Resonó con estruendo por toda la estación. Lo volvía a presenciar. Frente a el expreso Hogwarts nervioso, con mi nuevo uniforme y mi familia despidiéndome mientras movía mi mano por la ventana del tren. Por fin comenzaría mi quinto año en Hogwarts y lo mejor de todo es que estaría junto a Scorpius. El tren rezongo y se coloco en marcha, me senté rápidamente y observe a todos mis amigos mirándome con una sonrisa gatuna.
- Entonces… Albus ¿Piensas salir con Raven?
Le mire con burla, pero todos parecían bastante serios para la situación. Mire a Scorpius que veía distraído sus manos como si la situación no le importara.
- No. No saldré con ninguna
- Cada vez siento que te odio más Albus Potter – susurro Chris – tienes a cualquier chica a tu disposición y…
- Exacto. Pero yo no quiero a un ‘cualquiera’ quiero a una persona especial. Y esa persona no es Raven.
- Ya chicos. No vengas con tus celos incoherentes Chris, tu eres popular. Cuando las chicas vean que Albus no les coloca atención regresaran a ti.Chris chasqueo incómodo su lengua y volvió a sentarse. Sonreímos cómplices con Nathan.
- Entonces tengo luz verde ¿verdad? – pregunto Gion.
- Claro. Ve y conquista a Raven.Scorpius levanto su cabeza rápidamente, por un momento pensé que se había quebrado el cuello y miró con recelo a Gion.
- Te gusta… ¿Raven?
- ¿A quien no? – contestó Chris – Es el maldito sueño húmedo de todos en Hogwarts. Bueno el masculino… ya saben Albus de lleva el premio mayor.Solté una carcajada divertida.
- Vamos Scorpius ¿no lo sabias?
- No…Todos comenzamos a reírnos. Hacíamos bromas, algunas llenas de ponzoña amigable, pareció como si el tiempo no hubiera pasado. Como si no nos hubiéramos separados dos años y ya estuviéramos inmersos en una agradable rutina. Scorpius y yo nos mirábamos fugazmente. Hubo un instante donde nos acomodamos juntos y chocamos nuestros hombros. Era el único toque que podíamos tener sin levantar alguna sospecha. Rose entro con una amplia sonrisa y me envolvió en un suave abrazo. No nos habíamos visto desde que me fui de casa a pasar las vacaciones con Scorpius.
- Eres un terrible primo – me reclamo soltandome – No volver a casa.
- A la única persona que quería ver es a ti Rose. Podía esperar hasta que entraremos a Hogwarts para verte.Ella sonrió cálidamente y se sentó a mi lado. Los muchachos la saludaron para luego hacer preguntas incómodas. Rose decidió ignorarlos y centrar su atención en mi.
- ¿Cuando fuiste al callejón Diagón? – pregunto al detallar mi uniforme.
- Una semana antes de entrar – respondí recargándome más en Scorpius – Mamá me dio dinero y mis cosas.
- La tía Ginny esta muy triste Al – dijo Rose mirándome a los ojos – Siempre está peleando con tío Harry.Voltee mi rostro. No quería tener este tipo de conversación. No si podía escaparme con Scorpius y darnos algunos besos escondidos en alguna parte del tren. Mire por la ventana y escuche un retazo de la conversación que llevaban Nathan y Rose.
- ¿Por qué la madre de Albus está triste? – pregunto con falso desinterés.
Rose me busco con la mirada. Se la respondí y luego la conecte con Nathan. Me miraba con ansias retenidas y se hizo un pesado silencio. Era la pregunta que quería evitar, pero ahora no me era posible. Busque apoyo en Scorpius y me recargue libremente en él. Nathan se percato pero decidio ignorarlo.
- Es una historia larga – dije incómodo – Pero antes de todo…
Mire a Albus y este me devolvió la mirada curioso. Sonreí travieso. Para cuando Scorpius se dio cuenta de lo que iba a pasar ya tenia mis labios sobre los de él.
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Solo cambiemos de rumbo
RomanceÉl en definitiva era mi perdición, sus ojos plata y personalidad afilada me traían completamente loco. Lo sabía desde aquel momento en que conocimos en el tren, sabía que Scorpius Malfoy sería el único que podría adorar con una sola sílaba dada...