Capítulo 62

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"Roth..., eres mi felicidad"

Son las 6:45 de la mañana. Me levanto silenciosamente para no despertar a mi amada. Ella no irá conmigo, la dejaré descansar. Además, es una reunión privada. Voy al baño y me doy una ducha rápida y efectiva.

Salgo del baño y noto que esta despierta.

-¿Por qué no duermes? -Pregunté colocando mi ropa interior.
-Creo que es por la costumbre...
-Claro. Bueno, voy a terminar de vestirme.

Apago la luz del baño y me termino de vestir. Siempre he tenido la costumbre de vestirme de color negro. Es normal en mi. <<Una cámara>>. Saco una y la ubico entre las cosas sobre la televisión que tenemos. La idea es que no lo vea. Me volteo y ella esta sentada.

-Oye, reina, vuelve a dormir.
-S..., sí, amor.

Camino hacia ella y le doy un dulce beso en su fina boca.

-Adiós, mi reina.
-Espera.
-¿Qué?

Me mira, la miro..., es hermosa.

-Solo quería decirte..., te ves tan guapo.

Sonrío. Le doy Otro beso y salgo de la habitación. Subo al auto y voy a la reunión. Hace tiempo que no veo a Daniel Jobs.

Bajo del auto y un señor abre mi puerta.

-Señor Cortez, me presento. Soy el chófer de Daniel Jobs, Christian. Daniel, lo esta esperando dentro.
-Gracias.

Entro junto con él. Un hombre, mejor dicho, Daniel, esta hablando con otro señor canoso, se retira y mi amigo se da la vuelta, y me dedica una sonrisa mientras camina hacia mí.

-¡Matt! -Dijo estrechando mi mano con complicidad -. Es un agrado volver a ver a la persona que me ayudó con los recursos para construir la Corporación.
-No fue nada, Dan. Lo más importante fue tu entusiasmo. Si no tuvieras eso, no hubiera hecho nada.
-Te lo agradezco infinitamente.
-Rocío, ¿esta bien?
-Estable. Tiene ganas de salir de ese lugar lo más pronto posible.
-¿Aún no se sabe?
-No. Es más, el diagnóstico es más difícil ahora. Hace unos tres días, convulsionó.
-Dios. Lamento la situación.
-Tranquilo, estoy seguro de que vamos a poder encontrar la cura para lo que tenga.
-Esperemos eso.

El día fue de reunión en reunión. Lento..., aburrido. Subo a mi auto y vuelvo a mi hotel. Entro y lo primero que hago es saludar.

-Roth, ya volví.

Silencio. Qué extraño, ella siempre me espera acá, en la entrada. Solo escucho el ruido de la cocina. Voy hacia allá.

-Cata...

Las sirvientas me miran con una ceja arriba.

-Oh, no... ¡Roth!

Subo corriendo las escaleras. Entro en nuestra habitación. No esta. Miro su velador... El anillo envuelve un papel.
Comienzo a leer.

"No sé que escribir, siento que todo de ha dicho entre nosotros.
Soy mala escribiendo cartas, pero estoy haciendo un esfuerzo.
Estoy siendo una distracción para . Los clientes, dinero y concentración, han disminuido cuando yo llegué a tu vida.
No lo interpretes con un "Ya no me ama", al contrario, te digo amando con todo mi corazón.
Jamás voy a olvidar la primera vez que te vi en un balcón. Luego a los 13 años te vi y me diste mi primer beso, de ahí no me dejaste hasta los 14 años. Luego a los 15 me salvaste de un infierno, y gracias a ti y a tu padre, me llevaron al otro colegio. Entonces me dijiste que me ibas a ver "Lunes, Martes, Jueves y Viernes" tan sólo para ver si estaba bien. Me dejaste a los 17, dándome un collar.
Te voy a confesar que te odiaba.
Entonces a los 23 años me compraste.
¿Yo qué iba a saber que lo hiciste todo por mí, para que siguiera bien?
Matt... Eres espectacular... Te mereces muchas cosas... Como "felicidad".
Tu sonrisa no tiene comparación.
Ruth, esa Señora a la que le debo muchas cosas por tener a un hombre llamado Matt Cortez.
Sé que me prohibiste que no volviera a decir "Adiós", pero ahora...

Adiós.
Pd.: Te Amo."

No puedo creer lo que escribió. Lleno de euforia, bajo las escaleras.

-¡Padre! ¡Michael! ¡Cata! -Mi voz se quiebra -, Roth...

Las sirvientas me miran. Las miro.

-Quiero que me digan dónde mierda están ellos.
-¿Q..., quiénes? -Preguntó una rubia.
-¡Mi padre, Michael, Cata y Roth!
-Eh... En la mañana, cuando usted se estaba yendo, a los minutos después, bajó la señorita Roth con una maleta.

Suspiro de mal humor. "Abandono".

-Cata -continuó -, también tenía una maleta, el señor Michael, dejó las maletas en un auto. Luego las dos le siguieron.
-¿A dónde fueron?

Ella negó con la cabeza y subiendo los hombros dijo:

-No lo sé.

Corro por todo el Hotel buscando pistas, pero fue en vano. Me senté en su lado de la cama, con su anillo en mi mano.

-Joder Roth... ¿Por qué me dejaste?

Puede que sea hombre..., pero mis lágrimas caen.

-Roth... No eres distracción, eres mi felicidad.

Pasaron horas, no he comido, solo llorado.
Siento el auto de mi padre llegar. No saben la que les espera.

-Relájate, hijo. Ya tendrás la oportunidad -escuché decir a mi madre, pero no logro verla.

Voy al baño, seco mis ojos y lavo mi cara. Bajo las escaleras de modo serio. Mike y padre están entrando. Decido aparecer.

-Hola -dije serio.

Parece que se sorprendieron.

-Hijo...
-No me digas así.
-Matt... -Decía Mike.
-De ti nunca lo hubiera pensado.

Ambos de quedaron callados, pero no va a ser así de simple.

-Señor Roger -digo -. He pasado mi vida con usted haciendo TODO lo que me pidió, ¿Y ASÍ ME LO PAGA?
-Hijo, no me llames por mi nombre.
-Mejor cállate y vete de mi Hotel.

Me miró sorprendido. Media vuelta y se fue.

-Michael.
-¿Sí, Matt?
-No, no me digas así.
-Matt, no hagas un escándalo.
-¡Cállate y obedece!

Me quedó mirando. Se quedó recto y me miró.

-¿Quiere algo, joven Cortez?
-Sí, dime dónde mierda dejaron a mi Roth.
-Lo siento, no puedo recordarlo.
-No me mientas.
-Lo juro, Matt. Tu padre me dio algo cuando veníamos y no recuerdo... Por favor, créeme.
-Le preguntaré a él.
-Tu padre hizo lo mismo. Tomamos a la vez...
-No. No, no, no, no... -Repetía tomando mi cabeza -. La necesito... ¡La necesito conmigo!
-Señor, Matt, -decía una sirvienta -tiene que comer algo.

La miro con odio. Nadie me dirá así otra vez. Voy a la cocina y una señorita rubia me tiende un plato, pero lo boto frente a sus narices.

-Michael.
-Voy, señor.
-Anota las nuevas reglas de mi Hotel.
-¿Nuevas reglas?
-¿Eres sordo acaso?
-No, señor.
-Primera regla: Solo me llamarán "Señor" o "Señor Cortez". Segunda regla: trabajarán al máximo.
-¿Qué? -Se escuchaba quejas de las señoritas.
-Silencio cuando hablo, anotalo en la tercera regla. Y se mantienen las demás. Y -señalo el plato quebrado del suelo -, limpien eso.
-Sí, señor -dijo la señorita que me había tendido el plato.

Subí las escaleras. Iba a cerrar la puerta, pero Mike entró.

-¿No crees que es mucho?
-¿Te di permiso para entrar?
-No, pero Matt...
-¿Cuál es la primera regla?

Cerró sus ojos y los abrió.

-Solo te pueden decir "Señor" o "Señor Cortez".
-Te equivocas. Eso también aplica a ti. Ahora sal de aquí.
-Sí, señor.

Salió, pero tocaron la puerta.

-¿Quién es?
-Michael, quiero decirle algo.
-Dilo.
-Estas insoportable.
-Bueno, la dulzura me la quitaron cuando Roth se fue.
-Una cosa más.
-¿Qué?
-Mañana vienen unas señoritas por un trabajo como secretaria. Vas a necesitar una.

Yo solo quiero a Roth. Siento a Mike irse.
Quiero dormir, porque es como, morir por un momento.
Joder Roth...

-Te necesito.

😁 holi <3 jaja, saludos :3

Donde tú vayas... iré [Visión Matt Cortez] IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora