Prologo.
El paisaje de la tarde se cierne más allá de las ventanas.
Campos dorados, bañados por la luz del sol poniente, son dejados atrás por las ruedas del ferrocarril, que al mismo tiempo arrastra el vagón con rapidez.
Pisos de madera, asientos rojo bermellón, es el epitome de lo que puede llamarse "rustico", sin embargo, nada de esto es muy importante o relevante, a exceptuar de mi aparente soledad.
En todo el trayecto no he logrado ver a nadie más, tal vez no le he prestado mucha atención a mi entorno debido a mi distracción
Voy vestido casualmente, franela, pantalones y zapatos negros, me asegure de traer la correa de cuero, anteriormente la había usado en el Kendo, mi fanatismo por llevar el sable en la espalda era muy reconocido.
También lo he usado ocasionalmente para llevar cartulinas y planos importantes para una de las principales razones por las que hago este viaje, mi hermano.
Introduciendo mi mano en uno de los bolsillos del pantalón, siento una suave sensación, la sensación del papel, el sobre que abrí anteriormente, esperando leer con más detenimiento el contenido de la carta resguardada en su interior.
Tras haber sacado la carta, empiezo a leer con más tranquilidad, sirviéndome de la luz del día.
"Mi querido y estimado hermano...
¿Cómo estas Nate?
Espero que estés bien, he escuchado que has llegado a quinto Dan en kendo, ¡Me alegro por ti!
lamento el saber que no hayas ganado el campeonato de esgrima de mandoble en Alemania, pero no te preocupes.
Siempre has sido bastante dedicado respectando a todo lo que requiere acción, aunque... debo decir que esas clases de tiro en Suiza también me divirtieron mucho, uno de nuestros mejores viajes, ¿No?
Ha pasado mucho tiempo, en estos últimos tres años sin comunicarnos he estado trabajando muy duro, ¡y por fin he encontrado algo!
¡Tengo en mi poder una serie de magníficos artefactos y he encontrado un increíble yacimiento arqueológico!
Luego de tantos años de burlas y rechazos, por fin he encontrado lo que tanto buscaba, y necesito ayuda con algo importante, por eso te envió a Roma con esta carta y un billete de tren, me hospedo en el hotel Poui, espero que llegues pronto.
-Con cariño, tu hermano Bryan."
Estas palabras y letras están elaboradas al más puro "estilo Bryan", con las típicas características personales como el trazar líneas extras en las letras corridas con el fin de dificultar la lectura, si no me equivocara, diría que lo hizo para evitar que otros intenten leer, a decir verdad, Bryan raramente acostumbraba a escribir cartas, a exceptuar de que fueran temas de trabajo con algún otro experto arqueólogo, o claro, conmigo.
Estuve con el en casi todas sus expediciones, y no tengo razón para creer que no ha encontrado algo importante, siempre que me ha pedido ayuda yo le he asistido, y esta vez no sería la excepción.
Mirando a las ventanas más lejanas a mi izquierda, noto que el tren empieza a disminuir la velocidad, indicando que he llegado a mi destino.
Tras bajar del vagón, lo primero que encuentro es una estación completamente solitaria, a decir verdad, parece algo abandonada.
Hay una gran cantidad de sillas acomodadas muy ordenadamente, cubiertas por algunos pequeños techos sicilianos, más al fondo parece haber otra gran cantidad de vagones.
Me quedo inmóvil por algunos instantes, esperando que otra persona baje del tren...
Pero nadie baja de los vagones, y el tren parece volver a ponerse en marcha...es ciertamente muy misterioso.
Dejando de lado mi aparente soledad, comienzo a caminar hacía la calle del pueblo a través de los pequeños techos unidos horizontalmente entre si.
Lo único que resuena a través del ambiente es el ¡Tap! ¡Tap! Que provocan las suelas de mis zapatos.
No hay ni un alma.
En las calles de piedra hay gran cantidad de suciedad, y de entre las aceras parece emerger grama, la luz solar apenas toca las calles debido a la altura de las casas.
A medida que camino, empiezo a experimentar cierta inquietud, el lugar no es precisamente agradable.
La calle a mi derecha esta bloqueada por un vagón, aunque no parece ser muy importante, allí solo parece haber vías de tren, por lo que sigo adelante.
Me da la ligera impresión de que estoy siendo observado, lo que me obliga a subir la vista, visualizando una de las ventanas del edificio a mi izquierda.
Las cortinas blancas se mueven, parece haber alguien allí.
-¡Oye! ¿Dónde esta todo el mundo? ¡Hey!No obtengo respuesta, me pregunto si estaré volviéndome loco.
Continuó a través del camino
Y entonces, siento un escalofrió.
Un gemido, no, un grito, un grito de lo que parece haber sido un ave, muy semejante al sonido de un cuervo o un halcón.
Sea lo que sea que haya sido, o quien sea que lo haya causado, ha sido bastante escalofriante, este lugar me da muy mala espina, será mejor que encuentre rápido a Bryan.
Sin embargo, pronto el sentimiento de inquietud empieza a aliviarse.
Pues he llegado a mi destino.
Frente a mi se cierne una puerta, y un cartel bastante distinguible.
Dice muy claramente "Hotel Poui".
Tengo que encontrar a Bryan.
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Shade: La cólera de los Angeles.
FantasyNathaniel es un esgrimista de mandoble que vive una vida bastante normal, siendo hermano de un Arqueólogo muy denigrado llamado Bryan, con el que ha perdido contacto desde hace tres años. Sin embargo, Bryan envía una carta a su hermano, avisándole...