Había una vez un tonto llamado Elver, él tenía a un archienemigo llamado Cubin, porque el creía que era malo.
Elver siempre intentaba destruir la “base” de Cubin, pero como era tan tonto, no lo lograba.Pero un día Elver intentó entrar por la ventana y lo logró, pero Cubin estaba dentro, mejorando su espada.Cubin escuchó un ruido e inmediatamente fue a ver lo que pasó.
Con su espada en mano, se percató que había entrado su archienemigo Elver y decidió atacarlo, pero como era muy tonto al igual que Elver, no pudo cortarle ni el dedo meñique.A Elver le pasó lo mismo con una pistola que tenía, era una lucha de tontos.
Cubin logró tocarlo con su espada y le cortó el bigote que Elver tenía.El se enojó mucho e intentó dispararle, pero el era más tonto y no lo logró.
De repente, de la espada de Cubin, salía un brillo muy raro, con el cuál se sentía más poderoso y “más inteligente”.Cubin no falló ningún ataque más, con lo que logró matar a Elver, pero él alcanzó a disparar una bala, la cual destruyó la espada de Cubin.La bala siguió su camino, rebotó en la pared y le llegó a Cubin provocando su muerte.
Los dos habían muerto, Elver con un moco saliendo de la nariz y Cubin con su espada rota en su mano.
Lo que quedó de la espada explotó de tal manera que destruyó el planeta Tierra, empujando la luna la cual salió disparada y destruyó el sol.
FIN
