Susy era una chica que provenía de una familia adinerada. Siempre un diez en los estudios, toda una dama y un orgullo para su madre.
Todo esto debido a que su padre, antiguamente, vendía merca a los empresarios más ricos de la ciudad. Se preguntaran cómo alguien con tanto dinero le compraría droga a un hombre de calle. Fácil, sus vidas eran basadas en una aburrida y oscura empresa, con la droga podrían verlo todo con diversión y mayor color.
Todo el dinero que su padre empezó a recaudar, fué a parar en el banco, donde, luego de su muerte, su madre pudo darse cuenta que eran multimillonarios. Habían pasado de vender cartones y droga a tener una mansión en un barrio cerrado con vista al mar, tres barcos con distintos nombres y una pequeña isla llamada "Conchainflada".
Aún con estos antecedentes de vendedores de merca, Susy era una chica tierna, nadie podría siquiera imaginarse que ayudaba a su padre con la venta de marihuana por la zona.
Pero, como pudo salir de la pobreza a ser una multimillonaria, también podría estar en medio. Ni pobre, ni rica. Gracias a una personita que llegó a su vida y exigió que viviesen como las personas "normales".
Una joven llamada Nalgie tocó la puerta de su casa. ¿Para qué? Ella había descubierto que la familia de Susy vendía la mejor marihuana del país, por lo que viajó desde el otro lado del mismo para conseguir un poco. Pero se había gastado todo el dinero en el viaje, y ya no le quedaba nada para la prestigiosa droga.
Susy, al ver lo desesperada que se encontraba, le ofreció un pequeño sobre de aquella droga maravillosa. Nalgie la besó y follaron en la habitación de su madre.
Pero cuando esta llegó...
Se quiso unir al dúo, pero no se lo permitieron, por lo que tuvo que separarlas por zorras.
Nueve meses después llegó su primer hija, Lila. Esta había salido bastante parecida a Susy, estudiosa y elegante, pero habían veces en las que eran nada que ver la una con la otra.
En cuanto la pequeña Lila cumplió los dos años, llegó Joha, la hermana de Nalgie. Acababa de nacer y ya tenía una sobrina, lo malo de esto, es que la madre de Nalgie y Joha no quería cuidar a esta última, era demasiado fastidiosa y molesta para una mujer tan vieja y amargada.
Joha se convirtió en el tren descarrilado de la familia, Nalgie soñaba con el día en el que pudiese tirarla por la ventana. Todos los días se encontraban con algo nuevo.Luego de que Joha llegara a sus vidas, intentaron lo más que pudieron cuidarse para no tener más hijos. Con ella y Lila era más que suficiente.
Unos cuantos años más tarde, cuando Lila ya tenía 20 años y Joha 18, llegó Luli, una niña de 5 años, no sabían si podían llamarla un humano. ¿De dónde salió esta criatura extraña? De un pozo. Literalmente.
Se encontraban de pesca ese día, unas vacaciones familiares en la playa. Lamentablemente, Lilu no había podido venir, ya que su ocupación era cuidar de su hija, la cual obtuvo a sus 15 años de edad, pero ese es tema aparte.
Nalgie había regañado a Joha por comerse todo el atún que les quedaba para comer, sí, se estaban volviendo pobres gracias a Joha. Le dijo que fuese a comprar más, tuvo que entregarle las llaves del auto con todo el miedo del mundo.
Joha condujo por las calles de tierra, hasta que un gran pozo en medio de la carretera la detuvo. Bajó de la camioneta y observó a una niña durmiendo plácidamente dentro de aquél enorme agujero de tierra.
Y, como toda persona pensante podría hacer en esas circunstancias, gritó.—¡¿QUÉ DE PASA DIRÍCULA?! —Gritó la niña desde el pozo, al ser despertada de su amado sueño.
—¡SOY JOHA, NO RIDÍCULA! ¿Qué haces en un pozo?
—Mi mami me digo que iba a compar cigaros para mí, la toy esperano.
—Ah, bueno. Suerte.
Se despidió de la niña y dió la vuelta para poder comprar el atún. Volvió al campamento donde la esperaba su familia hambrienta y les entregó este.
—¿Porqué te tardaste tanto? —Consultó Nalgie, con el entrecejo fruncido.
—Nada, me crucé con una niña de... ¿cinco años? Durmiendo en un pozo, decía que esperaba a su mamá porque le dijo que no sé qué y bueno, eso.
—¡¿Eres estúpida?! —Gritó Susy, sorprendiendo a ambas.— Vamos, llevame a donde estaba ella. No podemos dejarla sola.
—P-pero y su mamá...
Ignoraron a Joha y prendieron camino hacia el pozo, donde, efectivamente, dormía la pequeña niña.
¿Qué sucedió? La adoptaron. Y la casa nunca pudo haber estado peor. Era un completo caos, todo por el hecho de que Joha se pasara el día jugando con ella, ambas eran... Demasiado unidas. Y bueno, como Joha le enseñaba todo, así le iban los hermosos unos en la escuela, además de las notas a los padres por tirarle tizas a la profesora o hacer nieve con crema y algunos ventiladores.
Joha era el desastre que rompió la red de la familia, y Luli una casi humana que lo descarriló aún más. Si Nalgie soñaba con tirar a Joha por la ventana, a Luli deseaba ahogarla en la pecera de su pez muerto.
Actualmente, Luli tiene 13 años y es toda una zorra, gracias a su tía Joha obviamente, sin ella no habría podido aprender tanto del tema.
Aún teniendo una familia desastrosa como lo es esta, Susy las ama, ella abandonó la riqueza y el poder para estar con ellas, podría dar mucho más, todo.
Ay más chu ahre.
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Crazy ADN.
HumorTres familias, un mismo ADN. Cuando estas se unen, la normalidad no sobrevive en esta guerra repleta de subnormalidad.