Luke Y Robert(Luke Hemmings)

Capitulo 38:"Señorito Hemmings."

Me sentía mal, realmente mal. Debí darme cuenta de quien era, debía haber preguntado. Sabía que estaban los dos, pero nunca quise que le pidiera a Robert mi "regalo" por así decirlo, pero parecía una pesadilla. Amo a Luke y haberle echo eso me mataba, y diría que me sentía peor que el. Me sentía como la vez que me dejó, temía que lo volviera a hacer.

Me levanté de la cama, decidida y me arreglé un poco. Corrí escaleras abajo, sábado, hoy pasaría todo el día con el. Agarré las llaves, que tenían un pingüino en ellas, lo había comprado yo, era como un auto-regalo. Lo cual me hacía sentir sola. Pero a la vez era gracioso. Había reaccionado como:-"¡Oh! Gracias ____", "De nada ____.", muy loco. Salí de la casa y subí al Ferrari. Arranqué y conduje hasta llegar a la casa de los mellizos. Bajé apresuradamente, y golpeé la puerta nerviosa. Así lo estaba. Robert me abrió, y entre abrió sus labios, iba a decir algo, pero lo ignoré y corrí al cuarto de Luke. Abrí sin permiso y estaba dormido. Me acerqué a él y me acosté a su lado, se veía sexymente tierno. Posé una mano en su mejilla y la acaricié.

-Lo siento...-Susurré y lo abracé, aunque seguía dormido Me daba igual. Podía sentir su calor, lo cual me gustaba demasiado.

-¿Hm...?-Gruñó y abrió los ojos.-¿Que haces aquí?-Preguntó arrastrando las palabras.

-He venido a disculparme.-Dije y frunció el ceño.

-¿De qué?-Joder, se había tomado toda la barra al parecer.

-Por favor, no te alteres.-Dije y asintió, apoyando un brazo en la cama sosteniendo su cabeza.-Te confundí con Robert, y el sólo me siguió la corriente.-Dije lo más rápido que pude. Luke se tensó y rápidamente se levantó, caminó rápido hasta llegar a la cocina y escuché como le gritaba a Robert. Bajé las escaleras y si, definitivamente Luke ya lo mataría. Intentó pegarle pero grité. Estúpida, estúpida. Me miró y se acercó a mí.

-¿Que te ha echo?-Preguntó y no respondí, no podía simplemente eso.-Respondeme.-Dijo serio.

-No me ha echo nada.-Dije y negó. 

-Te ha tocado, me lo dijo hace dos minutos, ya deja de protegerlo.-Intentó calmarse.-Y tu.-Señaló a Robert.-Le pones un dedo encima te corto el pene.-Dijo tan serio, que no podía reír. El asintió nervioso y se fué, temiendo que lo hiciera. Me miró y sonreí, pero el me miró serio. Haciendo que la sonrisa desapareciera.

-Lo siento...-Susurré agachando la cabeza.

-¿Como pudiste confundirme?-Preguntó y fruncí el ceño.

-Son iguales, Luke.-Dije.

-Pero tendrías que ver bien.

-Se había ido la luz.

-Tendrías que haber preguntado quien era.

-Te había provocado, y no quería que esperes cómo un bobo.-Dije y alzó una de sus cejas.-Y quería mi regalo de cumpleaños, y supuse que sería... ya sabes...-Dije algo incómoda.

-Pero, lo mismo, sabías que el estaba allí, debiste preguntar.-Dijo y caminó por el lado mío, pero no dejaría que se fuera, agarré su brazo y lo tiré hacia mí.

-No me dejaras, aunque estés molesto, fue una confusión y pensaba en tí, todo el puto tiempo en tí y no he sentido nada con el, sólo tú me puedes hacer sentir cosas inexplicables, sólo tú me amas y serás el único al que amaré por toda mi maldita vida.-Dije realmente sería.-¿Queda claro?-Pregunté mirando sus ojos con tal seriedad. Ellos se iluminaron, y esbozó una sonrisa.

-Muy claro, preciosa.-Dijo.-Y quiero que sigas así.-Afirmó, y no evité abrazarlo.

-Y no me dejaras.