La luna iluminaba la hermosa ciudad y en uno de los hoteles vivían ellos, la Familia Porter, en la inmensa habitación se encontraba ella sollozando, ahogando sus lágrimas contra la almohada.
-¿Por qué ella? ¿Por qué yo no?
Se preguntaba la pobre chica al cuestionar respecto a su mejor amiga Samantha Therpoon, ¡vaya! ¿quien lo diría? Envidia sobre su mejor amiga, eso es lo que sentía Deborah hacia ella, sus recuerdos de ésos días sin paz habían vuelto en sus ojeras guardaba amaneceres de aquellas lágrimas recorridas por sus suaves mejillas el recuerdo de ese sombrío chico que acababa de perder a su padre y su fría personalidad del cual Deborah no quería saber jamás llenaba en ella un odio hacia sí misma pero para calmar ese dolor tomó su arma secreta, una cuchilla, la tomó con fuerza sobre su ante-brazo para luego herirlo poco a poco la sangre se dispersó sobre su brazo haciendo escapar todo el dolor que tenía dentro, sus lágrimas dejaron de correr y una satisfactoria sonrisa se dibujaba sobre su rostro.
-Minetras tenga esta cuchilla con migo todo estará bien Deborah.- Exclamó para sí misma. Se limpió y salió a la sala donde se encontraban sus padres.
-Tu si que eres muy desobediente ¿verdad?, ¿¡Cuantas veces te he dicho que no sigas haciendo eso!?- Exclama Zoe, la madre de Deborah.
-Ya no me importa nada Zoe.
-¿Zoe? ¡No me llames por mi nombre! ¡Llámame mamá!-Grita Zoe desilucionada.
-Si fueras mi madre no te vería como una enemiga para mí.
-¿Enemiga? ¡Deborah por Dios! ¡Yo no te he hecho daño como para que me llames tu enemiga!- Dice Zoe enfurecida.
-¿Que hay de las veces que querías "protegerme" ¡cuando la verdad es que me estabas hiriendo por dentro!
-Te he dicho que cuando algo te incomode, me lo digas Deborah.
-Pero ¿sabes que? ¡NO HAY CONFIANZA ENTRE NOSOTRAS ZOE!- Gritó Deborah hacia su madre.
-¡NO ME LEVANTES LA VOZ CUANDO TE HABLO!- Grita Zoe enfurecida nuevamente.
-Lo haré cuando ¡YO QUIERA!
-¡YA BASTA!- Gritó Joseph, el padre de Deborah.-¡Estoy harto de que discutan por la misma tontería todos los días! Deborah, te he dicho que no le levantes la voz a tu madre y tú Zoe, comprende a la pobre chica, ¡ella sufre! Es la típica etapa de la adolescencia.
-¿¡ADOLESCENCIA!?-Grita Zoe.-¿¡Te parece una etapa de la adolescencia que Deborah se auto-lesione!?
Deborah escuchaba la repetitiva discusión entre sus padres cada día así que decidió ir a caminar, ella observaba las calles iluminadas por la luna cuando de pronto una silueta se le hace conocida...Era Samantha, su mejor amiga, debido a su envidia y pensamientos hacia ella decidió esconderse pero fué en vano...
-¡Te ví!- Exclamó Samantha apuntando hacia el escondite de Deborah.
***CONTINUARÁ***
Espero que te haya gustado el primer capítulo de esta historia, no olvides comentar y quiero que sepas que muy pronto subiré el capítulo 2.
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El Diario De Una Suicida.
Short StoryDeborah Porter chica de 13 años de cabello castaño, rizado, alta, de tez blanca y ojos marrones, nació en Los Ángeles (Estados Unidos) Su vida no sería fácil...