Capítulo 3

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Cuarta parte.

Pov. TN

¿Por que debían ser amigos?

Sabía que fue mejor haber acabado con esa maldita apuesta. Tome una almohada lanzándola lejos.

Flash back.

La fiesta.

Mi único objetivo era llegar y acabar con todo. Una vez acabada la apuesta, él no se me acercaría y yo no me confundiría.

Tome una ducha y me vestí dejando mi cabello suelto, mire mi reflejo en el espejo.

- No importa lo que piensen los demás, es tiempo de terminar con esto de una vez. Mañana será un nuevo día.

Mientras caminaba a la fiesta repase cada paso que haría. Apenas entre, fui directo hacia la mesa de los tragos bebiendo tres vasos de alcohol uno tras otro. Cuando lo encontré me acerque a él y le extendí mi mano, la tomo y comenzamos a caminar hacia las habitaciones. Sabía que sus amigos nos seguirían, debía hacerles creer lo que sucedería dentro de la habitación.

Suspire pesadamente por lo que tenía que hacer, mi boca se lleno de un sabor amargo y mi pecho se sentía vacío, mucho más.

Lo empuje fuertemente contra la pared y me acerque a él, su perfume impregno mi nariz trayendo recuerdos de Jae Bum. Recuerdos que me invadieron de impotencia y rabia; pude notar cómo nos espiaban, no lo dude dos veces y simplemente lo bese. No quería dejarme llevar pero su beso logro hacerme perder la cabeza, por un momento tenia deseos incontrolables por sus labios.

Le hice entrar a la habitación llevándolo hacia la cama. Al separarme pude regresar a mi objetivo, baje mi ropa interior mientras veía su rostro lujurioso, aquello solo me provocaba querer reír pero tenía que continuar y hacerle pensar lo que pasaría entre ambos aunque no podía imaginar que él creyera que tendríamos sexo de verdad. Reí internamente y me dirigí a cerrar la puerta colocando mi ropa interior en el picaporte de esta quitándoles la visión a los tontos que miraban.

Me acerque jugando con sus expectativas, prendí el televisor poniéndolo en el canal para adultos a todo volumen, me acerque hasta su oreja sin dejar de verle fijamente y en un susurro le hable.

- Tu juego termina aquí - Mordí el lóbulo de su oreja y me deje caer en la cama prendiendo un cigarrillo, hablando mientras dejaba escapar el humo y sin apartarle la mirada. - ¿Acaso pensabas que no sabía de su apuesta? - Me observo anonadado, sin poder articular palabra alguna. Continúe. - Todos creerán que estuviste conmigo - Reí sarcástica. - Pero solo tú y yo, junto a estas cuatro paredes sabremos la verdad

Me acerque nuevamente quitándole la remera y desprendiendo su pantalón para luego tirarlo al suelo. Me senté en sus caderas mientras acariciaba su pecho, lentamente llegue a su cuello besándolo y dejando una leve marca. Sus manos se posaron en mi cadera intentando apartarme y desatando una lucha.

Aproveche el instante en que se sentó bruscamente aun sin poder apartarme de encima. Este era el momento adecuado. Acaricie su espalda de arriba a abajo para luego rasguñarle, me separe sin dejar de reír y como si fuese una niña empecé a saltar sobre la cama, luego de unos minutos me deje caer a su lado.

- Ambos ganamos - Nuestras miradas chocaron. - Tú ganas la apuesta y yo me libro de ti - Mis palabras fueron directas y sumamente frías.

Luego de unas horas me acomode la ropa, apague el televisor y lo mire directo a los ojos.

- Es un trato Jin Young

Salí de la habitación recogiendo mi cabello mientras que afuera pude ver a sus amigos esperándole, azote la puerta y me encamine hacia la salida de esta casa. Estuve a tan solo unos centímetros de mi auto cuando alguien me detuvo sujetando mi mano.

- Yo no creeré la historia de que te acostaste con él - Dijo acercándose más a mí. Acaricio mi mano pero rápidamente lo aparte. Lo observe de manera fría y sin ningún rastro de emoción abrí mi auto.

- Ese es tu problema Jae Bum - Subí al auto mientras él continuaba hablando.

Poco me importaron sus palabras, me marche de allí y una vez en casa me metí al baño deseosa por una ducha que quitara la sensación de sus manos en mi piel.

Fin del flash back.

Finalmente me levante de la cama y camine hacia baño para hacer mis cosas habituales. Me coloque ropa deportiva y camine hacia la puerta.

Necesitaba correr, escapar de mis recuerdos pero parecía aun peor ya que continuaban invadiéndome. La tortura aun no desaparecía.

¿Este es nuestro destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora