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Estaba jodidamente oscuro, no veía un carajo y me aferraba cada vez más a mi bro...o lo que quedaba de él. Me recargué contra una pared acariciándole el cabello y los cuernos lentamente, normalmente gemiría tembloroso y tiernamente me diría que parara, consiguiendo de milagro que riera, pero ahora no era así, sólo tenía la vista perdida en el espacio. Pasé las manos por sus mejillas alzando la cabeza a la altura de mi rostro, contemplando esa jodida expresión aterrada que en cierta forma me excitaba, joder, deseaba tener su cuerpo completo, vivo o no, con su consentimiento o no, quería cojerlo y follarlo tanto como pudiese a pesar de atesorarlo y querer tenerlo siempre para mí. Los sentimientos rojos se desbordaban en el MENOS INDICADO momento, las ganas de gritar de manera violenta y desesperada "TE AMO JODER HIJO DE PUTA!" tuve que aguantármelas porque no había una puta persona para escucharlo, ni siquiera las dos que DEBÍAN escucharlo. Te amo, las palabras que utilizan los humanos para declaras sus sentimientos, poder decírselo en ese preciso momento habría sido un milagro pero tendría que esperar. Aunque ya no podía SOPORTAR la jodida idea de besarlo, siempre lo quise, saber a qué sabe su boca, quitarle el aire y ser la causa de que su respiración se agitara, esa idea y esa escena imaginada me follaba la mente de manera cruel y muy puta cara, me hacía desearla sabiendo que jamás la alcanzaría. Observando su rostro comencé a reír y llorar, me acerqué más a sus labios chorreados de sangre y lo besé suavemente...me sentí avergonzado, creo, que por primera vez, jodidamente avergonzado de estar tan desesperado como un hijo de puta, como la arañaperra* esa. Me manché con su sangre asquerosa, "baja", de un color que a pesar de ser extraño, me gustaba mucho. Jugué un poco con su lengua mordiéndola y jalandola mientras enredaba los dedos entre hilos finos de carne, escarbando en la herida. En un sólo jodido segundo ya estaba excitado y urgido, mientras masticaba su boca me desabrochaba el cierre del pantalón. Bajé la cabeza de Tavbro dejándola frente a mi entrepierna y  liberando mi tentabulto* ya demasiado duro y doloroso como para soportarlo, lo metí de lleno en su boca fría y húmeda comenzando a mover la cabeza mientras jadeaba y me mordía el labio. Esa boca malparida se sentía demasiado bien, casi como un milagro al poco dejé fluir mi esencia en su cavidad gimiendo algo ahogado y ronco como un gruñido, clavé la vista en sus ojos perdidos aún llorando pero en silencio. Limpié mis lágrimas revolviendo más la jodida y ya bastante corrida pintura levantandome sin soltar la cabeza, al final, lo último que recuerdo de mi estado de sobriedad fue haber dejado a Tavbro cerca de una mesa de jurado, luego sólo hay imágenes borrosas, un sabor muy amargo y desazón, jodida y puta desazón...

*arañaperra: léase Vriska Serket

*tentabulto: supuestamente, los genitales trolls, básicamente un tentáculo del mismo color que la sangre de X troll