Cap 2: ¡¿Prometida?!

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NARRA UMI

Las clases terminaron junto con las actividades en el club de arquería, regrese a casa como siempre sola, en cambio, lo que cambio el día de hoy fue el acercamiento y la forma de "agradecerme" de Minami.

Como sea. - Estoy en casa. - Para mi sorpresa al quitarme los zapatos mi padre me recibió. - Hola, padre.

- Hola, hija. - Saludo él, era alto, de cabello oscuro con algo de blanco debido a su poca vejez, sus ojos eran ambares como los míos, de piel algo bronceada y fornido debido a las tradiciones de la familia. - Debemos hablar, ven conmigo, por favor. - Su voz era gruesa y a pesar de su intimidante apariencia, él era amable y tranquilo la mayoría del tiempo aunque estuviera siempre frunciendo el ceño y una expresión seria.

Asentí y deje mi maletín de la entrada y lo seguí hasta lo que era la habitación del doujo, él tomo asiento en el suelo al igual que yo. - ¿De que vamos hablar, padre? - Pregunté respetuosamente.

- Sobre tu futuro. - Asentí. - Tal vez esto no es fácil de digerir debido a que te lo digo tan repentinamente, pero el asunto es que tienes una prometida.

- ¿Ah? - Vacile. - ¿Que dijiste?

Él trago saliva. - Como dije, tienes una prometida, te vas a casar con ella al cumplir los 20 años. - Dijo él seriamente.

¿Prometida? ¿Ella?

Escuché el chirrido de la puerta y la que entró era mi madre quien se sentó al lado de mi padre. - Esto debe ser una broma ¿Verdad? - Pregunte algo incómoda.

Ellos negaron. - Nosotros no hacemos bromas. - Dijo mi padre.

- ¿Con una chica? - Ellos asintieron.

- Sabemos que por la forma en la que te educamos debes de estar confundida. - Asenti. - Pero esto está fuera de nuestro alcance, esto se debe a las tradiciones. - Dijo mi madre.

Intentar comprender esto si que hacía esto aun mas anormal el día de hoy. - Pero... ¿Por qué no me pidieron mi opinión? - Pregunté tratando de calmarme.

- Tu fuiste la de la idea.

- ¡¿Que?!

- Aparte de que ella en ese momento estuvo de acuerdo. - Dijo mi madre. - Todo esto se remonta cuando tenías 5 años, ella y tu eran amigas debido a que su familia y la nuestra eran del mismo círculo, pero su familia estaba teniendo problemas, como buenos amigos los ayudamos y ellos dijeron que nos pagarían con cualquier cosa si hiciera falta.

- Ellos no estaban en una buena etapa económica y tu propusiste lo del matrimonio. - Puse los ojos en blanco. - La familia y tu amiga estuvieron más que de acuerdo.

- ¿Acaso lo escribieron o algo? - Ambos asintieron. - ¿Por que me hicieron caso? Digo, era sólo una niña.

- Pensamos que se llevaban demasiado bien, así que pensamos sólo una carta de acompañamiento, como algo espiritual, pero tú abuelo, en paz descanse. - Dijo mi madre. - Él lo hizo válido, tanto que fue con los del templo local a que lo hicieran realidad si no traerían desgracias, él no sabia que se trataba de una chica.

Donde quiera que estés abuelo, ¡Eres un imbécil! - Tomalo con calma, hablaremos con los monjes del templo, de seguro ellos sabrán que hacer, pero por mientras será mejor que vuelvas a tratar con ella. - Dijo mi padre.

- Pero ¿Por que no la recuerdo o hablo con ella? - Pregunté.

- Ella tiempo después se fue del país por asuntos de su familia, mientras que tu la olvidaste por el último enfrentamiento de Kendo con Sora. - Así que era por eso ¿Eh? - El doctor nos dijo que sufrirías secuelas en la memoria, pero como vimos que pronto nos recordaste a nosotros lo dejamos pasar.

Cuando tenía 10 años enfrente a mi hermana mayor, Sora-Onee-San, según lo que me contaron, sufrí un fuerte golpe en la cabeza y debido a eso tuve ese accidente, desde entonces se me prohibió retar a mi hermana. - Deberías de ir a descansar, hija. - Dijo mi padre. - Haremos todo lo posible para evitarlo, pero mañana hablaremos con ella y su familia contigo presente después de clases.

Asenti, me puse de pie y salí del salón para caminar por el frío suelo de madera fina y ser cubierta por el brillo blanco de la luna.

¿Quien será esa chica?

NARRA KOTORI

Después de la clases y conforme va el atardecer camino a casa con total tranquilidad, aunque no tanta.

No pude ver la reacción de Sonoda-San al recibir el chocolate por culpa de mi vergüenza.

Al llegar a casa, o mejor dicho al departamento, me quite los zapatos. - Ya llegue. - Avise.

Era raro que mamá a veces estuviera en casa siendo que ella era la Directora de la escuela. - Kotori, tenemos que hablar. - Me senté enfrente de ella en el sofá y ella comenzó a hablar. - Se que esto es repentino pero quiero que me escuches con suma atención. - Asentí. - Tienes una prometida.

¡¿Prometida?! - ¿De que hablas, madre?

- ¿Te acuerdas de Mizu-Chan? - Como podría olvidarme de la niña que desde pequeña me enseñó lo que era amar. - Cuando eras más pequeñas tu padre y yo teníamos problemas y le pedimos ayuda a su familia, no teníamos una situación económica estable para devolverles el favor, así que Mizu-Chan tuvo la idea de que se casaran, tu estabas de acuerdo, la familia penso en hacer sólo una carta de acompañamiento, nada mas, pero un familiar penso que se trataba de un chico así que en vida fue hasta con los monjes del templo local.

Que historia más descabellada. - ¿Ya hablaste con sus padres? - Pregunté algo nerviosa.

- Dicen que están haciendo todo lo posible para que los monjes hablen con ellos. - Dijo mi madre. - Por mientras sólo tendrás que actuar normal, después de todo, hace más de 10 años que no la ves.

Sentía como mis mejillas se coloraban - ¿Cuando la podre ver?

- Pedí a los padres que mañana habláramos de esto después de clases y en su residencia. - Respondió ella. - Debes de hablar con ella, claro, el matrimonio estas predestinado hasta que cumplieran los 20, pueden llevarlo con calma o decidir de una vez por toda que no lo quieren. - Asentí y apreté el largo de mi falda. - Sea cual sea su decisión haganlo con el corazón. - Asentí. - Puedes descansar, dentro de poco estará la cena. - Ella de levanto y fue a la cocina.

Recogí mi maletín y me fui rápidamente a mi habitación, sentia como mi corazón latía emocionado y como una sonrisa no se que me quitaba de la cara.

Sólo espero que ella me recuerde y que sienta lo mismo que en aquellos años.

Después de eso, mamá y yo cenamos como de costumbre y me fui a dormir tan tranquila y feliz.

CONTINUARA...

Juntas Por Un Trato (YURI)(KOTOUMI)(LOVE LIVE)(EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora