VOLVIENDO A TI

Farsante

Bella pov. 

Sabía que la noticia no le agradaría de todo a Edward, pude ver su expresión y no era para menos la mujer que "lo amaba" lo había engañado peor que un gato cuando caza un ratón. 

-No puede ser -susurro Edward. 

De seguro esta tan enamorado de ella, que no puede creer que haya sido capaz de hacerle algo como eso. 

-Bella, esa es una acusación muy grave -me dijo Carlisle. 

-Lo sé, pero todo lleva a que es ella. 

-¿Lo hizo sola? -pregunto Emmett-. Siempre se sabe que hay más de dos involucrados. 

-Al menos dentro de la empresa, ella es la única que tiene beneficiosos... 

-¿Crees que alguien de fuera, pueda estarla ayudando? -pregunto Carlisle. 

-Puede ser, no estoy segura de eso. 

-¿Edward? 

Edward parecía perdido pude ver rabia en sus ojos mucha rabia. 

-¿Dime, Carlisle? 

-¿Qué piensas hacer respecto a esto? contaras con nuestro apoyo, claro que después que decidas lo que vas a hacer es mejor que no arriesguemos más de la cuenta. 

Edward asintió. 

-Denunciare a Leah, y que pase lo que tenga que pasar -susurro Edward. 

Pensé que no lo haría, digo estaba con ella, ¿no? al parecer no la amaba... ¿cómo es que eso hace que mi corazón de un brinco? 

-Bien, entonces cuando todo acabe haremos cuentas por ahora ten asegurado que serás socio en esta empresa -Carlisle le tendió la mano a Edward, la cual estrecharon con un fuerte apretón. 

Todos comenzaron a salir de la oficina, excepto Edward quien se quedo mirando hacía la nada, recogí mis cosas, estaba a punto de salir cuando sentí que tomaron mi brazo. 

-Edward... 

-No digas nada -hizo una pausa-. Gracias -y salio de la oficina dejándome totalmente confundida. 

Edward pov. 

No podía creer que había sido un completo idiota, perdí a la mujer que de verdad amaba por una zorra que solo me robo mi dinero, por una zorra con la que el sexo era lo único bueno, no lo iba a negar no podía, pero ni en ese se comparaba con Bella. 

Tome mi teléfono y marque el número de Leah, sí tenía suerte todavía estaría aquí en Londres. 

-Edward, sabía que me buscarías -contesto Leah. 

-Así, es... quiero verte. 

-Eso suena muy bien, suena prometedor. 

-Te llevaras una gran sorpresa -dije. 

-¿En tu hotel?  

-Por favor, te veo en 20.

-Bien, te prometo un vista interesante, muy interesante. 

Colgué, no sabes lo que te espera Leah, sonreí sin real felicidad. 

Llegue al hotel, subí a la habitación y espere tranquilamente a que llegara Leah. 

Después de unos minutos escuche como tocaban la puerta, trate de recomponer mi rostro que hasta este momento debería ser de pura furia, abrí la puerta con mejor sonrisa falsamente posible. 

-Hola, pasa. 

-Hola amor, me alegra que me hayas llamado -dijo Leah, quien traía un abrigo cubriendo todo su cuerpo.