Charlie y Lola

Fake Friends

Papá se había ido de la casa por un mes por su trabajo, pero Lola y yo ya sabíamos estar solos.

Yo seguía durmiendo en el cuarto de papá, y le dejé en totalidad el cuarto a Lola, ninguno pisaba el cuarto del otro, y raramente nos hablábamos en el día, no solíamos comenzar una conversación estable, ya que yo me iba más temprano a la escuela y volvía más tarde. Lola no salía de su cuarto a menos que fuera a tomar agua o a cenar.

Pero este día fue diferente, cuando abrí la puerta, Lola se encontraba poniéndose su tacón rojo izquierdo, ahora se maquillaba sin mi ayuda, y tenía un vestido sin mangas en corte de corazón que le llegaba poco más debajo del muslo, llevaba el cabello suelto, le había crecido hasta debajo de los hombros y no llevaba ningún adorno de cabello.

─Bienvenido a casa. ─ Me saludó moviendo sus labios carnosos atestados de labial.

─ ¿A dónde vas? ─Le pregunté cerrando la puerta e impidiéndole el paso. Lola se irguió avergonzada.

─Me invitaron a una fiesta. ─ Respondió acomodando su pelo con sus uñas postizas recién pintadas. ─ ¿Me veo bien?

─ ¿Papá está enterado de esto? ─Le pregunté totalmente desaprobándola.

─No tiene por qué hacerlo. ─Me guiñó un ojo, hice una mueca de asco, realmente se veía bien, pero estaba enfadado, ¿qué trataba de ganar a estas alturas? ─ Por favor, déjame ir, vienen por mí.

─ ¿Con quién vas? ─Crucé mis brazos pegajosos por tanto sudor, no podía meterme a bañar con la duda en mi ser, si le pasaba algo, al que asesinarían sería a mí, no a ella.

─Toda la escuela va a ir, estoy segura que invitaron al equipo de básquetbol. ─ Ahora se meneaba de un lado a otro, estaba impaciente porque quería que la dejara cruza la puerta, el pitido de un auto sonó debajo de nuestro edificio, ella volteó a verme desesperada.

─No nos invitaron porque mañana tenemos partido. ─Me quejé. Respiré profundo y abrí la puerta. ─Contesta el celular para que pase por ti. ─ Lola abrió los ojos emocionada, me besó en la mejilla que estaba sudada y salió corriendo. Cerré la puerta y me dirigí al baño. Dejé las cosas tiradas en el cuarto de papá y abrí la ducha.

Ahora que lo pensaba, Lola no sabía tomar, o al menos yo nunca le enseñé, probablemente tomaría de más, no sabía el lugar de la fiesta, ¿y si había una alberca? ¿qué tal si Lola se caía y nadie se daba cuenta? Es una fiesta, habrá drogas, ella tampoco sabía fumar y no sabía las raciones pequeñas, cualquiera podría intoxicarla, si se intoxicaba podía morir, y tal vez algún enfermo necrofílico le haría algo a su cuerpo muerto, o peor aún, la podrían violar y después amanecería con SIDA o una enfermedad, o en el peor de los casos, con SIDA y embarazada, y si se acuestan varios con ella, no sabría de quién es el hijo.

No debí dejar a Lola sola, no debí, no debí, y mucho menos cuando papá no estaba y se había llevado el auto, ¿cómo iba a pasar por ella si no sabía dónde estaba?, ¿cuánto tiempo me tomaría ir en camión? No tenía mucho dinero, probablemente sería mejor guardarlo por si tengo que ir al hospital.

Me bañé lo más rápido que pude, me puse ropa cómoda y le llamé al celular, pero me mandó al buzón por lo menos 20 veces, le llamé a Marv y quedamos en que iría a mi casa en seguida, llamé a Katherine por primera vez, ella también estaba en la fiesta y me prometió cuidar a Lola.

Aun así, estaba inseguro, la fiesta era en casa de alguien de la manzana así que fui en seguida, me encontré a Marv en las escaleras y corrimos juntos hasta la fiesta. Buscamos a Lola, pero no estaba en ninguna parte.

Marv encontró a Kath, pero Lola no estaba con ella.

─Prometiste que la cuidarías. ─Dije con mi respiración agitada, Kath ya estaba ebria.

─La tinía aquí, tlj. ─Dijo entre hipo e hipo. ─Cr-eo que'stá en los cucucuartos de arriba.

Nota mental: No darle el cuidado de tu hermana menor a una borracha.

Y pensar que me gustaba ella por ser tan calmada y seria.

─ ¿Qué no es ella? ─Dijo Dalia, una amiga de nuestro salón señalando a una chica rubia oxigenada con un vestido azul que salía de un cuarto con 4 hombres dentro.

─No, Lola no es puta hasta donde yo sé. ─Contestó Marv encogiéndose de hombros.

─Lola tiene un vestido rojo, no azul. ─Exclamé asustado, estábamos en la fiesta equivocada.

─Ah, ¿sí? ─Dalia tomó un trago hondo de su bebida y después habló. ─Estuvimos cuidándola pensando que era tu hermana.

─Qué bien la cuidaron. ─Marv reviró los ojos cuando vio a la rubia entraba a un cuarto ahora con puras mujeres. En ese momento Katherine empezó a vomitar en el suelo, y Dalia y las demás que la acompañaban se fueron. Si la dejaba aquí, se caería en su propio vómito o alguien se la cogería.

─Marv, cárgala. ─Le ordené.

─No voy a tocar a Lady Vómitos. ─Se asqueó.

─Llévala a mi casa y déjala ahí. ─Empecé a caminar a la salida, dejándolos solos.

─ ¿Y tú qué harás? ─Me gritó cargando a Lady Vómitos con mucho cuidado.

─ ¡Buscaré a Lola! ─Grité a todo pulmón y corrí por todas las avenidas sin saber a dónde ir. No conocía a ningún amigo de Lola, ni ella contestaba su celular. Corrí hasta que mis fuerzas no podían más, y me perdí por completo.

Ya ni siquiera sabía cómo volver a casa, pero de repente recibí una llamada de Marv.

─ ¿Qué quieres? ─Le grité abatido.

─Acosté a Kath en el cuarto de tus padres, y encontré a Lola tirada en la puerta vomitando, ¿puedes venir?

Caí de rodillas.

─Marv, era justo lo que necesitaba oír ahora. ─Mis lágrimas querían salir, colgué y me dispuse a volver a casa, costara lo que costara, no sé de dónde había sacado fuerzas, pero volví a casa para las 3:00am.

Al llegar, limpié el vómito de ambas chicas y le puse una manta a Marv que se había dormido en el sofá. Entré al cuarto de Lola, la levanté de su cama, y medio dormida le enjuagué el cuerpo y la vestí con su pijama, la dejé en el retrete mientras cambiaba las sábanas y ponía una nueva, mañana la lavaría.

Arropé a Lola y fui a mi cuarto, encontrando a una Katherine desnuda, ella no gritó y yo no volteé mi mirada, ella sólo se sonrojó, despacio quise salir del cuarto, pero mi miembro empezaba a ponerse duro.

─Puedes mirar un poco más.

─ ¿Estás borracha?

─No, estoy totalmente cuerda.

Esa noche ambos perdimos la virginidad una, y otra, y otra vez.