Y volver a verla, encontrartela por la calle y se repite la misma historia.
Su presencia te hace dudar, te vuelves inseguro.
Las piernas empiezan a temblarte, los balbuceos le siguen.
La sonrisa tonta deslumbra en tu cara.
Ries cual gilipollas.
Te invaden las preguntas sin respuestas.
Tartamudeas un "que guapa estás". Y te devuelve una sonrisa que hace que decaigas en tu antiguo y mal amigo vicio.
Un "espero volver a verte" acaba con aquel momento de incerteza y ambiente espeso.
Se va, se aleja. Camina a la nada mientras tú la sigues con la mirada, otra vez, cual gilipollas.
Y vuelven las dudas, las inseguridades, los porqué, los cómo y dónde.
Y recuerdas aquel segundo día de curso, cuando aun eras una mocosa.
Recuerdas aquel "¿puedo tocar tu pelo?" y las sucesivas risas y miradas.
Contemplas aquellas imágenes de tu cabeza como si de una bonita relación hubiesen surgido.
Pero no, sólo tienes sus hermosas palabra, y largas conversaciones.
Los días de clase con un sólo libro y dos mesas.
Recierdas sus rabietas con el novio. Y los llantos provocados por su situación derrumbada.
Las peleas que tuviste con ella, los "no me odies por favor".
Recuerdas todos esos momentos con ella y los que pensaste tener.
Recuerdas aquella no relación.
El amor platónico.
Su belleza.
ELLA.
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Ella.
RomanceLos primeros amores son horribles, y si son platonicos peor aun. Y rematamos la faena, si tras años sin ver a esa persona, te la cruzas por la calle...