1

109 16 6
                                    


Iba brincado por las calles de la ciudad como un niño pequeño, sonriendo y saludando a todas las personas que se le cruzaban en el camino contagiándoles su alegría y felicidad, al ver a tan linda e inocente criatura en un mundo tan estúpido como es este.

Vestía prendas no tan coloridas pero ni oscuras, el blanco resaltaba parte de su vestimenta y es que ese color le encantaba, lo hacía ver puro e inocente, como obviamente él lo era. Sus cabellos eran de un rubio-dorado precioso que se iluminaban con los rayos solares, sus ojitos eran de un color miel y su piel era pálida, un completo angelito.

- ¡Buenos días, Señora Lee!

La nombrada tan solo sonrió en respuesta y continuó su camino dirigiéndose hacia el mercado.

TaeHyung llegó rápidamente a el parque al que tanto le gustaba visitar, ahí se encontraban sus amigos: unos críos de seis a ocho años, esperándolo con una gran y sincera sonrisa. El rubio caminó en su dirección y los saludó, con un beso a cada uno sobre sus mejillas.

- ¡Lo estábamos esperando!

El mayor sonrió y se sentó junto a ellos en el verde césped.

- ¿De verdad? - Sonrió.

- ¡Enserio V Hyung!

TaeHyung tenía dieciséis años, amaba estar con los niños ya que así se sentía feliz. Normalmente comía todos los días helado y algunos que otros dulces. No tenía hermanos y era feliz viviendo con su madre.

- Bien y ¿a qué jugaremos hoy?

- ¡Al pilla pilla!




- ± - ± - ± -



TaeHyung corría detrás del pequeño Jin, tratando de alcanzarlo. Eran las seis de la tarde exactamente y ellos aun seguían en ese parque, jugando y divirtiéndose junto a su Hyung.

- ¡Hyung!

TaeHyung volteó en dirección hacia donde se encontraba un muchacho buen blanco y cabellos negros, ese muchacho tenía la edad de nueve años y su nombre era Min YoonGi.

- ¿Qué sucede?

El rubio se acercó a YoonGi agarrando la pequeña manita de Jin entre sus manos.

- Ya es tarde, V Hyung. Mamá me regañara si llego tarde a casa.

TaeHyung sonrió y volteó la mirada hacia los otros pequeños.

Eran cinco niños en total, todos eran realmente lindos y convivían felizmente con el mayor de todos.

Kim SeokJin. Él era un niño de piel blanca y cabellos marrones, le gustaba mucho comer pero también jugar con su Hyung preferido. Su color preferido, el rosa y su edad era de ocho años. Le encantaba pasar tiempo con todos pero en lo especial con ese niño rebelde y, obvio, su Hyung.

Kim NamJoon. Su tono de piel era una bronceada y tenia el aspecto de ser el típico niño rebelde, aunque es todo lo contrario. Siempre cuando sonreía, se le marcaban unos lindos hoyuelos en sus mejillas. Su cabello era negro y tenía la edad de nueve años. En su grupo, su preferido es su Hyung y el pequeño e inocente Jin.

Park Jimin. Él era la ternura en persona. Tenía unos cachetitos realmente adorables al igual que sus ojitos, era blanco y tenía unos lindos cabellos castaños.Edad: Ocho Años, le encanta, ama el deporte, y molestar a sus otros compañeros, en lo especial a YoonGi que tiende a enojarse con mucha facilidad.

MinYoonGi. Un muchacho de pocas palabras, rostro sereno y frío pero no con sus compañeros, con ellos se comportaba de una manera tierna. Prefiere dormir que hacer ejercicio pero todo cambia cuando se trata de su Hyung. Le gusta mucho convivir con él y con sus otros compañeros, sobretodo con Jimin.

Jung HoSeok. A todos sus amigos le parecía el más tierno del grupo. Su piel era levemente blanca y poseía unos hermosos cabellos rojizos. Tenia la edad de ocho años y era el preferido de TaeHyung.

- Bien, los dejaré en sus respectivos hogares - Dijo TaeHyung sonriendo.





- ± - ± - ± -





- Cuidate HoSeok, ¿bien?

El pequeño HoSeok era el último de llevar a casa. TaeHyung sonrió y le depositó un lindo besito sobre su frente a lo que el crió sonrió.

- Gracias Hyung, buenas noches.

El rubio sonrió mientras veía a su pequeño correr dentro de casa, se marchó tiempo después cuando vio a su madre recibirlo en la puerta.

Eran exactamente las ocho de la noche, su casa quedaba un poco lejos y sus piecitos dolían de tanto haber caminado pero valía la pena, TaeHyung ama a esos niños como a su propia vida, todo por verlos feliz.

Bostezó y se dirigió a casa, caminando en las oscuras calles de ese pueblo tan pequeño en el que él habitaba. No había tantas personas caminando a altas horas de la noche y las luces que colgaban de los postes cada vez iba disminuyendo.

- Que agotador - Suspiró.

Alcanzó a ver como alguien se le acercaba, sonrió y tan solo lo dejó pasar, estaba exhausto y lo único que ahora quería era llegar a casa.

Observó que se trataba de un chico adolescente, cabellos negros y piel pálida. Sonrió, era muy lindo. - Buenas noches - Dijo sonriendo y siguió su camino, el muchacho no le devolvió el "saludo".

Suspiró con un leve puchero y siguió su camino, de regreso a casa.













Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 29, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sadictic; vkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora