!"Apúrate!" Es una frase que usamos (y pensamos) regularmente. Cuando se trata de la vida, muchos de nosotros tenemos una "necesidad de velocidad." Queremos que las cosas ocurran rápido, y nada o que nadie se meta en el camino. En relaciones, estamos infestados con las ilustraciones e irritaciones de personas que no hacen lo que queremos que hagan, fracasan o actúan de acuerdo con nuestras expectativas, se rehúsan a moverse tan rápido como lo hacemos nosotros, o se resisten a hacer nuestras prioridades sus prioridades. Si no tenemos cuidado, la impaciencia toma control en estas situaciones y decimos y hacemos cosas que dañan a las personas.