Prólogo

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Si hay algo que recuerdo de mi es que me gustaba observar el mundo desde lejos.
Hoy compadezco a los peces en exhibición. Estoy en los ojos de todos aquellos que me quieren y de aquellos quieren de mí más de lo que puedo dar.
Si alguien me hubiera dicho que a los 25 las cosas iban a cambiar tanto, nunca le hubiera creído.
Todos vivimos a mil el día, caminamos al trabajo canturreando una canción, nos sentamos por ocho horas frente a una pantalla y luego regresamos a dormir para hacer todo de nuevo.
Pero, quién iba a pensar que iba a terminar en esta habitación fría, rodeada de gente que me tiene miedo.
O tal vez no me tienen miedo a mi, tienen miedo de lo que me pueda pasar. Y mientras voy pensando todo esto, solo puedo observar.

Y creo que debería agradecer por hacer al menos eso por ahora.

Leo me mira preocupado, luego mira el monitor a mi costado y siento que sus cansados ojos se llenan de espanto.

¿Alguno de los dos imaginaba que todo iba a suceder así?

Repaso los hechos nuevamente, en silencio, en mi mente, sintiendo que todo se va adormeciendo a mi alrededor. Tengo 25, estoy enferma, no lo sabía.

Y creo que hoy, voy a morir.

The Second Chance of Nina MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora