Lo veía todos los días, sin falta. A la expectativa de cuál va a ser su próximo movimiento. Si, lo sé. Soy patética deseando algo que posiblemente no podre tener jamás.¿Por qué, de todos los chicos del mundo, tuve que fijarme en él? Y me sorprendí al aceptar ese hecho. Llevaba tiempo mirando y sintiendo una especie de molestia ante su presencia, cuestionándome el porqué de aquel sentimiento si él no me había hecho nada. Simplemente me irritaba que el llegara y se pusiera al lado mío a esperar el bus que nos llevara a la estación del metro.
Pero después abrí los ojos y me lleve una gran sorpresa al sentir celos de solo verlo con a la que hoy en día llamo "la post it". Me enervaba la sangre cada vez que los veía juntos, abrazados. Luego entendí una gran realidad: estaba cayendo profundamente por el chico de la parada de bus.
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El chico de la parada del autobús ©
Short Story¿Te imaginarías todos los sentimientos que pueden traer estar unos segundos en una parada de buses? Ella no puede callar lo que siente. El no puede corresponderle. Ambos encontrándose continuamente en la misma parada de buses. basada en un...