AL BORDE DE LA MUERTE

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Jamàs había caminado tanto, llegué a un pueblo que no abandonaría, sus cosechas no eran abundantes como las del gringo y tampoco les predtaban mucha atencion.

Aveces me metía a las milpas a comer las plantas pero sabía muy bien que no debía, dormía poco y andaba màs, entiendo que solía evitar a los hombres y a los otros animales por el recuerdo que me traían.

En una acasión me atrapò un señor y me ató a las ramas de un arbol, pensé que ahí pasaría el resto de mi vida. Pero me vendió por lo que consideré una cantidad insignificante, el nuevo dueño era màs cruel que Joe y su làtigo, me ponía carretones pesados y me hacía llevar personas tan lejos que perdí la nocion del tiempo algunas veces.

Esto duró alrrededor de tres años, mis rodillas estaban maltratadas, si tenía otro dueño igual moriría.
Y llegó el día de la venta.

Me adquirió un señor de mediana edad, se veía amable y sentí que podría confiar en el.
Me fuí con el y me pusieron en un corral delimitado por un alambrito que daba descargas eléctricas, pronto aprendí a evitarlo.

ROCKY EL NÚMERO 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora