-¡Sueltame!- grité fuertemente, para que le quedaran claras mis intenciones.
-¿Qué hice ahora, quieres explicarme?- replicó el molestamente.
-Técnicamente, es una forma de abuso, imbécil.
-Y una mierda, tú accediste a venir.
-¡SI, CLARO, PORQUE YO TENGO HABILIDADES PSÍQUICAS QUE ME PERMITIERON SABER LO QUE IBAS A INTENTAR!- le dije atropelladamente, al tiempo que le propinaba un golpe en la mano, que tenía aferrada a mi cintura.
-¡AUCH!
-Llévame al instituto.
-¿Estás de broma?- me dijo bruscamente, al tiempo que se frotaba el lugar donde había atestado el golpe.- Ya empezó la clase; si nos descubren, puedes estar segura que este no va a ser tu mejor año.
-Quiero volver.
-¿Prestaste atención a lo que te dije?
-Si, y me da igual.
-Pues a mi no.
-Entonces llévame y tu te vuelves.
-Pero... Yo... Pensaba que...- hablo, claramente desconcertado ante la posibilidad.- De acuerdo.
Viajamos en silencio, pero estaba claro que Sean estaba nervioso. Su personalidad daba a entender que era el problemático del instituto, pero si lo estudiaban con atención, se darían cuenta de que en realidad prefería evitarse los problemas de ese tipo.
-Llegamos.- detuvo el auto en una calle normal.
-No veo la escuela.
-Eso es porque tienes que caminar una cuadra a la derecha. ¿Qué pensabas? ¿Qué iba a someterme al riesgo de que me vean? Ni loco.
Me reí y el esbozó una sonrisa a medias.
-Gracias por eehh... Lo que sea que hayamos hecho.- en realidad, no había sido un día al que podríamos denominar "memorable" que digamos, pero no quería hacerlo sentir peor. Además de que al final había accedido a acercame al colegio, cuando tranquilamente podría haberse ido.
-Denada, creo.- se encogió de hombros.
-¿Qué vas a hacer ahora?
-Escuchar 5 Seconds of Summer hasta que sea momento de la pausa, entonces voy a volver.
-¿Entonces nos veremos de nuevo?
-Claro.
-Sólo por las dudas, llámame si te descubren. ¿Entendido?
-¿Para qué?
-Para echarte una mano, genio. -repuse al tiempo que ponía los ojos en blanco. -Después de todo, yo también participé de esto.
-Ok. Suerte.- me guiñó el ojo, y yo bajé del auto.
Sean encendió la música a todo volumen, pero no miré atrás. Tenía que volver lo más rápido posible e inventar una excusa a tiempo récord.
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-Llega tarde, señorita... hum, ¿eres nueva, cierto?
-Pride, Rose Pride, señora, no volverá a pasar. Lo prometo. Es que... No me acostumbro a los cambios de horario y las instalaciones y, bueno...
-Está bien, mientras cumpla su promesa. -la profesora, una cincuentona de cabello negro, me lanzó una sonrisa suspicaz, pero que no aparentaba demasiada confianza.
Busqué a Simon entre la multitud de cabecitas, y lo encontré, sentado junto al asiento en el que yo debería estar.
-¿A dónde estabas? Casi me muero cuando...
-Shhhh- siseé. -Luego te lo cuento.
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No ganas nada con un capricho.
Jugendliteratur¿Alguna vez se han sentido ignorados por una persona? Bien, pero ese no es mi caso. Todo lo contrario. Esta es la historia de como tuve que verme frente a un idiota que se creía el centro del instituto, pues sepan bien que uno no pasa demasiado desa...