Comics y Cafetería

2. Necesitas decir todo.

Cuatro días.

Han pasado cuatro días enteros desde que Manuel milagrosamente consiguió el número de Gabriela. Bueno... técnicamente era debido a Arely y que Gabriela haya escuchado la conversación... pero como sea. Manuel tiene el número. Cuatro días de constantes quejas de Arely preguntándole si ha tenido el suficiente valor para llamarla o al menos mandarle un mensaje. Cuatro días de Manuel amenazando a Arely con quemar sus discos de su artista favorito. 

No es que Manuel no quisiera hablar con Gabriela. Solo que había estado ocupado los últimos días. Casi se olvido de sus deberes el día después que obtuvo el número de Gabriela. Además de que tenía una prueba para la parte de conferencias de la clase.

En realidad todo eso de estar 'ocupado' con la escuela era una mierda absoluta a decir verdad. Teniendo en cuenta el hecho de que Manuel tenía un fuerte. Un pie en la clase general y había terminado en el laboratorio al cual fue asignado. Todo lo que estudiaba en Pinky de verdad funcionaba. Pero él no dejo que Arely supiera eso porque si no lo empezaría a molestar con Gabriela, diciendo que solo buscaba excusas para no llamarla. Manuel decía que estaba "ocupado" mirando por encima de sus notas de anatomía para conseguir que su compañera la dejara en paz, una autentica situación de ganar-ganar en la mente de Manuel. 

Así que Manuel realmente no quería llamar a Gabriela. Sin embargo, no era por ese problema de que no sabía que decir, simplemente tenía miedo. 

Manuel estaba tumbado boca abajo sobre su (actualmente cubierta con su manta de Los Vengadores) cama con la cabeza a los pies de él y los pies en sus almohadas. Llevaba una camisa a juego de Los Avengers y sus sudores azules de la UCLA. Para probablemente la centésima vez aquel día, él saco su teléfono y se quedo mirando los diez dígitos que lo han estado tentando últimamente. 

Él dejo escapar un gemido de frustración y rodó sobre su espalda, lanzando su teléfono hacía sus pies y en la parte superior de la cama. Aterrizó a salvo en sus almohadas. 

"¡Arely!" Él llamo a su compañera de cuarto, sabiendo que puede oírla debido a que las puertas de sus habitaciones estaban abiertas. 

Un leve "¿Si?" se escucho levemente pero todavía era capaz de escucharlo. 

"Necesito tu ayuda" respondió con una voz derrotada. Sabía que Arely no iba a dejarlo vivir sin molestarlo en el corto plazo.  

"¿Que?" Arely gritó, sin oír la última respuesta de Manuel correctamente. 

"¡Necesito tu ayuda!" Manuel gritó, lanzando los brazos sobre sus ojos. Estaba seguro de que Arely se burlaría de verlo actuando como ahora si no estuviera en su respectiva habitación. 

"¿Con que?" su tono de voz emitía impresión por no entender la respuesta anterior de Manuel. 

"...Gabriela" Manuel cedió y suspiró. 

"¿Que?"Arely gritó con la misma entonación que antes. 

"¡Con Gabriela!" Manuel se quebró, sus cejas se fruncieron con irritación. ¿Cómo es que Arely ni podía oírlo? 

"No te puedo oír" Afirmo Arely, su declaración mostrando ningún indició de burla. En realidad, era la frustración real de no tener una comunicación clara. 

"¡JESUCRISTO, ARELY! NECESITO TU AYUDA CON GABRIELA, ¿OKEY?" Manuel exclamó, su paciencia terminada claramente en este punto. Podía oír a Arely suspirar antes de que contestara. 

"No, no uses el nombre de Dios en vano" Manuel se burlaba de la declaración y centro su mirada fijamente al techo. 

"Oh cállate Téllez, a veces eres tan gay" él oyó el crujido del suelo de madera desde el otro lado de la pared, seguido de pasos que se dirigían hacia su habitación.