Animal

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Capítulo 4

La chica lo miro en silencio y su mente se lleno de recuerdos…

"- Louis, no lo hagas, no me gusta que fumes.
 - Vamos preciosa, es solo un cigarrillo.
- Te hace daño aunque… acepto que luces demasiado sexy cuando lo haces.
- ¿Ah si? – Río un poco - Pues entonces, no te alejes, no terminemos con esto… Si lo haces fumaré frente a ti para seducirte...”

De nuevo esos malditos recuerdos la invadían, sintió un escalofrío al recordar su cuerpo encerrado en los brazos de Louis aquel día. Suspiró y armándose de valor salió directo a su cuarto azotando la puerta al entrar.

Louis batallaba consigo mismo, moría de verdad por hablar con ella y era su oportunidad. Apagó el cigarrillo y camino al cuarto de Emily, se detuvo frente a la puerta…

¿Lo haría? Dios, ¿Qué diría la familia de Emily? Su segunda familia… Suficiente era con cargar la vergüenza cada que los veía, con sentir que la madre de su preciosa pensaba lo peor de él… No, no era así, su madre y la madre de ella habían platicado acerca de eso, las cosas seguirían igual y… suspiró. Se armo de valor y abrió la puerta, vio a Emily recostada en su cama.

- Basta Emily. Tenemos que hablar.

-Ya te dije que yo no hablaré contigo, hablo con H U M A N O S, no con A N I M A L E S – Remarcó las palabras.

- ¡Mierda Emily! NO SOY UN MALDITO ANIMAL – Corrió hacía su cama y se abalanzo sobre ella, la tomo de las muñecas posándolas encima de su cabeza, ella solo gruño de rabia.

- Sé que yo mismo te cree esa imagen de mi, y por eso estoy aquí. Hablarás conmigo, tú decides si por las buenas o por las malas – Se resigno a mirarlo con todo el odio que llevaba dentro, sabía que si intentaba algo iba a perder, su fuerza era inútil contra la de él

- ¿Me odias? – Susurró con miedo ya que sabía que la chica no iba a poder escapar.

- Lo preguntas tan inocente – Dijo irónica, por fin soltaba sonido de su boca.

- Emily, nunca aclaramos las cosas, ¡Por eso ahora estamos así! – Mordió su labio … - Malditos labios seductores.

- ¡¿QUÉ?! – Preguntó ella.

Fue suficiente para alterar los sentidos de Louis, rozo sus labios un segundo, pero.. Dios. Necesitaba más. Fue dejando caer su rostro junto al de ella, sin avisar se abalanzo a sus labios. Se estaban dejando llevar, ella ya tenía sus manos en su nuca… Sentir su calor de nuevo hacía que ella vagara en las nubes… ¡¿Qué estaba haciendo?!
Le dio un empujón haciendo que cayera de espalda a los pies de la cama.

- ¡NI SE TE OCURRA VOLVERME A BESAR, NUNCA MÁS EN TU MALDITA VIDA!

Se estremeció ante sus frías palabras, ante su frío rechazo.

- Lo haría aún muerto – Dijo el chico retándola.

- Pues hasta entonces, lo vuelves intentar.

- Entonces no puedo esperar para morir – Esbozo una sonrisa.

- ¡Mira que casualidad! Yo tampoco puedo esperar para que mueras – Dijo con los ojos llenos de furia.

Louis sintió sus ojos inundase, se limito a suspirar, asintió con la cabeza y sin decir ni una palabra giro la perilla y salió.

Emily reaccionó después de unos segundos y se dio cuenta de la gravedad de sus palabras, quería ir con él, decirle que no era verdad, que si él se muere, ella se moriría a su lado. Pero su orgullo y su vergüenza no se lo permitían.
Se tiro en la cama y cubrió su cuerpo con las sábanas, tratando de conciliar el sueño, le costo trabajo pero a los minutos… más bien, a las horas lo logró.

(...)

Se despertó y sintió ese gran vacío, un gran golpe en el estómago. Miró hacía la ventana y acepto que tenía que ir y pedirle perdón… Lo que él le había echo era grave pero las palabras y el deseo de la muerte, por más mentira que fuera, no tenía perdón.
Se levantó y acomodo un poco su cabello, suspiro y salió directo a su cuarto.

- ¿Louis? – Golpeaba su puerta - ¡Louis! Por favor, atiéndeme… - el que no le respondiera le estaba carcomiendo el alma. - ¡Louis! Por favor… - Se armo de valor y abrió la puerta del cuarto.

Miró al interior, cada rincón, Louis no estaba ahí. Se comenzó a agitar y de un golpe salió a buscarlo al living, al comedor, a la cocina, al jardín… Louis no estaba. Oh Dios, si se hubiera ido a algún lado de seguro le habría avisado, o al menos habría escuchado la puerta…¿Qué había echo? ¿Y si Louis se había suicidado? Oh vamos Emily, él no sería capaz. Escuchó las cuerdas de una guitarra, siguiendo el sonido llego a la azotea, él estaba sentado viendo al vacio y rasgando las cuerdas de su guitarra.

- ¿Te espante?

¿Qué? ¿Pero cómo?! Ella no había echo ruido alguno, ¿Cómo la escucho?

- Me preocupó quedarme sola en esta fría casa.

- Claro – Bufó. – Oh, creo que llegaste en el momento perfecto.

- Por favor – Se cruzó de brazos.- ¿Qué estupidez piensas hacer ahora?

- Bien – El chico se levanto del piso dejando su guitarra, se acerco al pie de la azotea.- Dijiste que me besarías cuando muriera ¿no? – Posó sus manos a sus lados y firme miro hacía abajo.

- ¡Ay por favor Louis! No te atreves, esto es chantaje.

- No, no lo es, pero si tengo que morir para… - Fingió dar un impulso.

- ¡DIOS LOUIS! – Corrió hacía el chico y lo jalo.

Con eso, hizo que los dos cayeran al piso, él estaba abrazado a ella, eso le encantaba.

- ¡Eres un idiota, un estúpido, un engreído! – Gritaba mientras pegaba su pecho.

- Insúltame lo que quieras preciosa, acabas de demostrarme que aún te importo.

- ¡Ni en tus sueños! – Se levanto de un brinco - Pero no dejaría que murieras, ya me imagino el dolor de Joannah y me mataría el alma saber que yo podía haberte detenido.

- ¿Segura? – Pregunto al ponerse de pie.

- Si, más que segura, ¿Pero sabes qué? Anda, ve y lánzate, lanza toda tu torpeza al vacio, quizá le hagas un favor a la humanidad y si no, bueno… quizá el golpe le ayude a tu cerebro – Le regalo una mirada y salió furiosa de ahí.

El chico sonrío al saber que ella aún se preocupaba por él, eso valía oro, oro puro.

Se dejo llevar por sus ideas cuando su pie se atoro con una vara, comenzó a hacer movimientos bruscos para zafarse…

- ¡LOUIS!

Recuerdos que reconstruyen el Amor ~ Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora