Incapacitado

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Oscuridad y frialdad, es lo que siento ahora. El piso húmedo y el foco de luz con un tono umbrío hacían lucir muy diferente al baño que he usado desde los últimos 5 años. El frío que sufría era bastante chocante, la razón: estaba desnudo. Mis pensamientos decían que me vistiera, pero primero quería ver mi rostro, no se porque, pero algo me impulsaba a intentar verlo. Dirigí mi mirada hacia el espejo, este estaba sucio y cubierto de moho, así, imposibilitando verme en él. Como no tenia ningún objeto para limpiarlo, decidí usar mis manos. Al verlas quedo extrañado ya que están todas sudadas, pero no lo considere  importante. Apoyo las manos en el espejo y lentamente empiezo a moverlas por la superficie asquerosa y rígida del espejo. Poco a poco se disipaba la suciedad, pero cada vez que lo hacia sentía una rara sensación en el pecho, algo inquietante.

De repente ese sentimiento se sintió mas fuerte, tanto que me afecto con un terrible dolor de cabeza y una gran cantidad de sudor. Aun así seguí limpiando el espejo, llegando casi a la mitad. Se siente un golpe, seguido del derrame lento de un liquido negro sobre la parte superior del espejo, ocasionando un gran enfado de mi parte, ya que estaba limpiando el objeto en cuestión. Trate de remover ese liquido antes de que cubriera toda la superficie, pero no había forma, el liquido era exageradamente consistente y pegajoso, causando que mi mano quedara cubierta por todo ese extraño liquido. Intente retirar la mano de allí, pero al hacer fuerza, la extraña sustancia comenzó a succionar mi mano provocando un grito doloroso de mi parte. Cada vez que tiraba de ella, el liquido succionaba y causaba un dolor mas fuerte, acompañado del incesante sudor, el inexplicable dolor de cabeza y unas nauseabundas ganas de vomitar.

Estuve en esta posición durante 5 minutos, hasta que el liquido dejo de fluir, llevándose consigo la suciedad que había en el espejo. Todo el esfuerzo que había realizado, causò un gran mareo en mi, así, nublando mi vista. Poco a poco recuperaba la visión, viendo un borroso y extraño reflejo mio. Al recuperarla, sentí uno de los escalofríos mas grandes que he tenido en la vida:mi rostro estaba pálido, cubierto de erupciones, los ojos rojos del dolor y acompañados del desagradable sudor. Quería gritar, pedir ayuda, pero nada salia de mi voz, solo un grito silencioso que soltaba kilos de agonía. 

La respiración se aceleraba mas y mas, sentía que mi corazón iba a estallar. Tan exigida fue esa sensación, que mi cuerpo se desplomò sobre el piso húmedo del suelo; al mismo tiempo dejando de responder, disminuyendo mis latidos y mi respiración. Finalmente mi cuerpo dejo de responder, al igual que mis ojos y órganos vitales, ya que no los percibía. Poco a poco mis ojos van cerrándose por si solos, avisándome que este es el fin. Mis oídos aun funcionaban. De repente note un molesto y ensordecedor zumbido, lo seguí atentamente hasta que finalmente, vi lo que era: un mosquito del tamaño de un encendedor con sus ojos rebosados de sangre y con una mirada penetrante, casi humana. Mis ojos finalmente se cierran, ya no hay mas nada que hacer, he muerto.

*Suena una alarma*

---DIOS. Que horrible sueño.

Exclamo Jacko, exaltado y asustado. Al relajarse, apago la irritante alarma. 

---Mierda.

Jacko percibía un pequeño, pero molesto ardor en la pierna. Al retirar la sabana de ella, vio que era una simple picadura de mosquito, nada que produjera importancia en él. Pero lo creyó un poco raro, ya que era invierno y los mosquitos suelen ser muy vulnerables antes los climas gélidos de esta estación.

Un duro invierno atravesaría...