Han pasado dos días. Las cosas con ____ siguen igual. Ella no ha cambiado de parecer, y seguimos en el hospital. Son las mueve de la mañana en punto. El sol acaba de salir y ella sigue dormida. Parece un ángel, y me da mucha pena. Sé que está sufriendo, y no hablo del dolor físico que debe sentir, sino del dolor emocional. Saber que jamás volverá a caminar, a divertirse como lo hacía antes. Debe doler saber que tendrá que depender de alguien por el resto de su vida para hacer cualquier tipo de actividad. Cualquier actividad como ir al baño, salir de la cama, caminar... Me duele por ella. Pero haré todo por hacerla sentir especial.
Su cabello brilla gracias a los rayos de luz entrando por la pequeña ventana del hospital. Tiene la boca entreabierta y su respiración es pesada. No hago más que observarla y acariciar con delicadeza su mejilla, hasta que poco a poco abre los ojos y me mira. De inmediato sonríe y sus mejillas se ponen coloradas.
-Buenos días señora popcorn...- Digo besando su nariz.
-Hola...-
-¿Cómo dormiste?-
-Creo que mejor que ayer...-
-Me da gusto...-
-¿Y tú?-
-Siempre y cuando estés a mi lado yo duermo bien...-
-Eres un cursi...- Se ríe un poco y deposita un cariñoso beso en mi mejilla. Me acerco un poco más a ella, haciendo que nuestros cuerpos choquen.
-¿Quieres algo?-
-Me gustaría irme a casa...-
-¿En serio? ¿Crees que ya estás lista para salir de aquí?-
-No lo sé... Aún me duelen mucho... Pero quizás me sentiría mejor en casa...-
-¿Quieres que hable con los doctores?-
-Si... Estaría bien...-.
-Vale... No tardo...- Me levanto un poco adolorido de la pequeña cama. Es incomodo dormir en una camilla tan pequeña. Le sonrió una vez más a ____ y salgo de la habitación. En los sillones de la sala de espera me encuentro con Izzy, quien está leyendo el periódico y tomando café.
-Hola, Iz...- Digo sentándome al lado de él.
-Hola.-
-¿Qué tal?-
-Nada, el café de aquí es una mierda, como diario.-
-En frente hay una cafetería. Podrías ir allí en vez de tomar el café del hospital.-
-¿Tengo cara de que voy a cruzar la calle para ir por café?- Dice mirándome.
-Eh... No... ¿Supongo?-
-Ya, da igual. ¿Cómo está ____?-
-Bien, creo... Dice que ya quiere irse a casa.-
-Creo que aún es muy pronto...-
-Ya lo sé Izzy... Pero quizás así se sienta mejor y se recupere más rápido, hay que sacarla de aquí... No está feliz...-
-El problema es que tenemos que ir en avión, y ella no está lista para tanto movimiento.-
-Vamos... Para eso estamos tú y yo aquí... Dijimos que la ayudaríamos...-
-Vale, como tú quieras. Pero yo te lo advertí.-
-Si, si... Estará bien... ¿Qué hacemos para que salga?-
-Yo pediré sus papeles y todo eso, tú mientras ve a comprar sus medicamentos y la silla de ruedas, y todo lo que ella necesite, ¿vale?-
-Si, te veo aquí en un rato...- Dejo a Izzy solo en la sala de espera y me dirijo a la pequeña tienda del hospital. Es un poco deprimente tener que comprar cosas aquí, pero supongo que es necesario para que ____ esté lo mejor posible. Una vez en la tienda, compro una silla de ruedas del tamaño de ____. También las pastillas que el doctor nos dijo que le diéramos para el dolor, y un osito de peluche con un corazón en las manos que trae la frase "recupérate pronto." También compro pomada para sus heridas y unos cuantos chocolates. En cuanto acabo, tomo el elevador una vez más y regreso a la sala de espera con Izzy, quien tiene una carpeta con papeles en las manos.
-¿Ya?- Pregunta viendo lo que compré.
-Si, ya. Pero te tengo que pedir un favor Izzy.-
-¿Cuál?-
-Es que... Ya sabes que le encantan los animales y eso... Sería lindo que cuando llegara a la casa hubiera un gatito para ella.-
-Ella no puede cuidar gatitos ahorita, Steven.-
-Ya lo sé... Pero le va a gustar... Por favor...-
-Lo hablamos después. Vamos a sacarla de aquí primero.-
-Está bien...- Suelto un suspiro y vamos a la habitación de ____, quien tiene la cabeza de lado y está viendo por la pequeña ventana. Me acerco a ella y sonrío.
-¿Lista para ir a casa?-
-Supongo que si...-
-Ven... Te ayudamos...- Con un poco de trabajo Izzy y yo subimos a ____ a la silla de ruedas. Por su expresión puedo asegurar que le duele. Para que se sienta más cómoda, pongo una cobija alrededor de su cuerpo, a lo que ella me sonríe. Se ve mal, muy mal. Con sumo cuidado la llevamos hasta un taxi que nos lleva al aeropuerto. Izzy se dirige a comprar los boletos, así que decido qué es buen momento para hablar con ____ a solas.
-Oye...- Digo para llamar su atención.
-Mmm...-
-¿Segura te sientes bien como para subirte al avión?-
-Creo que prefiero arriesgarme y llegar a casa...-
-No quiero que te pongas mal en el avión...-
-Steven, no me va a pasar nada. No podría ponerme peor.-
-Claro que si... Podría caerse el avión en una turbulencia, entonces todos nos quedaremos sin piernas y moriríamos.- Digo riendo, pero al ver su expresión, prefiero quedarme callado.
-No estás siendo de mucha ayuda.-
-Mierda... Lo siento...- Izzy regresa con nosotros y nos enseña nuestros boletos. Se sienta a un lado de mi y observa a ____.
-Por fin irás a casa...-
-Espero llegar viva.-
-Oye, basta de pesimismo.- Digo tomando su mano.
-¿Y cómo mierda quieres que reaccione?-
-Ya, basta los dos. Vamos a subir al avión.- Tanto ____ como yo soltamos un fuerte suspiro y seguimos las indicaciones de Izzy. Él es el encargado de llevar a ____ en su silla de ruedas y yo de llevar las maletas.
Unos cuantos minutos de silencio después, los tres estamos sentados en el avión. ___ tiene un asiento especial, a lo cual no parece muy feliz. Izzy se levanta al baño, y ____ me mira fijamente.
-¿Pasa algo?- Digo dándole un beso en la mejilla.
-Te quedan cinco días para hacerme cambiar de opinión.- Dice mirando hacia el techo.
-Paciencia... Lo haré...- Junto mis labios con los suyos, creando un tierno beso. Me preocupa que cada día su actitud sea más negativa. Tengo miedo que el tiempo pase. Quiero hacerla cambiar de opinión, realmente quiero que siga viviendo, pero en el fondo, sé que no lo lograré, y al final, tendré que aceptar la decisión que ella tome...
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One in a million. (Steven Adler) TERMINADA.
Hayran KurguLas personas no siempre son lo que aparentan...