III. Sexcam

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Llegó casi a media noche como era de costumbre, y es que la verdad ya no le importaba estar en casa cuando Jack no estaba.

Se sentía cansado y tan abatido por su trabajo pero realmente no le importaba mucho, porque prefería trabajar horas extras que estar en casa solo, extrañando a Jack.

Caminó hasta la cocina después de dejar su abrigo sobre el perchero. Encendió la luz de la gran cocina y se sirvió agua en un vaso de cristal.
Tomó todo el contenido del vaso y después lo colocó en el lavatrastes.

Se recargó de espalda sobre la barra que separaba la cocina del comedor y sacó su móvil para observar por última vez en el día sus redes sociales.

La primera aplicación que fue revisada por el castaño fue Facebook, que para su mala suerte sólo tenía tres notificaciones, una sobre los recuerdos de las publicaciones que había hecho en años anteriores, otra de los cumpleaños de sus contactos y por último, un "me gusta" por parte de su madre en el último vídeo de cocina que compartió en su muro. Eso era todo.

Después revisó Twitter, que al igual que Facebook no había absolutamente nada, después Whatsapp, que lo único que sobresaltaba era el grupo que tenía silenciado de su empleo, y por último revisó Instagram en donde se tomó unos varios minutos dando corazones a las fotos de perritos que encontraba.

Cuando su móvil anunció un quince porciento de batería, lo volvió a guardar en el bolsillo de sus jeans.

Suspiró hondo y con su estómago vacío, decidió que lo mejor sería dormir. Con cansancio total, apagó las luces de la sala de estar y de la cocina para después ir a su habitación y empezar a colocarse su pijama.
Realmente jamás supo cuando inició a usar pijama, pero su rutina ya lo tenía tan acostumbrado que no podía dormir bien si no llevaba puesta su pijama.

Cuando estaba a punto de ir a pagar la luz de su habitación su móvil sonó dándole un total ataque de emoción porque sólo había una persona que llamaba a esas horas.

Con pasos apurados caminó hasta su mesita de noche y tomó su móvil que estaba cargándose desde el enchufe doble que​ tenía a lado de su cama.

—¿Alex? —Se escuchó del otro lado de la línea.

—Hola. —Saludó el castaño. —¿Qué tal todo por allá?

—Aquí todo bien. —Respondió. —¿Ya es muy tarde allá?

—Jamás es muy tarde para ti. —Habló sin pensarlo.

Se escuchó un leve suspiro enamorado del otro lado de la línea.

—Te extraño tanto. —Soltó de repente el pelinegro. —Te necesito tanto, quiero volver a nuestra rutina de tomar café caliente por la mañana, de fines de semana de limpiar el departamento... De todo. —Murmuró.

Los ojos del castaño empezaron a llenarse de lágrimas. Le dolía estar separado de su novio, le dolía no poderlo verlo. Extrañaba tanto su esencia, extrañaba ver esa sonrisa que podía iluminar toda una ciudad.

—Yo igual te extraño. —Suspiró. —Cada día se hace más difícil.

—Sólo quedan un par de semanas y estaré de vuelta en casa. —Habló el pelinegro. —Sólo ten paciencia y cuando menos lo esperes, estaré justo a un lado de ti molestándote como siempre antes de dormir.

Alex soltó una risita melancólica. Extrañaba tanto eso, extrañaba que siempre dormían casi semi desnudos y riendo por los malos chistes de Barakat.... Pero eso sí, siempre tenían su pequeña rutina de besos y caricias antes de dormir, porque simplemente​ querían disfrutarse antes de que fuera demasiado tarde.

30 DAYS OF SMUT CHALLENGE || JALEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora