Capítulo VIII [Una Llamda]

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POV Luna.

—...no te registró, ¡Fush, te vas! ¡Fush, te vas! — Jazmín cantaba su canción para enseñármela pero yo ni siquiera le prestaba atención.
Estábamos esperando a Tamara para que nos diera las reglas del open, de la competencia y demás.
Anuncios que no tenían mucha importancia pero yo por primer vez en años, no tenía nada que hacer así que, me quede.

— Jazmín, cállate, la cabeza me revienta y tú lo empeoras con tú voz de pito. — Hablé masajeando mis cienes.

Antes de que Jazmín pudiera abrir la boca, Tamara subió al escenario captando la atención de todos.

— Buen día chicos. — Saludo y nosotros correspondimos al saludo. — Bueno, hoy tenemos varios anuncios. Primero, creo que ya saben que el open será solista y será mañana. — Nos recordó. — Quiero que sus canciones tengan un mensaje ó reflejen un sentimiento. Es una buena manera de conocerlos. ¡Anímense chicos! — Trató de animar. — Por otra parte las parejas de la competencia internacional tendrán que cambiar. Es tiempo de que socialicen unos con otros y no se queden siempre encerrados en su grupito de siempre. Anímense a conocer nueva gente, nuevas almas. — Habló emocionada. — No se dejen llevar por las apariencias solamente chicos, recuerden que "Caras vemos, corazones no sabemos." — Comentó. — Eso es todo chicos, tengan un lindo día. — Finalizó.

— Amiga, no se que ponerme para... — Jazmín comenzó a hablar de ropa y yo estaba tan pero tan irritada que no la soportaba ni un minuto más.

— Jazmín, déjame sola. — Ordené y cuando ella estaba punto de abrir la boca la interrumpí. — Ahora. — Se retiró y suspire cansada.

Un estruendo captó mi atención, era Nina.
Parecía que se le había caído una librería completa, había tantos libros en el suelo y ella sola de seguro no podría cargarlos. Nadie la ayudaba, si hasta a mi me daba lastima, ¿Por qué nadie la ayudaba?
Debo de admitir que me apiade de su pobre alma así que me levanté de mi asiento, me coloqué a su altura y comencé a ayudarla a levantar libros.

— Luna, ¿Por qué haces esto? — Pregunta mientras recogemos libros.

— No creo que puedas sola, Nina. — Levanto el último y me levanto del suelo. — ¿A dónde los quieres dejar?

— A-a mi locker. — Responde dudosa.

— Calma, no muerdo. — La acompaño a los lockers, abre el suyo y dejamos todos los libros. — ¿Para qué tantos libros? — Preguntó.

— La señora Gladys nos dejo el trabajo de mitad de ciclo, para prepararnos para el trabajo final. — Responde.

— Oh esa molesta maestra, yo la tuve el año pasado y fue un fastidio. — Recordé riendo. — ¿Quieres ayuda con el trabajo? — Ofrecí. ¿Qué mierda pasa conmigo? ¿Ofrecerle ayuda a Nina?

— Luna, ¿Te sientes bien? — Preguntó riendo.

— Perfecta.

— Pero, ¿Por qué me ofreces ayuda?

— Ah, yo...yo...— Dudé mi respuesta. — Me tengo que ir, tengo que acabar la canción para el open. — Esquivé la pregunta. — Adiós, Nina.

Salí del roller y justo antes de hacerlo algo choco conmigo tirando mi bolso y con ello todo lo que tenía dentro.

— Agh. — Bufé y me incliné para recoger todo, la otra persona me imitó. — ¿Puedes fijarte por donde vas pedazo de piel insípida?

— ¿Ahora me hablas así? — Terminé de recoger todo y alce la vista. Era Simon.

— Muévete, tengo que irme.

— ¿Vas a participar en el open? — Me ignoró.

— No te importa. — Respondí cortante.

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