Di un sorbo a mi taza de café contemplando cada una de las luces que iluminaban los grandes y lujosos edificios esparcidos por toda Nueva York. El año ya casi llega a su fin y el invierno está cada vez más cerca, acompañado de lloviznas y mañanas cubiertas de nieve. Traía una sudadera con capucha que me quedaba algo holgada y unos pantalones de chandal los cuales acompañaban a mi elevada temperatura. Sentí como sus manos se posaban sobre mis hombros dando una ligera caricia y sonreí al instante.
-Buenos días princesa.- Su ronca voz rozó mi oreja provocando que toda mi piel se erizara por completo- ¿Has dormido bien?
-Claro que si. Siempre es así cuando tú estás abrazándome durante la noche.- Me di la vuelta para enredar mis brazos tras su cuello sonriéndole débilmente.
-¿Qué te puedo decir? Tú cintura es un imán para mí cuando se trata de abrazarte.- Se encogió de hombros restándole importancia. Entonces me puse de puntillas atrapando sus labios entre los míos dulcemente.
Lauren había logrado salir intacta de todo aquel lío luego de la muerte de Jasper. Mi padre había testificado a su favor durante el juicio mintiendo y protegiéndola sorprendiendo a todos los presentes en la audiencia.
-Regresemos a la cama ¿Si?.- Susurró contra mis labios y yo reí ante su actitud de niña pequeña.
-No sabes cuánto me encanta esa idea pero debo ir a la biblioteca.- Se alejó de mí frunciendo el ceño notoriamente demostrándome que no estaba de acuerdo.
-Pero es sábado.- Asentí.
-Lo sé. He quedado con Peyton para poder tomar algunos libros que me ayudaran en mi examen final.- Expliqué acariciando los rebeldes cabellos de su nuca.
-Eso suena importante.- Dijo con una mueca divertida en el rostro- Luego de que acabes podemos juntarnos para el almuerzo. Te esperaré en el restaurant italiano que está a unas cuadras, ¿Está bien?
-Está perfecto.- Dejé un corto beso en sus labios y salí disparada hasta la habitación para poder alistarme.
Más tarde recibí un mensaje de Peyton quien ya me esperaba fuera del edificio, así despidiéndome de la Alpha tomé el ascensor para descender los pisos subsiguientes al mío. Efectivamente la castaña aguardaba dentro del coche retocando un poco su sencillo maquillaje en el espejo retrovisor.
-¡Ya estabas tardando!.- Exclamó dramáticamente antes de acomodarse en su lugar e inclinarse para besar mi mejilla- ¿Dónde está tu sexy ojiverde?
-¡Hey, tú lo has dicho! Es mi sexy ojiverde.- Hice énfasis en mis palabras mientras ella me miraba divertida.
-Sabes que soy completamente heterosexual pero tengo que admitir que Lauren es caliente.- Se encogió de hombros poniendo en marcha el auto para poder dirigirnos a la biblioteca.
Estuvimos el resto de la mañana recorriendo las estanterías del silencioso lugar en busca de lo que necesitábamos.
-Esto es tan aburrido.- Me susurró la castaña sentada frente a mí con un gran libro abierto frente a ella que no recibía ni la más mínima atención de su parte.
-Puede que sea para nada divertido pero lo necesitamos. Estamos a nada de dejar el campus.- Recordé con entusiasmo.
-Si, y tú vas a casarte. Enzo se mudara lejos de aquí.- Lanzó un suspiro- Yo me quedaré vagando por esta gran ciudad.
-No necesariamente. Creo que sería una buena idea que te mudases tú también.
-No lo sé. Tengo mi vida aquí.
-Sé que harás alguna locura.- Bromeé haciéndola reír- Debo irme. Lauren me espera para comer en el restaurant italiano.
