【 Diario de un Friendzoneado → Por Jeon JungKook ✍ 】

Prólogo

Al fin, mi cumpleaños número 18, finalmente dejaba de ser un niñato puberto con hormonas revolucionadas y comenzaba con la dura vida de un joven adulto, comenzaría a afeitarme mi (inexistente) barba, dejaría esos malditos granos de lado y lo mejor de todo... ¡Ingresaría a la Universidad! Al fin, solo quedaba pasar este maldito año de mierda desapercibido y todo estaría bien.

Lo malo, es que al parecer, mi madre no entiende lo que es un "No quiero una fiesta de cumpleaños", y eso lo descubrí apenas giré el pomo de la puerta de mi casa esa tarde, encontrándome con un gran grupo de familiares lejanos y no tanto en la sala de estar, con miles de globos y serpentinas por todos lados.

-¿Qué demo...?-

-¡Feliz cumpleaños Kookkie! Sé que dijiste que no querías una fiesta, pero ya sé como son estos adolescentes, siempre dicen una cosa pero en realidad desean otra, ¡Y aquí estamos!-

Una de las pocas de cosas que odio de mi madre, es que siempre cree saber todo sobre los adolescentes y sobre mí, pero no es así, cuando un hombre dice "No" es simplemente eso, no.

-JungKook, feliz cumpleaños.-

Ay no, ese era Yoongi, mi extraño primo aspirante a rapero al cual una vez le robé un beso y me rompió la nariz.

-G-Gracias Yoongi... ¿Qué es esto?-

Pregunté extrañado, recibiendo la bolsa que el mayor (aunque más bajo) me entregaba con cierto desinterés.

-Un regalo, duh. Ábrelo.-

Demandó a la vez que se cruzaba de brazos, en espera a que abriera la bolsa, lo cual sinceramente me aterraba, siendo Yoongi, no me extrañaba recibir una araña o una serpiente venenosa, incluso tal vez una trampa para ratas, pero al sacar el contenido de la bolsa, me sentí aliviado, pero a la vez extrañado.

-¿Ahora las serpientes venenosas vienen en forma de libreta?-

-Jeon, si te quisiera envenenar, ya lo habría hecho hace mucho, ahora cállate y lee la maldita dedicatoria.-

Siempre intentando parecer intimidante con esas duras palabras, pero es tan lindo, ahora recuerdo por qué me aventuré a probar esos perfectos labios cereza.

Sin pensarlo más, abrí la libreta con cuidado y decidí leer la pequeña carta escriba en la primera hoja, con una caligrafía digna de un autor clásico.

No tan querido JungKook:

El tiempo ha pasado rápido, ya eres todo un joven adulto por lo que he visto en las fotos de tu Instagram, has crecido bien, aún recuerdo cuando eras un crio con dientes de ratón (que, graciosamente aún posees) que no paraba de joderme la existencia en medio de las vacaciones, deseando quedarte en mi casa y por ende, prohibiéndome salir con mis amigos a cualquier lado.

En fin, ahora que tienes 18 años, podríamos salir a divertirnos un rato, ya sabes, tomar alcohol, fumar alguna mierda, etc, podría presentarte a unos amigos, así tal vez dejas de ser un maldito asocial.

Ahora, seguro te preguntas por qué te he regalado esta libreta, pues, a tu edad, lo que más sufría eran decepciones, me frustraba bastante fácil y no tenía algún modo de desahogarme sin ser juzgado, es por eso que quiero que escribas todo lo que te molesta, acompleja o frustra en esta libreta, piensa en ella como un modo de desahogarte, como un amigo o algo así.

Eso es todo, ahora que entrarás a la Universidad quiero recordarte algo... ¡Folla como un maldito Sátiro! Pero usa condón, nunca vayas a ningún lado sin uno, nunca sabes dónde puede que encuentres el culo ideal.

Te quiere, aunque sea un poco, tu extraño primo Min Yoongi.

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