*TRES*

61 5 0
                                    

Fue aquella mañana en la que te conocí, en la tarde en la que te sentí cerca, o quizás en la noche cuando escuché tu voz.
El espacio que nos dividía siempre iba traer consecuencias, como en cada cuento ese era nuestro villano.

A pesar de todo me dejé llevar, y como en cada uno de mis cuentos sabía que ese había sido mi peor error, porque aún a pesar de saber que tenías 1000 defectos, de que al final del día no estarías para mi O que simplemente parecías perfecto, todo fue una equivocación.

Aunque caminábamos sobre una misma línea recta, lo que sucedía tenía más de una dimensión, porque a la par de esta historia se repetía una y otra vez siendo cada vez más funesto el punto y final.

Me enamoraste, habías logrado tu nefasto cometido, pero no estabas segura de lo que sentías y no estaba seguro de lo que sucedía así que decidiste mejor tomar un nuevo camino, sin importar que ya había algo dentro de mí y que muriera poco a poco.

Te enterraste en el mundo en el que prometiste nunca, volverías a llegar; mentías en silencio para encubrir tu dolor interno, pero sé de lo que esta hecho, sé que cuando llega por ti no puedes moverte.

O que lo inevitable siempre estuvo frente a mí y nunca lo quise ver, sabía que no podías dejar todo atrás, se me había acabo el día, sabía que aún te dolía, sabía que aún lo veías.

Cuando te fuiste me derrumbe, no iba mentirte no quería volver a despertar. Pero no sabía qué hacer con todo esto, las mañanas siempre habían sido frías pero esto era diferente.

Me dolió el siquiera pensar que te habías ido, que me habías abandonado, y cuando lo vi por mis propios ojos simplemente no pude más, y tan descarado y cínico aún quisiste recuperar algo, porque nunca has sabido perder, Y nunca he sabido ganar.

Como todos preferiste el silencio, anonimato y tu poca falta de valor te llevaron una conclusión que simplemente ya conocía.
No era nada extraño para mí que arrancaras todo de raíz y que para buena suerte dejases todo a la deriva.

Ahora navegas con bandera de remitente cauteloso, te tomas todo muy a pecho te sientes muy importante y te mantienes a la distancia únicamente porque ya no quise que me doliera más. Pero sé que querías volver, aún cuando no lo hicieras, aun cuando no lo dijeras yo también pedía que regresaras.

Me pudre el saber que estuve ahí para ti en cualquier momento, que te dediqué una gran parte de mi vida, aunque pequeña importante para mí.
Te llevas algo que simplemente no puedo describir, lo tomaste como si fuera tuyo pero no tienes idea de lo que es lo que estoy hablando, esta es una carta para pedirte que te retires sin mirar atrás.

STORIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora