Hominum

Familiaritatem

Este es un capitulo corto, espero que les guste. 

No duden en dejarme comentarios, me hacen feliz. (: 

Esta por demás decir que tanto Harry Potter como Naruto no me pertenece. 

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La situación se volvió ridícula al verme en la terraza de una heladería llamada Florean Fortescue, en donde el gran pocionista profesor renombrado del colegio de magia y hechicería, disfrutaba de la copa más grande del lugar, con 6 sabores diferentes, con nueces, pistachos, avellanas y coco caramelizado, bañado en capas de caramelo y chocolate y chispas de chocolate blanco y con leche, nata y pequeños merengues y sirope de fresa y frutos rojos. El hombre lo comía goloso con una sonrisa baja, bocado tras bocado entre gruñidos de placer que me enviaban un alarmante sensación por la columna, era, era, tan vergonzoso. El hombre usaba la cucharilla para postres, que sacaba una cantidad diminuta de los casi 3lts de helado que era ese monstruo. Mientras yo pese a que no era fan de lo dulce, me decidí por helado de té verde, con un copete de crema batida adornado con virutas de chocolate y una jugosa cereza... que no me gusta y que pasare a Severus en algún momento.

­— ¿Severus? Una voz dudosa y ligeramente sorprendida, el dueño de tal voz, una mezcla entre grave y sedosa, firme y ligera. Era un rubio, más que rubio estaba decolorado, tenía cabellos más oscuros, que en realidad eran dorados claros. Nunca había visto un rubio, casi blanco sin serlo, más claro que el de Tsunade-san, más oscuro que Kimimaro. Su porte era elegante con sus túnicas en tonos claros.

— ¿Has pensado alguna vez que esa cantidad de azúcar te hará daño? Tenía unos ojos plata fundidos con un tono azulado por las orillas de la pupila.

— ¿Y tú has pensado que sermonear a la gente es de mal gusto? Gruño el moreno mientras continuaba comiendo de su helado.

— ¿Padrino? ¿Qué sabores has pedido? Aun no soy capaz de decidirme y padre a pedido vainilla y caramelo, es tan simple. Alargo las palabras de tal manera que se diera a conocer su descontento. ¿Crees que la de menta con chocolate este buena? Un rubio igual al mayor salió de la puerta con un menú entre sus manos, sus túnicas eran más oscuras que el mayor y su pelo era más corto, llegándole a los hombros, recogido en una media coleta.

Y mágicamente había dos sillas más en la mesa en que estábamos el moreno y yo. Sigo comiendo de mi helado, que en realidad no estaba nada mal.

— ¿No se supone que deberías de estar ocupado en otras tareas que estar comiendo tal monstruo de helado? El rubio miraba con el ceño fruncido a un goloso moreno, que bufo cuando oyó al oxigenado mayor.

—Te devuelvo la pregunta Lucius, ¿No deberías hacerte cargo de los invitados? No entendí nada acerca de lo que se referían, sin embargo, el rubio menor tembló a tal grado de resbalarse el menú de sabores de las manos.

—Pa-padrino. Chisto molesto el menor, buscando con los ojos algo en realidad, hasta que se fijó en mí. ¿Y tú quién eres? Ante la cuestión, ambos rubios me veían ahora expectantes y curiosos.

—Sabaku No, Gaara.

—Es mi protegido, entrara este año a Hogwarts, estará en tu mismo año Draco. El moreno por primera vez en largos minutos, dejo la cucharita en la mesa y se dispuso a ver más fijamente a los recién llegados. Gaara, ellos Son Lucius y Draco Malfoy.

—Venga protegido de mi padrino, eso es genial, padrino normalmente no es bueno creando relaciones, aunque sean paternales, es bueno conocerte, si necesitas ayuda no dudes en consultarme algo en el colegio. Solo espero que no vayas a la casa Gryffindor. Así que él era el ahijado real de Severus, era por mucho diferente, Draco tenía su aire de elegancia, gracia y galantería, con sus sonrisas de revista incluso aunque no sonriera, con sus ojos plata, su cara como el mármol las mejillas ligeramente sonrosadas, pómulos perfectamente hechos, y su cabello.