porqué.. cuando quedó sin defensas se dejó llevar por ese torpe y delicado beso.. uno minado de pureza, inocencia como de inexperiencia por parte de ambos.. pero la maldad y la envidia estaban a la vuelta de la esquina, el castigo por haber probado esos dulces labios no tardó en llegar; desde ese día todo cambió.. cielo, infierno, limbo.. todo en menos de veinticuatro horas.

Y desde ese día todo cambió, pasando de lo trágico a lo sorprendente e inesperado que a la vez respondía muchas preguntas que se había hecho durante un largo periodo de tiempo, aún en ese momento tenía dudas, porque si su exterior dictaminaba que era varón lo correcto era que le gustaran las mujeres, eso le inculcó la sociedad.. y así era, aunque nunca lo admitió, dejó que Lena le besara, correspondió con gusto ese beso a pesar de su inexperiencia.. ¿Por qué sentía que estaba mal que le gustara esa chica? ¿Por qué sintió alegría cuando los médicos revelaron que sus órganos sexuales internos eran femeninos? Deseaba ese cambio.. aunque le gustaba Lena ¿Debía quedarse con su apariencia externa? No podía contra lo que sentía, no encajaba con ese envoltorio de varón que por muchos años portó.. sentía que era mujer, y si lo era.. "Puedes ser lo que quieras." Escuchó más de una vez.. le generaba contradicciones, no creía que Lena le aceptara de la forma que quería como mujer, aún se le hacía raro pensar que siendo mujer le gustaran las mujeres, pero era lo que sentía.. y seguía queriendo a Lena.. entonces lo que sentía y lo que quería se enfrentaban, pero no podía vivir una vida fingiendo ser quien no era, se había decidido por ser una chica.. el proceso fue largo, complicado y con temores por las cirugías, pero siempre contó con el apoyo de sus padres, incluso cuando se negó a volver a Moscú, sus padres lo aceptaron y dejaron que Yulia viviera con sus tíos en Londres.. pero Oleg dejó en claro que quería que volviera, y por eso estaba ahora en Moscú.. perdiéndose en un mar de pensamientos mientras escogía frutas y verduras para el restaurante en un mercadillo en el que tenía un trato con algunos vendedores.

"¿Las examinas con rayos X?"

Aquella voz le resultaba inconfundible a pesar del paso de los años, el aroma a fresas que ahora aspira deja por los suelos al aroma natural de las fresas de la pequeña bandeja que tiene en manos y fue el disparador de sus pensamientos.. no solo por el aroma, sino también por el sabor a fresas de los labios de la pelirroja en aquel primer beso. Sus mejillas adquieren un tono carmesí a tiempo que gira el rostro hacia la derecha, justo allí, a su lado estaba la pelirroja con una divertida sonrisa y una rojiza ceja enarcada.

Y: "Claro, tengo que asegurarme de que sean las mejores." Responde intentando sonar lo más relajada posible, claro que no lo estaba, quería salir corriendo, alejarse de esa pelirroja que aparecía en su vida para dejar expuestas todas sus heridas.

Ella me recuerda a él.Where stories live. Discover now