Tierra, ubicación; Veracruz, Boca del Río. Muelle. Febrero 2023
Un barco llegaba al muelle con una entrega importante para el museo nacional del país. Algunos trabajadores bajaban la carga rápidamente antes de que su tiempo laboral acabe.
-¿Cuánto falta?- preguntó el supervisor de turno.
-Un compartimiento más Don Guillermo, ya prepararemos mañana esta entrega para la exposición de la antigua Tenochtitlán-
-Recuérdame algo Raúl ¿Que es lo que mandaron?-
El empleado abrió la caja mostrando su contenido -El penacho de Moctezuma- admiró la pieza de museo -Ha estado en Austria hace mucho tiempo y por fin está en casa ¿No es grandioso?-
-No lo sé Raúl, la historía jamás me ha gustado- se alejo mientras hacía papeleo -Señor Jesus, que gusto volverlo a ver-
-Buenas noches Guillermo ¿Acabando el día?- preguntó el guardia de seguridad.
-Ya estamos listos, solo necesitamos resguardar el artículo en la bodega del muelle y listo ¿Como se encuentra usted?-
-Muy bien gracias, hoy es mi última noche y ya mañana me jubilo-
-¿Y que hará ahora?-
-Viajar con mi mujer, conocer el mundo- dijo el guardia con una sonrisa.
-Fantástico, pues lo felicitó- terminó de hacer los conteos -Ya en unos momentos nosotros nos retiraremos-
-Perfecto, notifíquenme si necesitan algo- dijo al retirarse.
Las horas pasaron y el artículo fue resguardado a tiempo. Los trabajadores se retiraron el lugar, dejando al guardia de turno nocturno solo. Pasando la media noche, mientras hacía su rondín, el guardia iluminaba las bóvedas con su linterna, sin esperar nada espectacular que encontrar.
-Otra noche aburrida- se dijo.
Entre las sombras se movía algo, corría los techos y saltaba de edificio a edificio. Asustando a las palomas que dormían en el tejado, esto llamó la atención del guardia, aún así no le tomó importancia alguna. Seguía caminando e iluminando las zonas, hasta que escucho como tubos y herramientas caían al suelo, haciendo mucho ruido.
-¿Hola?- llamó sin recibir respuesta -¿Hay alguien ahí?-
Iluminó un pasillo que se generaba entre dos contenedores metálicos, encontrando unas palomas destripadas en el suelo y varias partes de los contenedores destruidos. Parecía que algo había destrozado con garras los contenedores, la profundidad de los rasguños eran inhumanos.
Al levantar la mirada se percató como unos ojos de color rojo lo veían desde la obscuridad, escuchando los gruñidos de algo.El miedo lo consumió y soltó su linterna, huyendo del lugar. El aroma que desprendía por el terror que tenía, guiaba a la bestia, le provocaba el deseo y el hambre de cazar a su presa. El guardia seguía corriendo, intento llegar a su estación, pero antes de poder abrir la puerta, la bestia lo envistió hacía las sombras.
Ni un solo grito se escucha, solo el desgarramiento y el desmembramiento de un cuerpo.
Cuarto Sol.
Un día después.El divino señor se encargaba de trabajos matutinos como cada mañana, consultando los resultados del mes en los avances que la sociedad ha obtenido los últimos años.
-Muéstrame el avance mensual en los cultivos de la zona sur- dijo mientras miraba unos papeles en su escritorio.
-Han tenido una producción de tomates y aguacates magnificas a diferencia del mes pasado- respondió Citlali, guardián suyo.

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El Hijo De Quetzalcóatl: El Coleccionista De Recuerdos [Historia II]
FantasyDespués del destierro por parte de Xipe Totec, Víctor despierta de un estado de coma; con lo que son recuerdos falsos de una vida que la considera normal. Sus antiguos amigos aún cuidan de él, con la única advertencia de no revelarle su pasado. Los...