Capitulo 1.

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Mientras le daba mantenimiento a mí arma, escuche como la puerta se abría de golpe. Ignorando la persona de quién fuera, seguí pasando la franela sobre la pistola. Sentía la presencia detrás de mí, deje el alarma a un lado mio en la mesa, y mi gire para ver quién era.

Sus ojos me veían serios como de costumbre, con sus manos frente a el.
Gire mí trasero sobre la mesa para bajarme y mirarlo de frente. Ninguno de los dos decía nada, solo nos mirabamos serias, nisiquiera nos fulminabamos.

—¿No vas a decir nada?—pregunta el después de un buen rato

Me limito a encojer mis hombros. El pone sus ojos azules en blanco.

—¿En dondé estás tus amigios oscuros?—pregunto

—No deje que pasaran y alteraran las cosas.—responde

—Mala idea. Qué tal aprovecho y te disparo.

El finge una risa.

—Solo vengo a avisarte que el señor Frank te quiere mañana a primera hora.—dice

Alzo mis cejas.

—¿Cambio de tecnica? ¿Se aburrio de las persecuciones fallidas?

—Tal vez. Está aburrido.—encoje sus hombros

—Yo tambien lo estoy. Por eso queria otra de esas persecuciones que se la por "intentar" atraparme.—respondo
—No me digas que ya se cansaron.—alzo mis cejas "sorprendida"

—No hay tiempo. Ahora más que nunca el señor Frank quiere que vayas.—habla serio está vez

—No seré tonta, me chantajerá con algo y me entregará.

—Blair, solo ve. De verdad.—pide mirandome con esperanza

—¿Para qué?

—Negocios.

—¿Negocios? ¿Qué tipo de negocios?

—Es complicado. Solo ve.

—Lo pensaré. Dame la dirección.—pido

El se saca de su bolsita de su saco negro en la parte de su pecho del lado izquierdo, un papel, me lo extiene y lo tomo.

—Sabes que el señor Frank no te quiere para refundirte en los años que te mereces de carcel, Blair. Puedes confiar e ir. Por favor.—dice mirandome inquieto

Asiento mirando el papel.

—Espero que asistas, adios.—se da vuelta y sale por el porton

Dejo salir un suspiro y recargo mi trasero en la mesa. "Puedes confiar" Simplemente me revolvía el estomago, es la palabra con más desconfianza tengo. Muevo inquieta el papel con mí mano. ¿Debería ir?

Al regresar al departamento, me tire al sillón, mirando el techo, con mis pensamientos y recuerdos a flote como de costumbre. Las lagrimas empapaban mis mejillas siempre a estás horas, en estás circunstancias.

Mí vida había cambiado en una semana, se fue hundiendo rápido, pero a la vez lo sentía lento y dolorosamente.

Me desperte agitada, nerviosa, y asustada por los gritos que escuchaba dormida. Pero me aterre más cuando me dí cuenta que eran reales, y eran desgarradores. Mi piel se erizo de tal forma que me dió frio, mis ojos se empaparon de lagrimas, me puse de pie, estaba descalza, y mordia la tela de mí vestido con el que dormía. Le dí vuelta a la manija con torpeza y sigilosamente, al abrir está ví como mis papas salían huyendo por la puerta mientras unos hombres salían detrás de ellos. Veía sangre casi por todos lados, unos brazos me tomaron y bajo corriendo las escaleras, y saliendo de la puerta conmigo. Era Alexander, mí hermano. Abrió la puerta de la camioneta trasera y me metió, el rodeo rápidamente, y encendió la camioneta pisando con decesperación el acelerador.

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⏰ Última actualización: Apr 09, 2017 ⏰

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