¿Buenas noticias?

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Habían pasado dos meses desde que Otabek comenzó a vivir con ellos.

Dos meses en los cuales su padre y el kazajo habían creado una extraña relación.

Dos meses en el que el vientre de su madre había crecido tanto como para parecer un enorme bulto.

Dos meses en los que tuvo que soportar las insistentes visitas de Irina en su casa.

Dos meses en el que convivieron todos, como una extraña familia.

Tenian una tarde acupada, habían comenzado a empacar para poder mudarse a una casa más grande, incluso Otabek ayudaba pues el también iría con ellos.

Suspiro mientras terminaba de guardar su ropa.

Su madre tenía ya los siete meses de embarazo, pronto lo ingresarian al hospital para evitar percances durante el parto.

Mientras tanto padre se la pasaba de un lado a otro siguiendo a su parejas, para que no hiciera esfuerzos innecesarios, dejando todo el trabajo de la mudanza a Otabek y a el.

-hay que descansar un poco- hablo el japonés caminando hacia el, con su padre detrás quien llevaba un par de cajas, las cuales dejo en el suelo sin mucho cuidado

-¿pedimos algo de comer?- pregunto dudoso, apenas hace un momento habían guardado los platos y las cosas para cocinar, sería tedioso tener que volver a sacar todo

-¿no sería mejor salir a comer?, los de la mudanza se llevaron el comedor y otros muebles en la mañana- con cuidado el ruso abrazo a Yuri por detrás, pasando sus manos sobre su vientre, dando pequeñas caricias.

Sin poder evitarlo se sonrojo, el contacto que tenían sus padres siempre parecía tan íntimo y cariñoso que le era imposible sentir que rompería la atmósfera con el simple hecho de verlos

-supongo que será lo mejor- murmuro el omega mayor, entrelazando sus dedos con los de su pareja -hemos estado todo el día trabajando...¿y Otabek?-

-esta en el estudio, guardando algunas cosas- respondió inmediatamente - iré a buscarlo

Una pequeña mueca de disgusto se formó en su cara, Otabek estaba sentado, con pelusa entre sus piernas, jugando tranquilamente con el

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Una pequeña mueca de disgusto se formó en su cara, Otabek estaba sentado, con pelusa entre sus piernas, jugando tranquilamente con el.

-¿realmente me pongo celoso de mi gato?- pensó molesto, para después sacudir la cabeza intentando despejar sus pensamientos

Con rapidez se acercó a ellos, antes de que su gato pudiera reaccionar lo levanto y se sentó el entre las piernas del alfa, recargando su espalda con su pecho.

-Yura- murmuro sorprendido pero de inmediato lo envolvió con sus brazos, escondiendo la nariz en su cuello

Gustoso acepto el gesto y liberó ligeramente sus feromonas, disfrutado en silencio como su aroma se mezclaba con el de Otabek.

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