Perfecta

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"Una verdad absoluta es esta: En las carreteras serpenteantes de la vida, a veces sentimos premoniciones sin entender su origen, como un suspiro del destino que nos susurra un secreto incierto, que a menudo deberíamos prestar atención y olvidarnos del escepticismo." 

" 

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Capítulo 1

¡Tic... tic... tic...! 

Sonó el despertador.

Eran las 7:00 A.M., en Nashville, Tennessee.

Este estado se encontraba en el sureste de los Estados Unidos y su capital era Nashville. Era famosa por ser el centro de la música country, por lo que la llamaban "La Tierra de la Música".

Por supuesto, existían otras ciudades importantes como Memphis y Knoxville, pero no son relevantes para mi historia.

Una de las cosas que más me encantaba de Nashville, era que albergaba la famosa calle Lower Broadway, llena de bares y clubes de música en vivo de la que nos regocijábamos. Aunque Beale Street, no tenía nada que envidiarle, especialmente si se tiene un destino icónico para los amantes de la música.

Pero, en comparación con otros estados de los Estados Unidos, Tennessee se consideraba un estado con tamaño moderado en términos de población y tamaño geográfico.

Lo bueno, era que pese a tener grandes ciudades, también contaba con una gran cantidad de áreas protegidas y parques nacionales, como el Parque Nacional Gran Smoky Mountains, que era el parque nacional más visitado de Estados Unidos. Además, ofrecía los mejores paisajes montañosos, con rutas de senderismo y una increíble biodiversidad.

No obstante, lo más importante, es saber que fue en Tennessee donde todo inició...

Era septiembre, el verano había acabado y el otoño comenzaba a nacer. Tenía 16 años de edad, lista para iniciar mi undécimo grado en la secundaria. 

Por supuesto, en aquella época del año, mi vecindario adquiría una belleza única durante el día. Los árboles que bordeaban las calles se teñían de tonos cálidos y vibrantes, como el rojo, el naranja y el dorado, y las hojas caídas crujían bajo los pies de quienes paseaban por las aceras.

Las casas de estilo sureño, con sus porches cubiertos y columpios de madera, solían estar adornadas con calabazas, espigas de maíz y guirnaldas de hojas secas.

El aire se impregnaba con el aroma de las fogatas y la canela de las bebidas calientes. En las calles, los vecinos se reunían para disfrutar de comidas al aire libre y barbacoas de otoño, acompañado del sonido de risas y conversaciones que llenaban el ambiente mientras al compartir historias.

Los parques locales se transformaban en un espectáculo de colores, con familias que disfrutaban de picnics y niños que jugaban en montones de hojas secas. El sol brillaba en el cielo azul, proporcionando una sensación de calidez a pesar del clima más fresco.

Instrumento: Galica #POFG2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora