Raymond Demon

Primera Parte: El inicio de todo...

Una buena historia comienza con un buen inicio, con palabras de ánimo para el lector y cosas muy emocionantes, pero eso mejor lo dejo para después...dado a que eso ocurrirá más adelante, porque todo esto comenzó con algo simple, 5 años atrás, con una simple botella de vino tinto envuelta de hilos de diferentes colores y enfrente de esta estaba el pre-adolescente de 12 años Raymond Badwell.
En ese entonces Raymond tenía problemas para socializar con personas y un poco de depresión, dado a que se la pasaba en su casa y nunca salía con amigos a jugar como lo hacía un niño normal a esa edad, sus padres decidieron enviarlo con Tobías Chapmand, psicólogo de confianza y conocido de la familia dado a que se preocupaban mucho por el pequeño Raymond, y muy en el fondo sus padres pensaban "Ohh mierda este chico tratara de suicidarse un día de estos".
Solo estaban sentados en la sala de espera del consultorio y Ray estaba jugando con su pequeña Tablet hasta que Tobías salió de la puerta:
-Ohh así que este es Raymond, hola soy Tobías Chapmand- lo dijo con una gran sonrisa que más que provocar encanto provocaba unas ganas tremendas de golpearlo en la cara- Por favor pasa Ray.
Raymond fingió una sonrisa y paso al despacho.
-Escucha Raymond, tus padres están preocupados por ti ¿entiendes eso? –Raymond asintió-Bien, solo quiero que hagas algo por mí, vamos a hacer una pequeña manualidad ¿te parece bien?-el niño asintió, un poco más emocionado pero sin llegar a percibirlo.
El psicólogo solo le dio unos hilos de colores y una botella sin estampado, del tamaño de una botella de vino tinto.
-Vamos a divertirnos un poco, quiero que me envuelvas la botella con estos pequeños hilos de colores, imagina que esta botella eres tú, puedes elegir y poner cualquier color que se te antoje, procura que quede lo mejor posible.
-Okey, está bien- dijo por fin el pequeño Raymond con una sonrisa sincera, al parecer si le gustaba en el interior hacer manualidades, aunque a esa edad se considere "algo para niños más pequeños"
El niño solo utilizo 4 colores de todo el arcoíris inmenso de la caja de hilos: rojo, naranja, amarillo y negro. No parece una buena combinación de colores pero para Ray era una obra de arte.
-Disculpe Señor Chapmand ¿tiene brillantina?- El señor Chapmand se sorprendió al escuchar eso proviniendo de un niño al que sus padres calificaban como "tímido".
-Claro está en esa caja de allá-señalo una pequeña caja de materiales que estaba en la esquina del despacho, Raymond la tomo caja y agarro un pegamento y una pequeña bolsita de brillantina plateada.
Después de unos minutos la obra de arte había quedado terminada, una botella de vino tinto envuelta en varias capas de hilos de colores en la cual el pequeño estaba orgulloso.
-Wow! Sorprendente- dijo Tobías- te quedo muy bien Raymond.
-Gracias supongo-dijo un poco sonrojado.
-Bueno, ahora dime, ¿por qué elegiste esos colores Ray? ¿Qué te inspiro al ponerlos?-Ray no necesito pensarlo dos veces para saber que contestar a esas preguntas.
-Bueno comencemos por la capa de arriba, la decore con hilo rojo y le puse brillantina por que representa el sentimiento-Ray le decía "sentimiento" al amor, dado a que esa palabra está prohibida para los niños, representaba para Raymond lo equivalente a ser un marica -elegí este color porque creo que es el que más lo representa y sin "el sentimiento" no seriamos humanos.
-Fascinante- dijo el Psicologo, lo curioso es que lo dijo de corazón y no fingía interés como pasaba varias veces con otros pacientes, Raymond prosiguió con la explicación.
-Debajo de "El sentimiento" está el color naranja, este es "la persistencia", representa todo lo que quiero llegar a ser- Raymond en realidad puso la persistencia porque en la primaria cuando daban la materia de valores, a él siempre le gustaba el valor de la "persistencia" por alguna razón, le sonaba un valor imponente, poderoso, y no estaba del todo equivocado.
-¿Y qué quieres ser Raymond?-
-Todavía no lo sé, pero quiero llegar a ser grande, a ser algo grandioso, me dijo mi papa que algún día lo llegare a ser, solo tengo que ser paciente.
-Tu papa es muy sabio Ray, y claro que puedes llegar muy lejos solo esfuérzate en lo que quieres ser Ray, bueno prosigue con tu explicación- Dijo intrigado el psicólogo al no saber que representaban los demás colores.
-Este es el amarillo, es "La vida", la puse porque sin ella ni siquiera estaríamos aquí, es lo que nos mantiene a nosotros en este mundo- Raymond empezó a valorar la vida cuando solo tenía 9 años de edad, fue ese lluvioso día 9 de noviembre en el que su abuela Mary dejaría este mundo, él no era apegado a ella, de hecho solo la vio unas cuantas veces en toda su vida, pero al ver a sus padres llorando sentados en la sala recibiendo la noticia por teléfono, se dio cuenta lo importante que era esa persona para ellos.....Raymond nunca olvidaría ese momento.
-Me parece hermoso-Tobías miro por un segundo el ultimo color- ¿y el negro? Por qué lo pusiste hasta abajo ¿Qué representa?
Entonces vio Tobías que había un pequeño hilo negro saliendo y sobrepasando todos los colores hasta llegar al pico de la botella.
-El negro representa "Cambio".
-Y ¿por qué pusiste el hilo sobrepasando los colores hasta el pico Raymond?
-Por que una persona a pesar de que sea un alguien bueno y humilde o alguien cruel y sin sentimientos, un día puede cambiar, solo se necesita eso....un día esa persona puede llegar a ser alguien totalmente diferente.
-¿Y por qué lo pusiste negro?
-Porque no es bueno ni malo, el cambio es neutro...depende de cada quien si lo quiere utilizar para bien o para mal.
- ¿Y que es a lo que tu llamas el cambio?
-Son los obstáculos que te pone la vida-El doctor quedo confundido y un poco sacado de onda, dado a que nunca había escuchado eso de un niño de 12 años- lo vi hace mucho en un programa de televisión...es algo así como "lo que no te mata te hace más fuerte".
El doctor no supo que decir al respecto, solo tomo apuntes.
-Bueno Raymond ¿puedes salir de mi despacho por favor?, debo hablar con tus padres un momento.
-Puedo llevarme mi botella-dijo Ray con una sonrisa.
-Claro llévatela, es tu obra de arte.
A pesar de que la manualidad de la botella fue improvisada, a Raymond se le quedo en la mente eso a lo que llamo "el cambio", que algún día, en cualquier momento crecería y tendría que actuar diferente, ser diferente y créanme que será bastante diferente en unos años, porque muy en el fondo el pequeño Raymond Badwell de 12 años, sabía que un día su vida iba a cambiar por completo, aunque él no sabía en ese momento que "el cambio" iba a ser tan drástico.