¿Donde Esta La Reina?

01

Un cigarrillo se consume entre mis dedos y A mi alrededor aun existe el desorden que quedó después de aquella fiesta. Lo apagué, contra la mesa de vidrio frente a mi, en la cual permanecían rastros de polvo blanco, vasos plásticos vacíos y lo que parece la ropa interior de alguna chica. Suspiro; algo frustrado y para nada satisfecho con la fiesta que organice el día anterior.

Me levanto del sofá.

La adrenalina debe considerarse una droga, tengo una sobredosis y siempre ha sido mi mejor aliada en momentos de incertidumbre o ira. Manejo directo a la casa de Maylo, desplazándome por las calles que había dejado de transitar y allí, regresaron episodios de mi pasado, que rápidamente descarte, por el peso emocional que conllevan.

Ubico la calle del barrio, esa que se encuentra en la parte alta de la isla. Las personas de aquí siempre fueron curiosas, actuó con naturalidad tratando de ignorar las miradas curiosas que lanzan las mujeres mayores a través de las ventanas de sus hogares.

Me detengo en la casa de pintura desgastada y el jardín con aquellas plantas de poco cuidado, cerca desgastada y al parecer las luces eran ausentes. Debatir un minuto, antes de tocar la puerta de madera con grietas. Toco repetidas veces, oigo voces dentro y alguien que se acerca, abren la puerta con cautela y ocurre lo que temía.

Aly - Susurro, y parece que ella ha visto un fantasma. Frunce el ceño hacia mi -

Luigi - Su voz suave y dulce pronunciando de nuevo mi nombre, después de tanto tiempo -

Esta mas delgada que la ultima ves que nos vimos. Digamos que las cosas no terminaron muy bien entre nosotros.

¿Como estas? - Evitó mirarla directamente a los ojos, porque se que el error lo cometí yo, no ella.

¿Que quieres? - su rostro era rabia pura, aunque tenía toda la razón de estarlo -

Hablar con tu hermano - Me mira en silencio. Luego para mi sorpresa ella intenta cerrar la puerta, me apresuro e impidiéndole que lo haga, ingreso a la casa.

Ella se aparta de la puerta, gruñe por la frustración, luego cruza sus brazos. Sus mejillas están ligeramente rosadas como siempre pasa cuando está muy molesta. Aún así se ve tierna. Por último bufa resignada y se va por el pasillo dándome la espalda.

¡Maylo, te busca un idiota! - Cierra la puerta de su habitación con fuerza -

El chico sale de su habitación colocándose una camiseta, mira la puerta de su hermana y luego a mi, supongo encontrando la razón por la cual ella actúa de esa forma.

Camina por el pasillo, acercándose a mi, ya que estaba al final de este.

Agradece que no te golpeo con una sartén - Bromea sobre el asunto y con un movimiento de cabeza me indica que lo acompañé a la cocina. Miro todo, han quitado las fotos de sus padres de las paredes. Me siento una de las sillas de madera, solo dos existían allí, me comparte una cerveza de lata -Tu hermana se mueve bien, fue una curiosa manera de conocerla. - Menciona abriendo su cerveza y bebiendo de ella, yo simplemente la paseo entre mis manos aún sin abrirla -

- Te dije que te mantuvieras alejado - Me pongo cómodo en la silla de madera - Pero nunca obedeces.

Demasiada tentación para no caer en ella - Vuelve a beber de la cerveza con una sonrisa de victoria - Tu no te mantuviste alejado de la mía.

¿Es una especie de venganza? - el niega de inmediato -

Sabes que siempre he roto las reglas y lo hago al máximo o no lo hago, no actúes como si no me conocieras - Lame sus labios poniendo la cerveza vacía a un lado - No tienes de que preocuparte, no sabe quien soy aún.